Los dos pacientes que permanecen internados en la localidad bonaerense de Berazategui evolucionan favorablemente y en uno de ellos los análisis de laboratorio descartaron que el cuadro por el que ingresó al Hospital Evita Pueblo de esa localidad se tratara de una infección por salmonella o shigella, como había ocurrido en los otros tres paciente.
Luego de las dos muertes registradas este mes y dadas a conocer la semana pasada, ambas relacionadas con el consumo de carne y achuras contaminadas, las miradas se centraron en otras dos personas que permanecían internadas en la misma localidad bonaerense con cuadros similares.
Del paciente hospitalizado en el mismo centro médico donde se registraron los fallecimientos, el director del centro de salud, Martín Garaycochea, descartó que se tratara de una infección por las mismas bacterias detectadas en las dos víctimas fatales. “Mediante cultivos se descartó que fuera intoxicación por los mismos patógenos que fallecieron las otras dos personas -informó en declaraciones televisivas-. El paciente evoluciona favorablemente, empezó a orinar por sus propios medios, lo que significa que está saliendo de la insuficiencia renal y estamos evaluando extubarlo”, dijo ante los medios de prensa en la puerta del hospital.
El cuarto paciente se encuentra internado en una clínica privada, y según informaron fuentes del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires a Infobae, “el resultado de las muestras biológicas arrojó que se trata de una infección por salmonella”.
Dijeron además, que el hombre, de 40 años, trabaja como repartidor de achuras y cerdo, y había consumido carne de la misma carnicería que el primer fallecido, el pasado 13 de enero.
“Inició síntomas el 14 de enero, y al día siguiente consultó por fiebre y cuadro compatible con erisipela a lo que se agrega diarrea. Permanece internado estable, con buena evolución”, aseguraron desde la cartera sanitaria.
En los dos fallecidos, en tanto, los cultivos de materia fecal indicaron la presencia de las bacterias salmonella y shigella. Se trataba de un hombre de 48 y otro de 36 años.
A propósito de estos casos, las autoridades sanitarias bonaerenses emitieron un comunicado en el que recomendaron:
- Utilizar agua segura. Si no es agua de red, agregar dos gotas de lavandina por litro de agua o hervirla de 2 a 3 minutos, o utilizar pastillas potabilizadoras.
- Practicar costumbres de higiene como lavado de manos con agua y jabón después de ir al baño, después de cambiar los pañales y, las madres, antes de dar de mamar. También antes y después de preparar alimentos (en especial después de tocar carne cruda) y consumirlos.
- Mantener la higiene en la preparación de alimentos.
- Utilizar alimentos frescos, limpios, bien cocinados y recientemente preparados.
- Lavado de vegetales: lavar y desinfectar cuidadosamente con agua segura frutas y verduras sobre todo si se consumen crudas y en lo posible, pelarlas.
- Cocinar bien los alimentos: los huevos hasta que tengan consistencia dura. Si los huevos tienen olor o sabor extraño, no consumirlos.
- Las carnes deben estar bien cocidas por dentro y por fuera, hasta que pierdan totalmente el color rosado, teniendo especial cuidado con la carne picada, hamburguesas, albóndigas, empanadas, pastel de carne, achuras, etc. Cocción correcta: cocinar completamente hasta que no queden partes rosadas en su interior y sus jugos sean claros (mínimo 71°C en el centro de la pieza).
- Si la carne tiene mal olor al momento de prepararla, o perdió la cadena de frío, no consumirla. Las carnes no deben descongelarse más de una vez en caso de haber sido frizadas.
- No usar el mismo cuchillo, tabla o mesada donde se apoyó carne cruda para cortar otros alimentos, sin antes lavarlos con agua y detergente.
- Evitar la contaminación cruzada: en las áreas de preparación de alimentos limpiar y desinfectar las superficies, las tablas de cortar y los utensilios después de que hayan tomado contacto con carne cruda y/o sus jugos.
- Separar las carnes crudas y/o sus jugos de los alimentos listos para consumir principalmente durante la compra, el almacenamiento y la preparación de los mismos.
- Consumir leche, derivados lácteos y jugos que estén pasteurizados.
- Conservar alimentos frescos y cocidos en la heladera.
- Evitar la ingesta de medicamentos sin indicación médica e infusiones caseras.
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