Este mundo tiene tantas contradicciones. Acabo de venir de un congreso en San Diego dedicado a la obesidad como enfermedad, había unas dos o tres mil personas de todo el mundo. Pero hay muchos países en los que hay movimientos que dicen que la obesidad no es una enfermedad.
“Hay que romper con la uniformidad de los cuerpos”, afirman estos movimientos. Por supuesto que hay que hacerlo para que la gente sea respetada con el tamaño que tenga, como la gente debe ser respetada con la estatura que tenga o con el color de piel que tenga. Pero eso no quiere decir, que el hecho de que yo respete a una persona con 120 kilos, no deja de ser una enfermedad.
Yo puedo respetar a una persona que tiene sinusitis, que tiene hipertensión o que tiene diabetes. Pero tener 18-12 de presión, no es lo mismo que tener 13-8, y tener 120 kilos o 100 kilos de peso, no es lo mismo que tener 70. Esa persona va a tener más problemas de salud.
¿Hay que discriminarlo o retarlo por eso? En absoluto. Pero a esa persona le conviene saber que es conveniente que adelgace. ¿Aparecen estas campañas por maldad? No. Hay otra cosa que decía Napoleón, “no hay que atribuirle a la maldad lo que puede ser fácilmente explicado por la incompetencia”.
Es que la obesidad y el sobrepeso se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud, ya que son factores de riesgo para numerosas enfermedades crónicas, entre las que se incluyen la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
¿Cuál es la diferencia con el sobrepeso y qué es la obesidad? El sobrepeso es hasta 15 o 20 kilos por encima de lo que uno debería tener. Y la obesidad está por encima de esos 20 kilos. Sin embargo, las complicaciones en la salud comienzan a partir de los 10 kilos de más, es por eso que la diferencia entre el sobrepeso y la obesidad, es una diferencia de grado. Lo mejor es tener el menor peso que uno pueda tener razonablemente, recordando que lo ideal es el enemigo de lo bueno.
La obesidad está caracterizada por tres factores: el primero es ingerir más de lo que el organismo necesita para graduar su equilibrio en el peso normal, siendo generalmente este un exceso. El segundo, una mala utilización de la ingesta que hace que se transforme muy fácilmente en grasa o el tercero, una disminución de la actividad física.
El problema y el mayor desafío es que la obesidad no tiene una causa única. Por el contrario su naturaleza compleja es el resultado de una combinación de diversos factores como los genéticos y metabólicos, el ambiente obesogénico y los llamados factores desencadenantes.
Con ambos progenitores obesos existe un 85% de probabilidades de que el hijo sea obeso y con un progenitor obeso hay 50% de probabilidades. Con ambos progenitores delgados, 15% de probabilidades de que le hijo sea obeso.
El sobrepeso, como su nombre lo indica, es un peso por encima del ideal que indican las tablas. Este exceso puede ser debido a muchas causas porque cualquier órgano o sistema que crezca de manera patológicamente puede producirlo. En la práctica, el sobrepeso se debe a: gordura (aumento de grasa), retención de líquidos (edemas), hipertrofia muscular (deportistas, atletas) o embarazos.
Frente a este cuadro, la solución pasa principalmente por la incorporación de hábitos saludables tanto para tratar la enfermedad, como para su prevención. La dieta saludable y la actividad física suficiente y regular son los principales factores de promoción y mantenimiento de una buena salud durante toda la vida.
Para la OMS, una enfermedad es una alteración o desviación del estado fisiológico en una o varias partes del cuerpo, por causas en general conocidas, manifestada por síntomas y signos característicos, y cuya evolución es más o menos previsible. La obesidad cumple con todas estas características y además particularmente ha sido evidenciada su condición inflamatoria, a partir del aumento de un tejido adiposo disfuncional que explica el nexo con sus comorbilidades.
*El doctor Alberto Cormillot es un reconocido médico argentino especialista en obesidad, educador para la salud, escritor y conferencista. Fundó y dirige la Clínica de Nutrición y Salud que lleva su nombre, Dieta Club, la Fundación ALCO (Anónimos Luchadores Contra la Obesidad) y el Instituto Argentino de Nutrición, desde donde asesora a industrias para la elaboración de productos dietéticos y saludables.
* Realización: Samuel Cejas / Edición: Pedro Kablan / Producción: Dolores Ferrer Novotný
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