Diciembre avanza a pasos sofocantes. La ola de calor no da tregua en toda la Argentina: ocho provincias siguen bajo alerta naranja por altas temperaturas y otras 14 se encuentran en alerta amarilla, según indicó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
El nivel amarillo indica el riesgo de efectos leves a moderados en la salud, que pueden ser peligrosos, sobre todo para los grupos de riesgo, como niños, niñas y personas mayores de 65 años con enfermedades crónicas. El alerta naranja implica riesgo de moderado a alto y las consecuencias en la salud resultan muy peligrosas para los grupos más vulnerables.
Cuando las temperaturas empiezan a subir y alcanzan valores muy altos, superiores a 35°C, en condiciones de alta humedad y si el fenómeno se extiende por varias jornadas, las funciones del organismo se desestabilizan y pueden aparecer complicaciones de salud. La Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) advierte que si bien es poco frecuente, el golpe de calor suele subestimarse y es necesario tener en cuenta que la elevación de la temperatura corporal desencadena disfunciones metabólicas que pueden tener consecuencias fatales.
El doctor Daniel López Rosetti, cardiólogo y especialista en medicina del estrés, explicó en Infobae que los seres humanos termorregulamos nuestra temperatura. Esto sucede porque generamos calor y el cuerpo se encarga de regularlo. Cuando este mecanismo natural no puede producirse, aparecen las complicaciones.
¿Qué es el golpe de calor?
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advierte que el calor puede causar síntomas severos, como el golpe de calor, que consiste en la incapacidad del organismo para regular la propia temperatura. Quienes lo padecen presenta piel seca, enrojecida y caliente, pulso rápido y fuerte, náuseas, calambres y hasta pérdida del conocimiento, que puede llevar al coma y la muerte.
“El diagnóstico se define por elevada temperatura corporal (típicamente, pero no siempre, superior a los 40° C) y disfunción orgánica múltiple que, si no se trata de manera rápida y adecuada, puede ser fatal”, advirtió a Infobae la la doctora Stella Maris Cuevas, otorrinolaringóloga y alergista..
Por su parte, el doctor López Rosetti detalló que “cuando las temperaturas a nuestro alrededor son demasiado elevadas, por ejemplo, 39 ó 40 grados, nos ponen en jaque y no podemos termorregular. Además, si a un día extremadamente cálido, le sumamos condiciones de humedad, más del 60% a nuestro alrededor, no podemos ni perder temperatura hacia el exterior porque se satura nuestros sistemas de termorregulación, ni la transpiración (otro mecanismo para autorregular) puede evaporarse, pasar al aire”, detalló
La respuesta del organismo ante este fenómeno es malestar general, náuseas, vómitos, debilidad, alteraciones del nivel de conciencia, taquicardias. El reconocido cardiólogo precisó que todo esto ocurre porque sucede “un proceso de deshidratación, la presión arterial baja, y este proceso puede llegar a insuficiencia renal e incluso la muerte. Estos son los efectos del golpe de calor”.
Síntomas del golpe de calor
- Temperatural corporal superior a 40 grados
- Dolor de cabeza
- Piel enrojecida, caliente y seca, o sudoración excesiva
- Náuseas, vómitos y confusión
- Pulso acelerado y respiración rápida
- Presencia de letargo, astenia, cansancio y/o falta de apetito
- Alteración de la conciencia, convulsiones y pérdida de conocimiento
El golpe de calor es una urgencia médica y debe realizarse una consulta médica ante los síntomas. La doctora Cuevas señaló que esto se debe a que la incapacidad de regular la temperatura corporal puede dañar órganos vitales y se debe evitar llegar a ese momento. Para prevenir esta situación, se debe tener presente los siguientes consejos:
1 - Vestirse con ropa clara y ligera
2 - Usar de sombreros y gorras, incluso estando en la sombra
3 - Evitar salir en las horas de mayor intensidad de los rayos solares (entre las 10 y 17 horas)
4 - Beber suficiente cantidad de agua (al menos 8 vasos o dos litros, y procurar ingerir líquidos antes de tener sed, para no llegar al punto de deshidratación)
5 - Evitar la actividad física al aire libre entre las 10 y las 17, aproximadamente
6 - Durante los días de calor extremo mantener una alimentación liviana, evitar comidas de lenta digestión y pesadas.
7 - Evitar estar mucho tiempo en lugares cerrados muy calurosos
8 - Recordar que la hidratación en los bebés y las personas mayores se vuelve imprescindible, muchas personas mayores dejan de beber y solo lo hacen ante la insistencia de un tercero
9- Se trata de una urgencia médica: lo más importante es normalizar la temperatura corporal y llevarla entre 36,5 y 38 °C, aproximadamente, en pocos minutos.
Agua y alimentos livianos para protegerse del calor
Tomar abundante líquido es fundamental, y si es frío mejor. Esto incluye agua, jugos sin azúcar, infusiones frescas. Con las altas temperaturas, aumenta el requerimiento de líquidos por parte del organismo, por lo debemos hidratarnos aún más y no esperar a tener sed.
La doctora Cuevas subrayó que se debe prestar especial atención a la hidratación de los niños pequeños y las personas mayores, ya que muchos dejan de beber y solo lo hacen ante la insistencia de un tercero.
Los bebés que se alimentan exclusivamente a pecho no necesitan tomar agua, pero hay que amamantarlos con mayor frecuencia. No hay que exponerlos al sol directo hasta los seis meses. Es necesario mojarles la piel y consultar ante cualquier reacción, diarrea o vómitos.
Además, es indispensable reforzar la hidratación al hacer actividad física: si se entrena durante los días de mucho calor es esencial mantenerse hidratado antes, durante y después del ejercicio. Otro consejo es mantener una alimentación liviana, evitar comidas de lenta digestión y pesadas.
La licenciada en Nutrición Romina Pereiro recomendó en Infobae consumir preparaciones livianas, lo más naturales posibles. Sin mucha cantidad de grasas ni azúcares. Elegir frutas, licuados, verduras, ensaladas, tartas, y darle prioridad a la comida casera. Por eso, es vital el consumo abundante de frutas y verduras con pocos aderezos.
Se deben evitar las bebidas alcohólicas y gaseosas, y los alimentos con alto contenido de grasas, azúcar y sodio.
El golpe de calor es una emergencia médica: lo más importante es estabilizar la temperatura del cuerpo y concurrir a un centro médico para recibir atención adecuada.
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