La importancia de una buena nutrición para afrontar un tratamiento contra el cáncer

Un mal estado nutricional puede incrementar las complicaciones de la enfermedad oncológica, el riesgo de infecciones y la frecuencia de internación. Realizar un diagnóstico temprano del estado nutricional permitirá, entre otras cosas, mejorar la calidad de vida del paciente

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En el Día Mundial Contra
En el Día Mundial Contra el Cáncer, los especialistas subrayan la necesidad de prestar especial atención a la nutrición en el marco del abordaje integral del cáncer

Tener una buena nutrición es una parte fundamental en cualquier etapa y circunstancia de la vida, pero para las personas con enfermedades oncológicas se vuelve aún más crucial en la lucha por superar esos cuadros, que afectan tanto física como anímicamente. Es bastante común que las personas que atraviesan por una enfermedad como el cáncer pierdan peso de manera significativa en algún momento del tratamiento. Sin embargo, tal vez no esté adecuadamente difundida la relevancia del estado nutricional del paciente oncológico, ni el impacto que la nutrición puede tener en su tratamiento.

De acuerdo con datos de la Organización Panamericana de la Salud, el número de casos de cáncer en la región de las Américas se estimó en 4 millones en 2020 y se proyecta que aumentará hasta los 6 millones en 2040. Alrededor de un tercio de todos los casos de cáncer podrían prevenirse evitando factores de riesgo clave como el tabaco, el consumo abusivo de alcohol, la dieta poco saludable y la inactividad física.

Realizar un diagnóstico temprano y oportuno del estado nutricional permite intervenir, no sólo para optimizar los resultados del tratamiento del cáncer, sino para mejorar la calidad de vida al paciente.

Se estima que la prevalencia de malnutrición en los cuadros de cáncer oscila entre un 15% y un 40% al momento del diagnóstico y que alcanza hasta un 80% en estadios avanzados de la enfermedad, según los estudios The cancer anorexia-cachexia syndrome,de K.A. Nelson, D. Walsh y A. Sheehan y Cancer cachexia in adult patients de J. Arends, F. Strasser y S. Gonella.

En el Día Mundial Contra el Cáncer, los especialistas subrayan la necesidad de prestar especial atención a la nutrición en el marco del abordaje integral del cáncer. Este es un aspecto particularmente relevante porque la desnutrición puede disminuir la respuesta y/o tolerancia a los tratamientos oncológicos, incrementar eventuales complicaciones postoperatorias y aumentar el riesgo de infecciones, pero además genera una mayor frecuencia de internaciones, ocasionando a su vez un aumento de los costos en salud.

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E$s impoartnte pensar en intervenciones nutricionales que le faciliten la ingesta al paciente y a la vez lo nutran ayudándolo a recobrar su peso

Según los especialistas, al momento de abordar el problema de la malnutrición en los pacientes oncológicos, el primer paso es identificarlos, idealmente al momento del diagnóstico de la enfermedad, para que de esta manera se pueda iniciar un abordaje precoz.

Existen herramientas para cuantificar el estado nutricional, tanto en pacientes hospitalizados como ambulatorios, a partir de indicadores objetivos como pérdida de peso, modificaciones en la ingesta alimentaria, cambios en la capacidad funcional y síntomas digestivos, además de los signos físicos que identifique el equipo médico, y permiten llegar a un valor total que determina si el paciente está bien nutrido, moderada o severamente desnutrido, lo que da la pauta del grado de intervención nutricional necesario”, explicó la licenciada en nutrición Agustina Senese (MN 6.634), especialista en Oncología y Cuidados Paliativos del Hospital General de Agudos “Dr. Cosme Argerich”.

La Sociedad Europea de Nutrición Parenteral y Enteral (ESPEN), en sus últimas guías sobre soporte nutricional en pacientes oncológicoes, recomienda que debe valorarse el riesgo nutricional en todos los pacientes oncológicos en forma periódica y desde el diagnóstico de la enfermedad.

El impacto de la enfermedad en el estado nutricional en los pacientes oncológicos puede ser de origen multifactorial, vinculado frecuentemente a la localización y extensión del tumor, a la evolución de la propia enfermedad, a los tratamientos que esté recibiendo y a los efectos adversos asociados a estos.

Está bien establecido que suele darse una disminución de la ingesta de alimentos, muchas veces porque la enfermedad interfiere de forma mecánica con el tránsito normal del tubo digestivo. El ejemplo más claro son los tumores localizados en el tubo digestivo (faringe, esófago, estómago y páncreas), que provocan obstrucción de forma directa o sensación de saciedad precoz por limitación de capacidad gástrica. Es aquí donde tenemos que pensar en intervenciones nutricionales que le faciliten la ingesta a este paciente y a la vez lo nutran ayudándolo a recobrar su peso”, aclaró la doctora María Pía Domínguez (MP 116.824), medica especialista en Oncología Clínica del Centro Oncológico Integral de La Plata; del Instituto de Diagnóstico de La Plata y del Hospital San Roque de Gonnet.

Es bastante común que las
Es bastante común que las personas que atraviesan por una enfermedad como el cáncer pierdan peso de manera significativa en algún momento del tratamiento

“Hoy contamos con alternativas nutricionales disponibles que contribuyen a aportar los nutrientes que el paciente necesita, en términos de calorías y proteínas, contribuyendo a revertir la pérdida de masa muscular y fortaleciendo su estado nutricional general”, agregó la licenciada Senese.

Las intervenciones nutricionales se proponen así como complemento de los tratamientos oncológicos, ya que la malnutrición es un indicador pronóstico independiente de mala respuesta al tratamiento y de disminución de supervivencia. Pero, además, la malnutrición disminuye la calidad de vida: los pacientes ven disminuida su masa muscular y su fuerza. Esa fragilidad progresiva puede ir dificultando su capacidad de pararse o desplazarse por sus propios medios, resignando autonomía y esto, además, impactará en el plano psicológico pudiendo inducir o intensificar síntomas depresivos.

La evidencia señala que acompañar nutricionalmente al paciente oncológico contribuye a darle un soporte al momento de transitar una adecuada administración del tratamiento, pero además se han ido acumulando estudios que amplían el campo de actuación de la nutrición dentro de la oncología.

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