Con el arribo de las bajas temperaturas, especialmente cuando las olas de frío polar llegan para quedarse, muchas veces las personas encienden cuánto aparato parece ser un buen productor de calor, pero en ocasiones esa elección no es la mejor.
Y es que cada año al llegar el invierno comienzan a conocerse casos de muertes por intoxicación con monóxido de carbono producto de aparatos viejos o defectuosos que implican un riesgo certero a la vida cuando se encienden.
Hoy se conoció que una mujer de 88 años murió y 6 personas se encuentran internadas producto de haber inhalado monóxido de carbono en una vivienda en el barrio porteño de Balvanera. Ayer, una niña de 3 años también falleció por la misma causa en una casa de Escobar. Y la semana pasada 19 alumnos de una escuela de Chubut fueron internados producto de una intoxicación por monóxido de carbono.
Las estadísticas indican que por año mueren por esta causa aproximadamente 250 personas en Argentina, la mayoría durante el invierno debido al frío y la necesidad de uso de artefactos que pueden emanar monóxido. Y los riesgos suelen multiplicarse en el sur del país por sus temperaturas más bajas.
Cada año también, las recomendaciones se repiten. Aun así, nunca está de más enumerarlas nuevamente con el objetivo de generar conciencia y evitar más hechos irremediables por algo que se puede prevenir. “El monóxido de carbono es un gas altamente tóxico que se disipa rápidamente en los ambientes sin ventilación. Se genera como consecuencia de combustiones deficientes y es imposible percibirlo, ya que es incoloro, inodoro y no irritante, por eso se lo llama ‘silencioso’. Cuando se lo inhala se combina con la hemoglobina de la sangre a través de los pulmones e impide que el oxígeno llegue a los órganos vitales”, explicó Sabrina Baldonedo, médica toxicóloga de la División de Toxicología del Hospital de Clínicas.
Si bien la cifra de aproximadamente 250 personas por año se mantiene constante a través de los años, la especialista resaltó: “Todos podemos ser víctimas de la intoxicación por monóxido de carbono, pero esta es prevenible y si es prevenible, es evitable. Las causas más comunes son debido al mal funcionamiento de artefactos domésticos de combustión en ambientes cerrados”.
Los síntomas que pueden indicar una intoxicación por monóxido de carbono son inespecíficos y variados, es decir, dependen de cada persona. Entre los más comunes, se incluyen náuseas, vómitos, dolor de cabeza, visión borrosa, cansancio, debilidad, somnolencia, palpitaciones, confusión y hasta pérdida de la conciencia, convulsiones y coma. Este tipo de intoxicación también puede dejar secuelas a mediano y largo plazo, dijo la especialista.
Por su parte, MetroGAS expresó que prioriza la seguridad como eje de sus acciones y por eso aseguró que redobla esfuerzos año tras año para concientizar y prevenir accidentes por monóxido de carbono. “El monóxido de carbono es un gas tóxico que puede causar daños graves, incluso la muerte, especialmente en épocas frías, por el mayor uso de estufas y otras fuentes de calefacción en ambiente que no están debidamente ventilados”. Tal como mencionó Baldonedo, la empresa distribuidora de gas advirtió que “no es detectable a través de los sentidos: carece de olor, sabor, color y, además, no irrita ojos ni nariz”.
Aparatos que alertan
En los últimos años se han desarrollado dispositivos que miden el CO en el ambiente y emiten una alarma cuando el aire está saturado. Los dispositivos está diseñado para detectar, mediante un sensor electroquímico, y alertar mediante una alerta sonora, la presencia de bajos niveles de monóxido de carbono en los ambientes. Posee tres LEDS que indican el estado de funcionamiento. Además cuenta con un Display LCD, que muestra el nivel de pilas, la concentración de gas, y la temperatura ambiente.
El dispositivo trabaja de manera simple: cuando hay un aumento peligroso de monóxido de carbono en el aire, se dispara una alarma (similar a las de los detectores de humo) con lo que conocerás si el aire está contaminado y así evitarás el riesgo de envenenamiento, ya que si bien este gas es inoloro e incoloro, a su vez es inflamable y altamente toxico.
El monóxido de carbono (CO) surge de la combustión incompleta de varios compuestos como la gasolina, la madera, el carbón, y de distintos aparatos eléctricos que se usan para calefaccionar el ambiente y aquellos motores que no tienen una adecuada ventilación. Está en cada uno de los aparatos que utilizan gas, como ser estufas, calefones y termotanques. Todos ellos deben ser colocados y puestos en primer funcionamiento por un gasista matriculado que utilice sólo los elementos necesarios para que éstos envíen ese gas al exterior. Solo el 0,4% de monóxido dentro del ambiente puede matar en algunos segundos sin que la persona se dé cuenta. La víctima pudo estar acumulando y aumentando el grado de toxicidad que hay en el ambiente y quizás en horas, como ser durante la noche mientras dormía se produce la muerte por inhalación.
Consejos para prevenir accidentes
-Instalar y hacer revisar periódicamente los artefactos por un gasista matriculado
-Ventilar los ambientes dejando abierta una ventana o una puerta, al menos unos centímetros.
-Todas las Distribuidoras tienen listados a disposición de los clientes con la nómina de instaladores matriculados de acuerdo con categorías que se otorgan para ejecutar determinados tipos de trabajos
-Asegurarse que el color de la llama que emite el artefacto a gas sea uniforme y de color azul. Si su tonalidad es anaranjada, indica que funciona en forma defectuosa
-Asegurarse la ventilación permanente de los ambientes a través de rejillas compensadoras reglamentarias
-Verificar que los conductos de ventilación de un artefacto no tengan ningún tipo de angostamiento, escalonamiento o acople en su recorrido hacia el exterior. Cualquier tipo de obstrucción —como los nidos de pájaros o roedores— generará que el monóxido de carbono se acumule y vuelva al interior de la vivienda
-No colocar artefactos a gas en baños o dormitorios, salvo que sean de tiro balanceado. Es importante que el calefón no se encuentre en el baño
-Los artefactos de tiro balanceado no deben dirigir sus gases quemados a ambientes cerrados
-No utilizar hornallas y hornos de la cocina para calefaccionar el ambiente
-Al comprar un artefacto, verificar que esté aprobado por un organismo certificador. Debe tener adherida la oblea con el sol naciente que dice “Gas”
-En caso de usar braseros, estufas a kerosene y salamandras, hay que mantenerlas apagadas durante la noche.
-No utilizar un grupo electrógeno en un lugar sin ventilación.
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