La tercera ola de COVID-19 se empieza sentir fuerte en la Argentina, donde ayer se registraron más de 20.000 infecciones. Pero otro dato clave del crecimiento del virus en el país es que volvieron a realizarse una gran cantidad de testeos a nivel nacional, con más de 70.000 pruebas de detección del virus.
Como suele ocurrir en los grandes centros urbanos, la demanda para realizarse el test diagnóstico por COVID-19 “estalló”, con largas filas de personas con y sin síntomas que quieren realizarse la prueba. Haber tenido un contacto estrecho con un positivo por coronavirus, preparar un viaje de vacaciones o laboral, querer reunirse con familiares y descartar estar infectado y muchos motivos más son los que tienen hoy las personas a la hora de concurrir a realizarse las pruebas.
También la incertidumbre causada por la llegada de la variante Ómicron y el incremento exponencial en los infectados que hubo en los últimos días, llevó a un vuelco masivo de personas a los centros de testeos. En realidad, lo que se deriva de la secuenciación genética del virus en la actualidad, la variante Delta es la que es predominante en el país y la que está causando el crecimiento de los contagios hoy.
En la provincia de Buenos Aires, se vieron en los últimos días largas filas de personas en los centro de testeos. Las autoridades provinciales confirmaron que de 1500 test diarios semanas atrás se pasó a más de 30.000 ayer.
La demanda creció también debido a que, en la provincia de Buenos Aires, no es necesario sacar turno previo para ir a hacerse un test. Las personas pueden presentarse en centros habilitados espontáneamente. Puede ocurrir que los encargados de los mismos entreguen números para determinar la cantidad de personas a atender y evitar que esperen en la calle debido al intenso calor.
Igualmente, las largas filas no dejaron de crecer y eso provocó quejas y reclamos que se replican en las redes sociales. Incluso con personas con síntomas que debieron aguardar varias horas frente a los establecimientos para poder testearse.
El gobierno provincial, atendiendo la gran cantidad de personas que viven en su jurisdicción, especialmente en el conurbano bonaerense, y las largas colas observadas, habilitó ayer más lugares de testeos y amplió los horarios de atención.
El ministerio de Salud provincial difundió ayer un listado de los 510 centros sanitarios, salitas de atención primaria, hospitales y otros lugares donde los bonaerenses pueden concurrir para verificar si están contagiados por el coronavirus. De esta manera sumó 107 nuevos centros de diagnóstico (había 403 habilitados hasta la semana pasada) para haces test de antígenos o PCR. También ampliaron los horarios de atención hasta las 20 horas en todos los centros de testeo que antes trabajaban hasta las 13 o 14 horas.
Los nuevos centros están distribuidos en las 12 regiones sanitarias en que está dividida la provincia de Buenos Aires, pero el mayor porcentaje fue instalado en los distritos del conurbano bonaerense. Las autoridades esperan que la apertura de más de cien nuevos centros contenga la alta demanda de controles que hubo en las últimas horas.
También se decidió reforzar el plantel de operadores del teléfono gratuito 148, ante la alta demanda de consultas de la última semana de gente interesada en realizarse un test. Ayer, el ministro de Salud provincial, Nicolás Kreplak, explicó en Twitter: “Ante cualquier duda sobre tus síntomas, testeate y recordá que si sos contacto estrecho de una persona positivo de COVID, tenés que aislarte 10 días corridos o 7 y hacerte un testeo para descartar el contagio”.
Las autoridades sanitarias recordaron que “debe concurrir a hacer test, si se trata de un contacto estrecho de positivo, recién a los siete días. “Si fuiste contacto estrecho y vas al otro día a testearte, esa prueba no sirve para nada”, explicaron a Infobae desde la cartera de salud provincial.
En las últimas 24 horas, la provincia registró 6.199nuevos casos, que ya suma 2.129.585 contagios desde que se desató la pandemia, en marzo de 2020.
El diputado nacional y ex titular de la cartera sanitaria bonaerense Daniel Gollán aseguró que “en este momento hay una saturación del sistema de atención primaria” de salud, “fundamentalmente primero de los testeos y de las consultas médicas, pero no tenemos un reflejo igual en la parte de la internación que ha subido, pero muy levemente” y remarcó la importancia de cumplir “con las normas vigentes” como cubrir la nariz y la boca en lugares con aglomeración y en lugares cerrados.
“Hay que estar muy preocupados y ocupados con responsabilidad” ante la circulación de la variante ómicron del coronavirus y enfatizó en la necesidad de cumplir con las normas vigentes” como cubrir la nariz y la boca en lugares con aglomeración y en lugares cerrados, lavar las manos y mantener ventilación cruzada, aseguró el exministro de Salud de la Nación y de la Provincia de Buenos Aires.
“Toda vez que el coronavirus nos ha movido el arco con una nueva variante genera tiempos de zozobra hasta que logramos conocer exactamente de qué es capaz esa variante y tomar las medidas adecuadas para tratar de contrarrestarla”, agregó el ahora legislador del Frente de Todos.
En este sentido consideró que “cuando parecía que teníamos las cosas más o menos controladas con la variante Delta comenzó a circular a nivel mundial una nueva variante, la Ómicron, que tiene “una velocidad de contagio muy superior, que contagia más rápido, tiene el tiempo de incubación más corto y hay muchísimos asintomáticos, con lo cual también eso dificulta las tareas de seguimiento vía testeo”.
Asimismo, Gollán aseguró que se están “analizando informes de Sudáfrica, Dinamarca y Noruega donde (la nueva variante) creció muy rápidamente, llegó a un pico y empezó a bajar” y explicó que “una parte de la biblioteca científica” afirma que esta cepa “podría ser el inicio de la transformación de lo que es una pandemia a una endemia”.
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