Las mujeres atraviesan vaivenes hormonales a lo largo de su vida que se presentan, por ejemplo, en ciclos como el embarazo o el puerperio. Sin embargo, en el caso de la menopausia las sensaciones son más intensas ya que hay una disminución pronunciada de las hormonas femeninas como el estrógeno y la progesterona. El cuerpo se va preparando previamente para este cuadro y en algunos casos puede haber síntomas como dificultades para dormir, alteraciones menstruales y episodios bruscos de calor.
En este sentido, y con motivo del Día Mundial de la Menopausia, fecha que promueve la Organización Mundial de la Salud para generar conciencia sobre la importancia de la evaluación durante este período. La mejor forma de hacerlo es acudir tanto al ginecólogo como al endocrinólogo para conocer las alteraciones que experimentará el cuerpo y, siguiendo las pautas indicadas, la mujer se sentirá saludable dentro de este período.
Lamentablemente, aún en la actualidad, hablar de menopausia “es un tema tabú”, dijo a Infobae la doctora Laura Maffei (MN 62441), especialista en endocrinología clínica y profesora en el Instituto Universitario Cemic. “Es que la sociedad suele relacionarla con un síntoma de envejecimiento y pérdida de vitalidad. A pesar de que esta palabra pueda causar miedo y sea empleada como presagio de acontecimientos terribles, esto no tiene nada que ver con la realidad” remarcó. Si bien se trata de una “etapa fisiológica de cambios que pueden ser difíciles de afrontar” cuando son llevados “de forma adecuada, es posible disfrutar de una vida plena y satisfactoria. Es importante, entonces, contar siempre con el acompañamiento de un especialista”, dijo.
“En mi caso, este acontecimiento coincidió con un momento de mi vida en el cual descubrí un mundo intenso, con mucha libertad, con tiempo suficiente para mi desarrollo personal y gratificación, al no tener una dependencia familiar y laboral tan exigente. Pudiendo así, dar rienda suelta a actividades creativas y a disfrutar de esta etapa de mi vida”.
Así las cosas, esta etapa es un espacio de transición que abarca desde el climaterio —asociado a una disminución en la producción de estrógenos—, hasta llegar a la menopausia propiamente dicha —lapso durante el cual la mujer deja de tener menstruaciones—. A menudo se suelen escuchar frases como “pero estamos en menopausia” o “me siento así por la menopausia”. Estas son expresiones utilizadas para justificar los síntomas que pueden resultar molestos o no según cada organismo, dijo Maffei.
Anteriormente, la médica ginecóloga Rosana Molina (MN 75793) le había explicado a Infobae que el camino “a la menopausia suele ser paulatino y con variaciones: si bien se trata de un hecho normal o fisiológico en la vida de las mujeres y de ninguna forma constituye una enfermedad, a veces los síntomas pueden afectar la vida cotidiana y requerir un tratamiento”. Asimismo, la profesional agregó: “Hay distintos factores que contribuyen a definir cuál va a ser la edad en la que cada mujer transite esta etapa. Dentro de ellos está la genética pero también factores externos del medioambiente como el tabaquismo, el estrés o la alimentación”.
Al enfocarse en dejar de lado las situaciones estresantes inherentes a la evolución del cuerpo, se da un giro a los llamados “estresores” y la mujer puede aprender a vivir con los cambios. Resulta evidente que este proceso fisiológico trae consigo múltiples transformaciones. Además, puede que sea un período difícil y de adaptación circunstancial por un espacio de 1 ó 2 años, explicó Maffei.
Este proceso abre la puerta para que la paciente empiece a realizar ciertos controles médicos para mejorar el riesgo cardiovascular, vigilar la osteoporosis con énfasis en la prevención, controlar el peso, que puede aumentar, llevar una dieta balanceada y agregar asesorías con un nutricionista. Otro punto importante es la actividad física como modelo de vida sana.
Existen muchas herramientas para hacerle frente a este momento sintomático o asintomático en la vida de la mujer. Por otro lado, “más allá del aumento de peso, se encuentra el tema de los famosos “calores”, los cuales pueden ser en demasía o, por el contrario, inexistentes. Lo importante es consultar con una ginecóloga experta en el tratamiento con hormonas femeninas para acompañar en esta etapa de la vida y poder realizar una valoración conjunta con una médica endocrinóloga. El tratamiento existe”, sostuvo la misma experta.
Además, durante esta etapa pueden aparecer algunos trastornos del sueño y episodios de nerviosismo, los cuales suelen relacionarse a una mayor sensibilidad ante el estrés, explicó. Otro punto importante para mencionar tiene que ver con la insuficiencia ovárica prematura, la cual muchas veces conduce a la menopausia antes de los 40 años. En este caso específico, “la mujer debe ser valorada por especialistas y también se deben estudiar junto a un profesional las opciones viables para la maternidad en caso de desearla”, manifestó.
“Como especialista considero que la mejor manera de transitar estos cambios hormonales naturales es a través de la información. Es necesario educar a las mujeres acerca de los diferentes ciclos que ocurrirán a lo largo de su vida para, de esta manera, estar preparadas”, finalizó Maffei.
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