El colesterol es una sustancia grasa que está presente en todos los tejidos del cuerpo humano y es necesario para el normal funcionamiento del organismo. Sirve como materia prima para las membranas (paredes) de las células y para la síntesis (fabricación) de hormonas como por ejemplo los estrógenos y andrógenos.
Entonces, el colesterol no es un enemigo a combatir. Lo que ocurre es que en exceso genera graves consecuencias para la salud al incrementar la probabilidad de enfermedad cardiovascular. Y los expertos coinciden en que una dieta balanceada es la primera medicina para evitar el colesterol alto.
El llamado colesterol LDL (lipoproteína de baja densidad) se acumula en las arterias y forma una placa que bloquea el flujo de sangre al cerebro. El colesterol HDL (lipoproteína de alta densidad) recoge el LDL y lo lleva al hígado para ser procesado.
Los niveles óptimos de colesterol varían de persona a persona, por lo que siempre lo ideal es consultar a un médico de manera periódica para chequear este y otros valores que resultan predictores de un buen estado de salud.
La médica cardióloga Elizabeth Klodas, formada en la Clínica Mayo Clinic y la Universidad Johns Hopkins, aseguró que siempre intenta usar la alimentación como primera medicina con sus pacientes. Y enumeró cuáles son -a su entender- los cuatro peores alimentos que deben evitar las personas que tienen colesterol alto para mantener su corazón sano, y qué comer en su reemplazo.
1- Carnes rojas
Para quienes no quieran eliminar la carne roja por completo, la especialista recomendó consumir pequeñas cantidades de carne magra. Y por pequeñas se refiere a una porción de hasta 85 gramos, y comer carne roja sólo una vez a la semana.
Klodas recordó que las aves de corral también contienen grasas saturadas, por lo que aconsejó “evitar la carne roja no significa necesariamente que se deba comer mucho pollo”.
En cuanto a las alternativas a la carne, la especialista recomendó comer en su lugar pescados y mariscos. “Los camarones pueden tener un alto contenido de colesterol, pero siempre y cuando no se los prepare con manteca, proporcionarán muchas proteínas y no afectarán al colesterol en la sangre”.
Algunas otras opciones de proteínas magras son los pescados de carne blanca como la tilapia, el halibut, el bacalao, el lenguado, el abadejo y la lubina.
2- Fritos
Cualquier cosa cocinada con exceso de aceite muy caliente. Por tentador que sea, freír los alimentos generalmente aumenta el conteo de calorías porque las grasas saturadas o trans y el colesterol son absorbidos por los alimentos durante el proceso de cocción.
En su lugar Klodas recomendó hornear las papas, batatas, las coles o cualquier vegetal que se quiera freír cuando se tenga antojo de algo crujiente. O bien, una alternativa es invertir en una freidora de aire, que utiliza mucha menos grasa con resultados idénticos a la fritura convencional.
3- Carne procesada
La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó las carnes procesadas como la panceta, las salchichas y los embutidos como carcinógenos. La carne procesada, además, está cargada de sodio y grasas saturadas.
En este punto no hay reemplazos, ya que las opciones veganas raramente saciarán un antojo de este tipo de alimentos. La especialista aconsejó reducir el consumo de estos productos al máximo y reservarlo para ocasiones especiales.
4- Productos panificados
Se incluyen aquí galletitas, tortas, facturas y pasteles producidos de manera industrial, los cuales suelen tener muchas calorías, son bajos en nutrientes y contienen grandes cantidades de grasa (especialmente grasas saturadas como la manteca y la manteca vegetal) y azúcar.
Según Klodas, “todos estos son grandes culpables del colesterol alto”. Y en su lugar recomendó elaborar y hornear en los hogares este tipo de alimentos para poder así controlar la cantidad y el tipo de grasa y azúcar que se usa.
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