Festejos del UPD: cómo cuidar a los jóvenes ante el consumo de alcohol y otras sustancias

Celebrar el último primer día de clases con fiestas que se extienden por toda la noche y promueven beber en exceso es una costumbre que se extiende entre los estudiantes. Los consejos de los expertos para cuidar a los adolescentes y evitar riesgos de salud

En Argentina, más de la mitad de los jóvenes de entre 12 y 15 años han probado alcohol alguna vez en su vida, según un estudio de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires.

Festejar el UPD (Último Primer Día) es una costumbre que se extiende entre los estudiantes de todo el país. Hoy varios colegios iniciaron el ciclo lectivo y las postales vuelven a repetirse: las celebraciones implican reuniones en casas o salones de eventos, salidas en grupo cantando y bailando por la calle y, también, consumo de alcohol.

Hace años los futuros egresados del nivel secundario empezaron a organizar festejos por el inicio del ciclo lectivo como un preanuncio de cómo experimentarán el cierre de esa etapa escolar. Y ese festejo se comenzó a replicar en estudiantes que no egresarán incluso, de tercer o cuarto año. Pero muchas de las fiestas, bailes y encuentros que hacen, vienen acompañados de excesos, desbordes y consumo excesivo de alcohol y también de otras sustancias adictivas.

Los festejos comienzan la noche anterior y concluyen en las puertas de los colegios con bombas de estruendo, bengalas de colores, y mucho cotillón. Los chicos que participan concurren al primer día de clases prácticamente sin dormir y con frecuencia alcoholizados. Además de los días libres de vacaciones, el UPD se suma a las oportunidades que los adolescentes y jóvenes tienen para reunirse a tomar alcohol, hecho que los especialistas critican y alertan de su consumo cada vez más precoz y en grandes cantidades.

Los científicos sugirieron que las recomendaciones globales de consumo de alcohol deben enfocarse en la edad (Foto: Christin Klose/dpa)

En el año 2021, un informe del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires reveló que un 78,7% de los adolescentes comienza a ingerir alcohol entre los 12 y los 15 años de edad. Sin embargo, la edad en la que se registró el mayor indicador de inicio de consumo fue a los 14 años (30,06%), seguido por los 15 (27,49%) y los 13 (15,24%). El relevamiento fue realizado entre agosto y septiembre y fue distribuido sobre una población de 1.000 alumnos de 12 a 18 años que concurren a establecimientos educativos bonaerenses.

Las cifras obtenidas en el estudio no pasaron de largo y despertaron las alarmas en la provincia. “Que más del 20% de los chicos y chicas comiencen a beber alcohol entre los 12 y 13 años nos debe preocupar y ocupar. Incluso detectamos varios casos en edades aún más tempranas, algo que es extremadamente peligroso. Es decir, las consecuencias que puede sufrir un niño o adolescente a partir de una borrachera son realmente muy graves. Corren mucho más riesgo que una persona adulta”, expresó Juan Gossen, director General del ente provincial.

Desde Sedronar impulsan una campaña para evitar consumos excesivos en el UPD

Cómo cuidar a los adolescentes del alcohol

A fin del año pasado, los expertos de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) expresaron su preocupación por el aumento del consumo problemático de sustancias como el alcohol, las bebidas energizantes, el tabaco y la marihuana entre los jóvenes argentinos. Lo hicieron al publicar un documento denominado La Sociedad Argentina de Pediatría y el consumo problemático: una responsabilidad de todos.

En el trabajo, la SAP aclaró que, aunque muchos de estos consumos están arraigados en la sociedad en todos los grupos etarios y forman parte de la cotidianeidad, sin ninguna duda pueden afectar negativamente -en forma ocasional o sostenida en el tiempo- la salud física, psíquica, las relaciones interpersonales y/o con la ley, sobre todo en los niños, niñas y adolescentes, cuyo organismo se encuentra en pleno desarrollo.

Esas cuatro sustancias mencionadas son las que más consumen los y las adolescentes y jóvenes actualmente en Argentina, según la última encuesta de Sedronar sobre este tema.

En diálogo con Infobae, la doctora Silvia Cabrerizo (MN 103.200), pediatra toxicóloga y secretaria del Grupo de trabajo en Adicciones de la SAP, brindó detalles acerca de las consecuencias que el consumo de alcohol tiene sobre los niños y jóvenes: “El desarrollo cerebral finaliza hacia los 20 y los 21 años, y la incorporación de cualquier sustancia psicoactiva interfiere con ese desarrollo normal, donde lo último que ese adolescente termina de formar es la capacidad crítica del pensamiento”.

El ejemplo de las personas adultas en relación al consumo es importante: muchas veces, el inicio del consumo de alcohol en adolescentes está motivado por miembros de su propia familia o red de confianza

“El riesgo que vemos hoy por hoy en los jóvenes es la modalidad de consumo, la cual se denomina Consumo Episódico Excesivo de Alcohol (CEEA) o Binge Drinking (BD, por sus siglas en inglés), donde se consume mucho alcohol en pocas horas. Cuando esto sucede, además de que consumen mucha cantidad, lo que se ingiere habitualmente son bebidas de alta graduación alcohólica, como vodka o fernet. Estamos hablando de bebidas que tienen 40 gramos de alcohol cada 100 mililitros. Casi la mitad de lo que consumen es alcohol puro, etílico”, agregó la especialista.

Esta modalidad de ingesta se vio reflejada en el informe de 2021 elaborado por la Defensoría bonaerense, donde se advierte que 1 de cada 10 de los adolescentes encuestados (10,79%) bebe más de cinco copas/cervezas en un corto período de tiempo para embriagarse más rápidamente.

Según explicó Cabrerizo, cuando ante el consumo excesivo “el hígado no tiene tiempo para metabolizar tan rápido esa cantidad excesiva de alcohol, y eso hace que aumente los niveles de la sustancia en sangre —lo que se denomina alcoholemia—, con efectos que se visualizan principalmente actuando sobre el sistema nervioso central, y ahí es cuando el paciente puede evolucionar a un coma alcohólico”. Además, al ser un tóxico multisistémico, el alcohol puede generar otras alteraciones como daño hepático y toxicidad hematológica.

La adolescencia es un momento para alejarse de cualquier consumo de alcohol. Para el adolescente, a veces es difícil incorporar el concepto de “beber un poco” (Getty Images)

Consejos útiles para los padres

El Ministerio de Salud de la Nación, ofrece una serie de recomendaciones a las familias frente al peligro del consumo excesivo de alcohol en jóvenes y adolescentes:

-Es importante que acompañes a niños, niñas y/o adolescentes que estén a tu cargo, y conozcas sus intereses y actividades.

-Podés intercambiar experiencias y sugerencias con otras familias para saber cómo fomentan los cuidados en otros espacios.

-El ejemplo de las personas adultas en relación al consumo es importante: muchas veces, el inicio del consumo de alcohol en adolescentes está motivado por miembros de su propia familia o red de confianza.

-No estimules el consumo de alcohol en adolescentes: da un mensaje claro acerca de los efectos del consumo y los daños irreversibles que provoca el alcohol.

-Promové alternativas saludables: fomentá opciones para compartir momentos entre pares. Por ejemplo, conocé y probá deportes o disciplinas entretenidas, actividades lúdicas de ingenio y desafiantes, espacios culturales, salir a merendar en espacios abiertos, entre otras.

Cómo impacta el consumo de alcohol en el cerebro

La adicción al alcohol es un problema de salud pública (Getty)

Hasta los 18 años, cualquier sustancia psicotrópica puede comprometer la capacidad cognitiva. Y según una nueva investigación de especialistas en Brasil, el consumo de alcohol en adolescentes afecta la formación del sistema nervioso.

El consumo de alcohol puede interrumpir el proceso de formación del sistema nervioso de los adolescentes, lo que reduce su capacidad cognitiva en la edad adulta, de acuerdo con Zila Sánchez, investigador del Centro Brasileño de Informaciones sobre Drogas Psicotrópicas de la Universidad Federal de Sao Paulo (Unifesp).

“A los 18 años, todo el sistema nervioso central del adolescente está en proceso de formación y su cerebro desarrolla nuevas conexiones entre las neuronas. Cualquier sustancia psicotrópica puede interrumpir esta formación, comprometiendo la capacidad cognitiva de uno para la vida”, explicó el doctor Zila Sánchez.

Varias son las convocatorias a fiestas por el UPD en redes sociales

Según Zila, hasta el final de la adolescencia, lo ideal es evitar el alcohol. “Es un momento para alejarse de cualquier consumo de alcohol. Para el adolescente, no existe el concepto de “beber un poco”. Todavía no ha desarrollado tolerancia y, a menudo, una lata de cerveza es suficiente para la intoxicación por alcohol”, aseguró el investigador. Y agregó que, debido a problemas cerebrales y hormonales, los adolescentes ya tienden a exponerse a riesgos. “Con el alcohol, este comportamiento se exacerba y aumenta enormemente la posibilidad de tener relaciones sexuales inseguras, la exposición al abuso sexual, la agresión y la violencia”, precisó.

El uso abusivo del alcohol mata anualmente a más de 3 millones de personas en el mundo, según un estudio presentado recientemente por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

De todas las muertes relacionadas con el alcohol, el 28% fueron a causa de heridas provocadas en accidentes de tránsito, automutilaciones o violencia interpersonal; el 21% a causa de desórdenes digestivos, 19% a causa de enfermedades cardiovasculares y el resto por enfermedades infecciosas, cánceres y desórdenes mentales, entre otros.

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