Tener la presión arterial alta puede implicar diferentes riesgos para la salud de la persona que lleva adelante un embarazo y para el bebé. Puede llegar menos sangre a través de la placenta, y el bebé puede crecer más lento. Puede haber desprendimiento de placenta y un parto prematuro, entre otros impactos.
Para que se detecte a tiempo la presión arterial alta, el destacado Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de los Estados Unidos publicó un proyecto en el que se recomienda examinar a todas las embarazadas.
Se busca detectar trastornos hipertensivos mediante el control de la presión arterial a lo largo del embarazo. Los expertos llamaron también la atención sobre las desigualdades étnicas.
Es la primera vez que el Grupo de trabajo propone ampliar las recomendaciones de detección para incluir todos los trastornos hipertensivos del embarazo.
El borrador de la declaración de recomendación y la revisión de la evidencia científica se publicaron en línea para los expertos puedan recibir comentarios del público. La declaración es coherente con una declaración de 2017 que recomienda el tamizaje con mediciones de la presión arterial durante todo el embarazo.
Ya se recomendaba que las mediciones de la presión arterial se tomaran durante cada visita prenatal, pero “la diferencia ahora realmente destaca la importancia de eso: que este es un enfoque único que es muy efectivo”, dijo Esa Davis, que es integrante del Grupo de trabajo y profesora asociada de medicina en la Universidad de Pittsburgh.
El borrador de la recomendación insta a los médicos a controlar la presión arterial durante el embarazo como “herramienta de detección” de los trastornos hipertensivos. Esto puede reducir el riesgo de que algunos trastornos hipertensivos queden sin diagnosticar o tratar.
“Como el proceso de detección y el tratamiento clínico son similares para todos los trastornos hipertensivos del embarazo, estamos ampliando a todos los trastornos hipertensivos: hipertensión gestacional, preeclampsia y eclampsia”, dijo Davis.
La Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos fue creado en 1984. Incluye a un grupo de expertos médicos voluntarios e independientes cuyas recomendaciones ayudan a orientar las decisiones de los médicos. Todas las recomendaciones se publican en el sitio web del grupo de trabajo o en una revista revisada por expertos.
Para hacer este proyecto de recomendación más reciente, el grupo de trabajo revisó los datos sobre diferentes enfoques para la detección de trastornos hipertensivos durante el embarazo de los estudios publicados entre enero de 2014 y enero de 2022, y volvió a examinar investigaciones anteriores que habían sido revisadas para recomendaciones anteriores.
“La detección mediante la presión arterial durante el embarazo en cada encuentro prenatal es una práctica clínica estándar de larga data que identifica los trastornos hipertensivos del embarazo. Sin embargo, la morbilidad y la mortalidad relacionadas con estas condiciones persisten“, escribieron en la revisión de la evidencia el Centro de Práctica Basada en la Evidencia separado, que informó el proyecto de recomendación del grupo de trabajo.
“A la mayoría de las embarazadas se les toma la tensión arterial en algún momento del embarazo y, en muchas de ellas, el trastorno hipertensivo del embarazo se diagnostica por primera vez en el momento del parto”, escribió.
“Los diagnósticos tardíos ofrecen menos tiempo para la evaluación y la estabilización y pueden limitar las opciones de intervención. Se necesitan futuras investigaciones de implementación para mejorar el acceso a la medición regular de la presión arterial más temprano en el embarazo y posiblemente continuar en las semanas posteriores al parto”, afirmaron.
El proyecto está en la categoría como “recomendación B”. Eso significa que los médicos deberían hacer un monitoreo de la presión. Porque existe una alta certeza de que es moderadamente beneficioso o una certeza moderada de que es altamente beneficioso.
Para esta recomendación en particular, el Grupo de trabajo concluyó con certeza moderada que la detección de los trastornos hipertensivos en el embarazo, con mediciones de la presión arterial, tiene un beneficio neto sustancial.
Los datos publicados el año pasado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos muestran que, entre 2017 y 2019, la prevalencia de trastornos hipertensivos entre los partos hospitalarios aumentó del 13,3% al 15,9%, afectando al menos a 1 de cada 7 partos en el hospital durante ese período de tiempo.
Los trastornos de la tensión arterial en el embarazo han duplicado su prevalencia en las tres últimas décadas en los Estados Unidos. Afectan a uno de cada 10 embarazos, frente a uno de cada 20 en 1993. Según los datos, las mujeres de más edad, las negras y las indígenas tenían más riesgo de sufrir trastornos hipertensivos.
Los trastornos hipertensivos durante el embarazo pueden controlarse con un seguimiento regular durante las visitas prenatales.
Comer alimentos sanos y hacer ejercicio con regularidad también puede ayudar a tener la presión arterial alta bajo control, y algunos medicamentos para la presión arterial se consideran seguros de usar durante el embarazo, aunque las pacientes deben consultar con su médico.
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