Un apretón de manos flojo es una forma segura de causar una mala impresión en una entrevista de trabajo. Pero la falta de firmeza puede estar indicando algo más graves: podría ser un signo de que alguien corre el riesgo de morir prematuramente, según sugiere un estudio. Investigadores de la Universidad de Michigan relacionaron la falta de firmeza en las manos con un mayor riesgo de enfermedades como el cáncer o las cardiopatías.
Los especialistas descubrieron que los adultos mayores con poca fuerza de agarre tenían un ADN biológicamente más antiguo y biomarcadores más nocivos que sus compañeros.
Los médicos saben desde hace tiempo que existe una relación entre la disminución de la fuerza de agarre a medida que se envejece y la reducción de la esperanza de vida, pero aún no están seguros de por qué ambas cosas están relacionadas. Los investigadores de Michigan lo relacionaron con el proceso de metilación del ADN.
“Existe un gran número de pruebas que relacionan la debilidad muscular, determinada por una baja fuerza de agarre, con una serie de consecuencias negativas para la salud relacionadas con el envejecimiento”, escribieron los investigadores en el estudio.
Y continuaron: “Dados estos vínculos, la fuerza de agarre ha sido etiquetada como un ‘biomarcador del envejecimiento’; y, sin embargo, las vías que conectan la fuerza de agarre con las consecuencias negativas para la salud no están claras”.
Muchas enfermedades son más frecuentes a medida que una persona envejece. Pero los médicos creen que hay una diferencia entre la edad “real” de una persona y su edad “saludable”.
Algunas personas envejecen mejor que otras, y la esperanza de vida puede variar enormemente en función de la genética y el estilo de vida, como la dieta y el ejercicio.
Aunque es imposible reducir la salud general de una persona a una cifra exacta, los científicos han desarrollado a lo largo de los años herramientas que pueden determinar lo cerca o lejos que puede estar la muerte.
Una de esas herramientas es la medición de la fuerza de agarre. Aunque es algo que a menudo puede pasarse por alto, la cantidad de fuerza que una persona puede extraer de sus manos y antebrazos puede ser un fuerte indicador de la salud general.
En un informe de 2019, un experto de la Universidad de Campbell escribió que la fuerza de agarre está relacionada con la densidad ósea, el riesgo de fracturas, el deterioro cognitivo, la diabetes y la calidad de vida en general.
Los investigadores de Michigan esperaban encontrar el vínculo entre la fuerza de agarre y la salud en general. En la última investigación publicada en el Journal of Cachexia, Sarcopenia and Muscle, los investigadores recopilaron datos de 1.300 hombres y mujeres de unos 70 años a lo largo de diez años. Cada participante utilizó un dinamómetro de resorte Smedley —una herramienta de agarre— para comprobar la potencia de su mano cada dos años.
Agarraban el aparato y apretaban todo lo que podían dos veces con cada mano, y el resultado más alto registrado se incluía en el estudio. Mediante muestras de sangre, el equipo de investigación también recopiló datos sobre los niveles de metilación del ADN de cada participante.
El Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos describe la metilación del ADN como el proceso por el que el metilo, una sustancia química derivada del metano, se añade al ADN.
Según la agencia de gobierno norteamericano, “la adición de grupos metilo puede afectar al modo en que algunas moléculas actúan en el organismo. Por ejemplo, la metilación de la secuencia de ADN de un gen puede desactivarlo para que no produzca una proteína”.
El aumento de la metilación del ADN está relacionado con el cáncer, las enfermedades cardiacas y los problemas del sistema nervioso.
El equipo de investigación de Michigan descubrió una fuerte correlación entre la fuerza de agarre de una persona y su edad biológica. Con el paso del tiempo, las personas cuya fuerza de agarre se degradaba también eran más propensas a desarrollar una enfermedad crónica grave o a morir durante el periodo de estudio. Los investigadores no están seguros de por qué la metilación del ADN está relacionada con la mortalidad prematura, pero creen que la fuerza muscular podría ayudar a proteger contra ella.
“Es necesario investigar en el futuro hasta qué punto la edad de la metilación del ADN influye en la relación entre la fuerza de agarre y las enfermedades crónicas, la discapacidad y la mortalidad prematura”, escribieron.
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