El corazón avisa. El dolor de pecho es uno de los principales síntomas de un ataque cardíaco o un infarto de miocardio y una de las señales más conocidas de afecciones cardiovasculares. Por eso, su atención temprana es clave para salvar vidas.
Este malestar en la zona torácica suele aparecer de forma repentina, acompañado de cierta agitación, a veces por un tiempo corto, aunque puede prolongarse, y suele disminuir su intensidad si la persona se encuentra en reposo.
Por este motivo, desde la Federación Argentina de Cardiología (FAC) se impulsa el 7 de diciembre como el Día del Dolor de Pecho para concientizar sobre la necesidad de la consulta médica temprana para evitar complicaciones cardiovasculares.
El doctor Walter Quiroga Castro (MP 21604), cardiólogo y miembro de FAC, explicó que “si bien puede haber casos que no son típicos, lo habitual es que el paciente sienta una sensación de opresión en el centro del pecho, un peso en el centro del tórax, que puede irradiarse a los brazos o el cuello, o a veces al mentón (maxilar inferior)“.
Además, la persona puede experimentar falta de aire y/o transpiración. “En algunos pacientes el dolor se presenta por debajo del tórax en el medio del abdomen (boca del estómago), puede confundirse con patología digestiva. Además, en general, aumenta al hacer esfuerzos y disminuye al quedarnos en reposo”, afirmó el especialista.
En las mujeres y en los adultos mayores, el dolor puede manifestarse con síntomas atípicos, como es el dolor en la zona alta del abdomen o bien con falta de aire.
Toda persona mayor de 40 años, o que tenga factores de riesgo cardiovasculares como la diabetes, hipertensión, colesterol elevado o tabaquista, frente a un dolor que haga sospechar un ataque cardiaco debe consultar a una guardia o a un servicio de emergencias en forma inmediata.
La importancia de este accionar radica en que si se realiza un diagnóstico temprano y se logra “destapar” la arteria comprometida se aumentan las chances de evitar secuelas graves en el corazón.
Múltiples estudios clínicos han demostrado cómo afecta en la salud de los pacientes la demora en la consulta al servicio de salud.
La Federación Argentina de Cardiología señala que, de acuerdo con el registro de infartos de la Argentina, los pacientes que consultan en la primera hora de dolor de pecho tienen una mortalidad cercana al 1% y en aquellos que consultan después de las 12 horas la mortalidad se acerca al 10%.
Los datos son contundentes: quienes consultan en la primera hora tienen 10 veces menos posibilidades de morir de un infarto.
Datos de otros países confirman la relevancia de dirigirse rápidamente a un servicio de emergencias: según el registro de infarto en Corea del Sur, la mortalidad de los pacientes que consultaron después de 24 horas de iniciado el dolor fue casi el doble respecto a quienes fueron revisados por un profesional de la salud en las primeras 24 horas.
La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en todo el mundo. Comprende varias afecciones, entre las que se destacan el ataque cardíaco, la insuficiencia cardíaca, la enfermedad de las válvulas, el accidente cerebrovascular, los trastornos del ritmo cardíaco y la enfermedad de las arterias y venas periféricas, como las más frecuentes.
Por eso, la rapidez en la consulta ante un dolor de pecho es vital para mejorar la vida de los pacientes y bajar los índices de mortalidad por infarto de miocardio. “Es importante no minimizar este síntoma, no automedicarse y acudir a una guardia inmediatamente”, enfatizó Quiroga.
Los cardiólogos coinciden en que tener en cuenta estas recomendaciones y hablarlas con familiares y amigos beneficia la salud cardiovascular y disminuye complicaciones futuras.
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