¿Por qué tengo tanto sueño? ¿Por qué estoy siento cansancio si dormí bien por la noche? El síndrome de fatiga crónica puede ser responsable de ese malestar. Se trata de un trastorno que se caracteriza por cansancio extremo que dura al menos seis meses y que no puede explicarse por completo por una afección médica subyacente.
La fatiga crónica puede empeorar con la actividad física o mental y, además, no mejora con el descanso, según explican los expertos de la Clínica Mayo de EEUU.
Es un fenómeno mucho más extendido de lo que se conoce y existe un gran número de personas que se sienten cansadas sin importar, aparentemente, lo bien o el tiempo que duerman. El síndrome de fatiga crónica (SFC), conocido también como encefalomielitis miálgica, es una enfermedad de larga duración que se caracteriza por la presencia de cansancio sin causa aparente.
Si bien se desconoce la causa del síndrome, existen muchas teorías, que van desde las infecciones virales al estrés psicológico. Algunos expertos creen que el síndrome de fatiga crónica puede desencadenarse por una combinación de factores.
Seis posibles causas de fatiga crónica
1. Ronquidos
Muchas personas que viven solas no son conscientes de que tienen un sueño ruidoso. Se calcula que el 40% de los adultos roncan en cierta medida. Para 1 de cada 10 de estas personas, puede ser un signo de un trastorno conocido como apnea del sueño. Se produce cuando las paredes de la garganta de una persona se relajan y se estrechan durante el sueño, bloqueando sus vías respiratorias.
La afección se ha relacionado con la obesidad, el hecho de dormir boca arriba y el consumo de tabaco y alcohol. Las alteraciones que provoca en el sueño impiden que el cuerpo descanse adecuadamente durante el sueño profundo, lo que supone un esfuerzo adicional para nuestros cuerpo.
Las personas que roncan y padecen apnea del sueño, se sienten muy cansadas durante el día, les cuesta concentrarse o les duele la cabeza al despertar. La apnea del sueño no siempre necesita tratamiento si es leve, lo importante es consultar a un médico.
2. El horario de la cafeína
El té y el café son la columna vertebral de gran parte de la población mundial, pero la cafeína es un arma de doble filo. Puede ser el antídoto de la tarde si te sentís fatigado y desmotivado, pero también puede robarte una noche de sueño de calidad.
La cafeína te hace estar más alerta al bloquear los receptores que promueven el sueño en el cerebro, llamados receptores de adenosina. Pero una investigación realizada en 2015 indicó que la cafeína también puede retrasar la sincronización del reloj corporal interno. Lo que mucha gente aún no sabe es que la cafeína puede permanecer en el cuerpo hasta 10 horas.
Esto significa que las personas que planean irse a la cama a las 10 de la noche deberían cortar su consumo al mediodía si quieren dormir lo mejor posible. La cafeína también puede hacer que te sientas más cansado de otras maneras. Una vez que su efecto desaparece, tu cuerpo puede experimentar una acumulación de adenosina que te golpea de golpe.
3. Somnolencia por deshidratación
Quizá pueda sorprenda el dato que la mayoría de los británicos y estadounidenses están médicamente deshidratados. Una encuesta realizada por el Hospital de Nueva York y el Centro Médico de Cornell reveló que el 75% de sus 3.000 participantes sufría deshidratación crónica.
El cuerpo necesita agua para funcionar. Privar a tu cerebro de agua puede hacer que te fatigues mentalmente. Un estudio publicado en la revista International Journal of Environmental Research and Public Health, también descubrió que la falta de agua disminuía la velocidad de lectura y los tiempos de reacción de las personas y las llevaba a cometer más errores.
“La falta de agua afecta a todo el organismo, incluido el cerebro, y provoca una sensación de cansancio”, afirmó el doctor Sufyan Hassain, del King’s College de Londres. Las directrices del NHS (el instituto nacional de salud británico) establecen que las mujeres deben beber 1,6 litros de líquido al día -el equivalente a ocho vasos-, mientras que los hombres deben beber 2 litros, es decir, diez vasos.
4. Diabetes no diagnosticada
Tener poca energía también puede deberse a la diabetes. Esta enfermedad se produce cuando el cuerpo se vuelve insensible a la hormona insulina, que suele controlar los niveles de azúcar en sangre.
El doctor Sufyan Hassain, del King’s College de Londres, explicó a MailOnline que una de las razones por las que la diabetes produce tanto cansancio es que “los niveles de azúcar en sangre, ya sean demasiado altos o demasiado bajos, interrumpen el sueño”.
“Sabemos que la calidad del sueño varía en función de los niveles de azúcar, por lo que tener unos niveles de azúcar inferiores a los óptimos puede alterar el sueño y provocar cansancio”, añadió. Millones de personas son también prediabéticas, lo que puede provocar síntomas similares.
La relación entre la diabetes de tipo 2 y la falta de sueño es un círculo vicioso. El insomnio no sólo puede ser un signo de la enfermedad, sino que los expertos creen que también puede ser una causa. Se cree que la falta de sueño aumenta la resistencia a la insulina, los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y la inflamación del organismo.
5. Falta de hierro
No comer suficiente carne roja, verduras de color verde oscuro o legumbres puede ser la causa de su somnolencia. Todos estos alimentos son ricos en hierro, uno de los principales componentes de la hemoglobina, un tipo de proteína de los glóbulos rojos que transporta el oxígeno de los pulmones a todas las partes del cuerpo.
Decenas de estudios han demostrado que tener una cantidad insuficiente de este mineral puede provocar anemia, lo que puede causar cansancio, falta de aliento y latidos irregulares del corazón.
Científicos de la Universidad de Manitoba (Canadá) analizaron los datos existentes de 18 ensayos clínicos y descubrieron que tomar pastillas de hierro reducía significativamente los niveles de fatiga en personas no anémicas. Sugirieron que se recomiende la toma de suplementos de hierro y el consumo de alimentos ricos en hierro a cualquier persona que se sienta fatigada.
6. Hipotiroidismo
La fatiga crónica también puede aparecer por niveles bajos de la hormona tiroxina. Esta sustancia química afecta al metabolismo de todo el cuerpo.
“Lo que ocurre con las hormonas tiroideas es que tienen un efecto enorme en todas las células y tejidos del cuerpo. Son los mensajeros químicos que le dicen al cuerpo cómo está y qué debe hacer”, remarcó Hassain. Y añadió: “Cuando no se tiene suficiente tiroxina, el cerebro se ralentiza y disminuye el estado de ánimo, porque regula el procesamiento emocional”.
Los médicos pueden detectar el hipotiroidismo tomando muestras de sangre. La mayoría de las veces se trata con pastillas hormonales diarias, pero si no se trata puede provocar enfermedades cardíacas, problemas de embarazo e hinchazón en el cuello, además de fatiga.
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