El fuego en el litoral del país no cede. Además de los incendios forestales, la quema de pastizales y basura están provocando de manera cada vez más asidua la presencia de humo en vastas regiones del país y se acrecientan los problemas en la salud de las personas.
En lo que va del 2022, los incendios forestales han arrasado miles de hectáreas en la Argentina. Hoy, el fuego avanza en la zona del Delta del Paraná, volviendo a afectar la zona y también, por la rotación de los vientos, la región del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Vale recordar que el Servicio Nacional de Manejo del Fuego reportó la presencia de focos activos en el noreste (zona San Fernando) de Buenos Aires y sudoeste (zona Gualeguay, Reinicio El Cuadro, Vuelta del Caracol, Daniel y Noreste Retro) de Entre Ríos.
“El humo tiene un impacto muy nocivo en nuestra salud. Más allá de la irritación ocular y la congestión nasal, también puede traer consecuencias en los pulmones (broncoespasmo) y dolor de cabeza intenso. Empeora el estado de las personas alérgicas y asmáticas y también puede afectar el sentido del olfato. Los grupos más vulnerables son los niños pequeños y los adultos mayores”, explicó a Infobae Stella Maris Cuevas, médica otorrinolaringóloga (MN 81701), experta en olfato y alergista.
Y agregó: “El barbijo, que ya no es de uso obligatorio, vuelve a ser de gran ayuda, sobre todo para los asmáticos y alérgicos, ya que lo convierte en una ayuda para evitar la inhalación de humo. Además, los barbijos se convierten en una ayuda para evitar el ingreso de los pólenes en la boca y en la nariz, sumándole el uso de anteojos y son necesarios para evitar la inhalación de humo, aunque debemos prestar especial atención al efecto que este puede tener en nuestros ojos también”.
Cuáles son las recomendaciones del Ministerio de Salud
Debido al impacto del humo, el ministerio de Salud decidió proveer barbijos en las zonas más cercanas, al tiempo que aconsejó que las personas permanezcan en lo posible en el interior de las viviendas, limiten la actividad física, reduzcan las fuentes de contaminación del aire interior, usen acondicionadores de aire y filtros o limpiadores de aire, y utilicen protección respiratoria.
A su vez, se recomendó mantener las ventanas y rejillas de ventilación cerradas y en caso de tener aire acondicionado, utilizar el modo “ventilación” o “recirculación”, según un comunicado emitido por la cartera de salud. En caso de tener que permanecer al aire libre durante períodos prolongados en momentos de humo intenso debido al trabajo u otros factores, el ministerio recomendó el uso de mascarillas adecuadas que se ajusten bien a la cara. De esa manera se logra reducir la exposición personal al humo y a las cenizas.
En ese marco, se planteó que en caso de poder elegir el momento de salir al aire libre, se tenga en cuenta los niveles de contaminación, dado que pueden variar durante la jornada. Es decir, que se aconsejó salir cuando hay menos humo en el aire, y en caso de ser un nivel alto, suspender las actividades.
Desde la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica se recomendó que es importante hacer un seguimiento de las personas que tienen patologías respiratorias preexistentes (como alergias respiratorias, asma y EPOC), y no discontinuar la medicación. Además, en caso de presentarse una duda o exacerbación del cuadro respiratorio, consultar a su médico. Más allá de los problemas ambientales y de salud, la presencia de humo también reduce la visibilidad, de manera que distintos organismos plantearon que se debe circular con mayor prevención para evitar posibles accidentes. Por tal motivo, se aconsejó usar luces altas, bajas y de niebla, y circular a menor velocidad.
“Además de consumir y extinguir recursos naturales que tardarán muchos años en recuperarse, genera un alto impacto en la salud de las personas y los animales. La contaminación del aire agrava los cuadros respiratorios, provoca reacciones alérgicas y puede irritar la vista y la nariz”, amplió Cuevas y recordó que el impacto de la contaminación del aire en la salud humana es un problema mundial. No solo el humo proveniente de la quema causa daño: las emisiones de monóxido por combustión intradomiciliaria y de dióxido de carbono por emanaciones de los motores también repercuten en nuestro organismo.
“Todas estas son señales de alarma para hacernos pensar en nuestro presente. No se trata del futuro, sino de lo que vivimos día a día. Proteger a nuestro planeta parece ser una tarea titánica, pero podemos comenzar por cuidar a quienes nos cuidan: los bomberos también sufren accidentes y muchas veces dan su vida cuando trabajan en estos siniestros”, concluyó la experta.
10 recomendaciones a tener en cuenta:
1- Limitar la exposición al humo y evitar las actividades recreativas al aire libre.
2- Quedarse adentro de las casas y mantener el aire limpio del interior.
3- Cerrar las puertas y ventanas.
4- No fumar ni aumentar la contaminación del aire de adentro.
5- Si alguna de las personas tiene asma, alguna otra enfermedad cardiovascular o pulmonar, seguir al pie de la letra las indicaciones médicas. Es recomendable pedir al neumonólogo o al otorrinolaringólogo que la persona, ya sea asmática, alérgica o sufra broncoespasmos, tenga a mano un kit de rescate.
6- Evitar usar aspiradoras porque esto mueve las partículas que ya hay en la casa.
7- Es recomendable no encender nada que queme, como velas o inciensos.
8- Usar barbijo si tiene que salir a la calle
9- En caso de tener aire acondicionado, utilizar el modo “ventilación” o “recirculación”,
10- Si va a usar el auto, poner las luces altas, bajas y de niebla, y circular a menor velocidad.
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