Es rico al horno, trozado o en distintas preparaciones, pero existe una pregunta que siempre sobrevuela. ¿Es conveniente lavar el pollo?
En algunos países se hizo la encuesta sobre lavar el pollo antes de cocinarlo. La mitad de la gente dijo que sí, y la otra mitad dijo que no. En nuestro país esa encuesta no la tenemos, pero posiblemente sea algo parecido.
En realidad, con todas las campañas que hubo de higiene, de limpieza, que hay que lavarse las manos, que hay que lavar los utensilios, que hay que tener mucho cuidado con las infecciones cruzadas, muchas personas creen que es bueno lavar el pollo. Pero cuando uno lava el pollo, en realidad, lo que está haciendo es generar la posibilidad de desparramar las bacterias que tiene.
Entre los microbios que tiene el pollo, uno de ellos es el campylobacter, que se puede desparramar por todo el resto de los utensilios que están cerca, hasta medio metro… Hay filmaciones increíbles donde se ve hasta medio metro, 70 u 80 centímetros, y hasta un metro. Estas son las distancias que pueden llegar a saltar los microbios.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la campylobacter es una de las cuatro principales causas mundiales de enfermedad diarreica y está considerada como la causa bacteriana más frecuente de gastroenteritis en el mundo. Aunque las infecciones suelen ser leves, también pueden ser mortales en niños muy pequeños, personas de edad e individuos inmunodeprimidos.
Asimismo, el organismo internacional indicó que el calor y la cocción a fondo de los alimentos matan las diferentes especies de Campylobacter, al tiempo que destacó que, para prevenir las infecciones, “hay que seguir las prácticas básicas de higiene alimentaria al preparar las comidas”.
Es que, al igual que afirma la OMS, la forma de consumir el pollo es bien cocido, una vez que uno lo pone en el horno. No hay forma de limpiarlo por más que usted le ponga agua caliente o le ponga lo que le ponga. La forma de hacer que el pollo sea saludable es cocinándolo bien a fondo.
Según la Agencia de Normas Alimentarias de Reino Unido (FSA por sus siglas en inglés) se recomienda no mojar al pollo y, para evitar enfermedades diarreicas, lo adecuado es separar las carnes crudas de otros alimentos, tanto desde su compra en el mercado, como en su preparación y durante su almacenamiento.
Una estrategia que se puede aplicar para evitar la contaminación es usar tablas de picar diferentes, una para carnes en general (pollo, carne de res, mariscos, pescados, etc.) y otra para cortar o pelar frutas y verduras.
Y le agrego un tip de alimentación para el cerebro o para el alma. Si usted está en calma cuando todos los demás están perdiendo la cabeza, puede ser o que la tenga muy clara, o que no esté viendo bien la situación.
*El doctor Alberto Cormillot es un reconocido médico argentino especialista en obesidad, educador para la salud, escritor y conferencista. Fundó y dirige la Clínica de Nutrición y Salud que lleva su nombre, Dieta Club, la Fundación ALCO (Anónimos Luchadores Contra la Obesidad) y el Instituto Argentino de Nutrición, desde donde asesora a industrias para la elaboración de productos dietéticos y saludables.
* Realización: Samuel Cejas / Edición: Pedro Kablan / Producción: Dolores Ferrer Novotný
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