Lo que finalmente se observa en la calle y en los consultorios, fue ratificado en estadísticas por el Ministerio de Salud de la Nación: hay un aumento notorio de casos de influenza o gripe en la población.
Con más gente afectada fundamentalmente por mucha tos, dolor de cabeza y garganta y cuadros de fiebre alta, los contagios por gripe A han tocado niveles que no se registraban en Argentina desde 2016 y 2017.
Con mayor preponderancia se da en la zona central más poblada del país desde hace tres semanas en donde se registran guardias de hospitales, sanatorios y consultorios particulares de pediatras, un notable aumento en la cantidad de consultas de pacientes, o de familias enteras, afectadas por el masivo contagio.
Los números de la Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud indican en su último boletín 621 que los casos de influenza tipo A subieron fuertemente en la última semana en el país cuando se notificaron 845.523 casos positivos, con una tasa de incidencia acumulada de 1.828 casos por cada 100.000 habitantes, un pico de contagios que no se registraba desde 2016 y 2017.
“Si bien los años 2020 y 2021 fueron afectados por la pandemia para la notificación agrupada numérica, se observa un aumento también respecto de los dos años previos (2018 y 2019) para el mismo período en el presente año”, indica el reporte. Además, en la última semana, el porcentaje de positividad fue de casi el 33%, mientras que a lo largo del año el promedio fue del 9,6%.
“Los casos de influenza se detectan en todos los grupos de edad, con el mayor número de muestras positivas en el grupo de entre 25 y 34 años y de 45 a 64 años. Las muestras positivas para VSR también se registran en todos los grupos de edad, principalmente en los menores de 1 año y en segundo lugar, en el grupo de 45-64 años. En relación a la distribución temporal de virus influenza en casos hospitalizados, desde el inicio de la estrategia se registran casos de influenza A (H3N2) y A (H1N1). En relación a los virus influenza B, se identifican casos aislados de influenza B sin linaje hasta la SE33 (semana epidemiológica 33), a partir de la SE34 se observa un mayor número de detecciones positivas. Entre las SE23-34 el porcentaje de positividad para influenza en el grupo analizado, se mantiene menor al 10%, a partir de la SE35 se observa un ascenso, situándose en 32,26% en SE38″, agregó el informe basado en la SE39.
“Es importante primero contextualizar que durante la pandemia por COVID-19 hubo una caída muy pronunciada en la circulación de virus y bacterias respiratorias (entre ellos, el virus de la influenza, el virus sincicial respiratorio, el metapneumovirus y también el neumococo que es una bacteria). Esto fue especialmente marcado durante el 2020 pero también en 2021 y es atribuible a las medidas aplicadas a gran escala para el control y mitigación de la pandemia, esto es los confinamientos, el uso de barbijo, la distancia social y la ventilación. Lo que observamos actualmente, cerrando ya el período invernal 2022, es un retorno a los valores históricos de incidencia de enfermedad tipo influenza, de neumonía y de bronquiolitis, aunque esta última en menor proporción”, explicó a Infobae la doctora Leda Guzzi, integrante de la comisión de Comunicación de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).
Y agregó: “Para enfermedad tipo influenza y para neumonía observamos incluso una incidencia levemente superior a la observada en los dos años previos a la pandemia. Pero hay que tener en cuenta que la pandemia género un ejercicio de notificación al que los efectores de salud nos acostumbramos y esto puede haber influido positivamente en una mayor notificación de estos eventos que en años anteriores. Cuándo analizamos específicamente los tres virus estudiados, (que son los más prevalentes), y que son el virus SARS-CoV-2, influenza y virus sincicial respiratorio, observamos que el porcentaje de positividad a partir de los casos estudiados, en las unidades de monitoreo de pacientes ambulatorios, tuvo una evolución diferente para cada virus”.
La doctora Guzzi continuó: “Para el virus de la COVID el porcentaje de positividad creció desde mediados de marzo hasta fines de mayo luego comenzó a descender lentamente, y hoy está en un porcentaje de positividad inferior al 7%. Para el virus influenza la curva mostró un comportamiento peculiar este año con un pico en la primera quincena de mayo y luego valores bajos de positividad hasta agosto (<10%), es decir en los meses más fríos del año y a partir de la primera semana de septiembre experimenta un crecimiento en el porcentaje de positividad que alcanza más del 30% en la semana del 20 de septiembre. Sí bien llama la atención esta curva, es importante destacar que esté virus suele circular hasta fines de octubre por lo cual está dentro de su rango epidemiológico. Por eso es importante la vacunación para la población con mayor riesgo de enfermar y morir”.
Según el reporte del Ministerio de Salud, “en lo que va de 2022 puede notarse un comportamiento inusual tanto en la estacionalidad y número de casos registrados de influenza como por la frecuencia y distribución de otros virus respiratorios (OVR), fundamentalmente metapneumovirus, y parainfluenza”.
“Respecto a los virus influenza que están circulando, predomina influenza A (H3N2 Y. H1N1) pero a partir de septiembre comienza a tener una presencia importante el virus de la influenza B. Esto se observó para todos los grupos de edad pero especialmente para los de 25 a 34 años y para los de 45 a 64 años. Respecto al comportamiento inusual de los virus sumo además que el metapneumovirus tuvo un crecimiento extraordinario entre los meses de abril y mayo. Es interesante señalar que el coronavirus todavía no tiene estacionalidad, ya que como vimos en los países europeos, hubo olas en el último verano, y en nuestro caso, la circulación fue muy baja en los meses más fríos. Por su parte el virus influenza que suele tener mayor incidencia en los meses más fríos, este año mostró un comportamiento totalmente diferente, lo que revela que la incidencia de los virus puede estar influida por diversos factores y que no siempre es predecible”, concluyó Guzzi, médica infectóloga de la Clínica Olivos y del Hospital Santa Rosa del partido de Vicente López.
El doctor Pablo Bonvehí, Jefe de Infectología de CEMIC y miembro de la Comisión de Vacunas de la SADI indicó a Infobae que “estamos viendo la circulación de varios virus respiratorios, con mayor predominancia de influenza, el virus de la gripe que se observa particularmente a mediados de año, desde mayo, junio y hasta puede llegar a octubre, aunque esto no es tan habitual”.
“Este año ha sido totalmente extraordinario su impacto, desde inicio de enero con el brote de influenza A. Y ha seguido circulando durante todo el año. Ahora hay un rebrote de la influenza A y estamos viendo también la circulación del otro virus influenza B, sobre todo en adultos jóvenes, adolescentes y niños. Hay que recordar que un cuadro de influenza se puede complicar en poblaciones de riesgo, que son los mayores de 65 años, personas menores con problemas cardiopulmonares crónicos, diabetes, insuficiencia renal, cualquier tipo de inmunodeficiencia y mujeres embarazadas y bebés”, dijo Bonvehí.
“En todos estos casos, la enfermedad se puede complicar mucho. También sigue habiendo casos de COVID, en menor proporción que antes y ahora que influenza o parainfluenza. Los casos comienzan en forma abrupta con malestar general, tos, dolor de garganta, decaimiento y dolores musculares. También puede generar síntomas gastrointestinales sobre todo en niños, como diarrea. Es una enfermedad que se transmite de forma respiratoria, por lo que una persona con síntomas debe estar aislada. Se debe higienizar todo el ambiente y ventilarlo. Debe usar barbijo para prevenir contagios, tanto la persona como sus allegados”, sostuvo el experto infectólogo.
La influenza, también conocida como gripe, y el resfrío son afecciones habituales. Por eso muchas personas tienden a confundir los síntomas, se advierte desde la página del Ministerio de Salud. Se caracteriza por fiebre alta (38º o más), dolor de cabeza, decaimiento, tos, dolor de garganta, congestión nasal, dolor muscular y malestar generalizado. También pueden aparecer síntomas digestivos como náuseas, vómitos y diarrea, pero estos son más comunes en los chicos que en los adultos. La enfermedad tiene un período de incubación corta (dos a cinco días) y es altamente contagiosa desde un día antes de aparecer y hasta siete días después.
Por su parte, la doctora Mercedes Monserrat, médica infectologa, de los Centros de Salud Stamboulian y de la Clínica Trinidad de San Isidro, admitió a Infobae el crecimiento de casos en los consultorios. “No es lo que pasó en los últimos años, que venimos de una mayoría de casos de COVID-19. Ahora estamos notando un aumento de influenza similar a los picos registrados en 2016 y 2017. Son cuadros respiratorios por fiebre alta, malestar general y dolor de garganta en la mayoría de los casos. Los testeamos para COVID y dan negativo. Y los testeamos por influenza y dan positivo. Hay que resaltar que mucha gente no está vacunada contra la gripe. Vemos mucha gente en los consultorios afectada, por eso la recomendación, luego de ver al médico es quedare en su casa, no ir a lugares públicos ni ir trabajar. No es un brote, sino un aumento considerable respecto a semanas anteriores”, precisó la doctora Monserrat.
La doctora Cristina Freuler, jefa de Medicina Interna del Hospital Alemán, dijo a Infobae que se ven más casos de influenza y otras enfermedades respiratorias, ahora que hemos dejado bastante de lado las medidas preventivas de contagio como el uso de barbijo o el distanciamiento social. “Es por eso que notamos un aumento de las enfermedades respiratorias. En los consultorios vemos pacientes con estos cuadros”, sostuvo la especialista.
Lo importante, señalan los expertos, es no minimizar los síntomas y sobre todo si se trata de pacientes que pertenecen a un grupo de riesgo o que están dentro de la población objetivo de la vacuna de la gripe, consultar tempranamente.
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