“La ministra de Salud, Carla Vizzotti, llegó de la Federación Rusa con 1,4 millones de dosis de vacuna Sputnik V. Con el arribo de estas vacunas, más las 2,2 millones de AstraZeneca que se prevé recibir en las próximas semanas, Argentina superará los 50 millones”, fue ayer uno de los comunicados de la cartera sanitaria respecto a la actual situación de dosis de vacunas contra COVID-19 que tiene el país.
La llegada ayer de Vizzotti ocurrió un día después de la polémica que se instaló a raíz de las declaraciones del infectólogo Eduardo López que puso de manifiesto que existe un importante stock de dosis sin aplicar que se encuentran guardadas en heladeras. De acuerdo a los cálculos del especialista que en el principio de la pandemia fue asesor del Poder Ejecutivo, hay alrededor de 5 millones de inyecciones disponibles para ser aplicadas inmediatamente.
La diferencia de los casi 5 millones de vacunas no aplicadas surge de acuerdo al Monitor Público de Vacunación, que hasta ayer a la mañana contaba que se distribuyeron 44.491.834 dosis de vacunas en todo el territorio, al tiempo que las aplicaciones sumaban 39.605.804. De ese total, 27.330.979 personas fueron inoculadas con la primera dosis (60,2% de la población total) y 12.274.825 cuentan con el esquema completo de vacunación (26,4% de la población total). Inclusive, si se suman las dosis distribuidas que aún no se aplicaron y las 3 millones de vacunas que continúan en poder del gobierno nacional, la cifra trepa a los 7.954.316 inoculantes disponibles en la Argentina.
López, que en el principio de la pandemia fue asesor del Poder Ejecutivo, dijo que la demora en la aplicación de las vacunas implicaba “un fracaso del sistema”. “Es un problema que las jurisdicciones no han sabido explicar y mi opinión es que sábados y domingos se vacuna poco o directamente no se vacuna”, alertó el infectólogo y agregó: “Es una barbaridad tener tantas dosis guardadas en la heladera, es un fracaso del sistema. La mejor vacuna es la que está en el brazo y la peor es la que está guardada”.
Eso llevó a una rápida respuesta por parte del Gobierno: “Lejos de ser un fracaso, el proceso de distribuir las vacunas de Ezeiza, controlar la temperatura, volver a empaquetar, mandar a las provincias y que las provincias lo distribuyan a todos los vacunatorios de su territorio, es un gran logro del sistema”, destacó en un comunicado la titular de la cartera de Salud.
Distintos especialistas consultados por Infobae explicaron la necesidad contar con la vacunación completa, es decir de dos dosis, para hacerle frente al coronvirus, especialmente a la variante Delta que ya tiene circulación comunitaria en el país.
El doctor Ricardo Teijeiro, médico infectólogo y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), explicó a Infobae que si hay vacunas paralizadas deben ser distribuidas y aplicadas lo antes posible. “También sabemos que con la complejidad geográfica que tienen nuestro país, hay muchas zonas donde es más difícil la distribución. Por eso es clave verlo y analizarlo geográficamente este problema, dando apoyo a esa región que le cuesta más la distribución de dosis para que se agilice la vacunación y lo antes posible tengamos los calendarios completos de vacunas contra COVID-19, sobre todo en personas mayores de 50 años”, agregó el especialista.
Para el prestigioso neurólogo Conrado Estol, especialista en temas de pandemia por COVID, dijo que el gobierno no ha explicado el por qué en el retraso de la vacunación. “Lograr la mayor cantidad de personas vacunadas con dos dosis es muy importante. Si el problema es logístico, que se presume que es, una opción a considerar es ampliar la cantidad de bocas de distribución de vacunas. La vacunación hoy en muchos lugares es con turno y cuando uno concurre, observa que el vacunatorio está casi vacío y con muy poca gente vacunándose. Y la gente que quiere vacunarse no puede hacerlo espontánemante si es no que tiene el turno asignado, aunque esté por sobre los tres meses de espera desde que le aplicaron la primera dosis”, indicó Estol.
Y completó: “En el otro extremo, tenemos al vacunatorio de La Rural con filas de autos de más de 100 metros. La personas que van a vacunarse pierden el estímulo para hacerlo al ver la cantidad de autos esperando. Evidentemente las bocas de aplicación de las vacunas deberían aumentar. El gobierno debe ser quien lo ordene. Pueden ser clínicas, centros médicos, vacunatorios, farmacias con experiencia en otras vacunas. Hay que identificar el cuello de botella para aplicar las dosis lo antes posible. En un país con solo un 26% de la población con dos dosis, el foco ahora debe ponerse en completar el esquema vacunatorio de las personas, sobre todo ante la amenaza de la variante Delta, que es obvio en este momento, que se está diseminando”.
La doctora Cristina Freuler, médica infectóloga y jefa del Departamento de Medicina Interna del Hospital Alemán, explicó: “No tengo en claro cuántas vacunas hay en la heladera. Lo que está claro es que frente a la variante Delta, deberíamos tener a la mayoría de la población con dos dosis, cosa que no tenemos. Por lo tanto, ante los anuncios de la cantidad de dosis que van llegando por suerte, a una le gustaría que con esa misma rapidez, fueran aplicadas. Uno entiende que la logística es complicada, pero el esfuerzo debería estar puesto en esto”.
El doctor Eduardo López buscó ponerle un punto final a la polémica ayer cuando en A24 pidió cerrar el tema y concentrarse en agilizar la vacunación, especialmente de las segundas dosis. “Si Delta está cerca, hay que apurar las segundas dosis. El éxito de vacunación del gobierno es un éxito de todos. En Córdoba ya es un conglomerado de infectados con la variante Delta. Estamos muy cerca de la circulación comunitaria en el país”, cerró el especialista.
Respuesta del Gobierno
“Lejos de ser un fracaso, el proceso de distribuir las vacunas de Ezeiza, controlar la temperatura, volver a empaquetar, mandar a las provincias y que las provincias lo distribuyan a todos los vacunatorios de su territorio, es un gran logro del sistema”, destacó en un comunicado la cartera de Salud.
“El stock de vacunas no es inamovible, sino que está vivo, en permanente llegada y distribución. Cada vacuna que llega está en constante movimiento. Desde que arriba en avión, pasa al camión, se libera, se acondiciona, se distribuye a las jurisdicciones y allí se repite el proceso, para luego otorgar turnos, aplicar las dosis y registrarlo. No hay ninguna vacuna en la heladera y todos quienes están esperando su primera o segunda dosis tengan la tranquilidad que tanto el Estado nacional, como cada provincia, como cada vacunatorio, están trabajando muchísimo para que sea lo más rápido posible. Y se está haciendo”, explicaron desde el Ministerio de Salud.
Y agregaron: “Cuando llega un número importante de dosis la diferencia entre vacunas distribuidas y aplicadas se agranda, pero luego se va reduciendo a medida que se aplican. Cuando llega un nuevo cargamento, la diferencia se vuelve a agrandar. Estamos aplicando las vacunas cada vez más rápidamente y hemos llegado a semanas con más de 2.500.000 dosis aplicadas y días de más 400.000 dosis, eso depende, por supuesto, de un esfuerzo enorme del Gobierno nacional de traer las vacunas y distribuirlas rápidamente y un esfuerzo enorme de las provincias en replicar ese procedimiento”.
Además, en relación a las críticas del plan de inmunización, consideró que “este tipo de afirmaciones es desconocer las complejidades de llegar desde Ushuaia a la Quiaca, que se hace en tiempo récord”. Respecto de las aplicaciones (casi 40.000.000 a la fecha), que es competencia de las jurisdicciones, si bien el promedio en el ritmo de vacunación es bueno,” no es homogéneo en las distintas jurisdicciones del país, ya que cada territorio presenta diferentes complejidades”, destacaron desde la cartera sanitaria.
“Una cosa es vacunar en centros urbanos donde el ritmo de vacunación es mucho más rápido porque la gente está cerca y puede acercarse a los vacunatorios más fácilmente, y otra cosa son los territorios más alejados, con menos densidad poblacional y dificultades de acceso, donde los vacunadores tienen que llegar casa a casa, con las heladeras al hombro. A lo que se suma las disparidades de conectividad que en algunos casos del país enlentece la notificación inmediata de las aplicaciones. Hoy no tenemos la misma dinámica que al inicio de la campaña de vacunación donde todo el mundo estaba esperando para ir a vacunarse, sino que ahora el Estado debe ir en busca de aquellos que por distintos motivos tienen alguna barrera de acceso”, precisaron.
La ministra Vizzotti precisó que en la actualidad “se superó el 60% del total de la población que inició el esquema de vacunación, y el 82,6% de los mayores de 18 años”. Respecto de los próximos arribos de vacunas, expresó que “para esta semana se espera tener la liberación de ANMAT de alrededor de 600 mil dosis de componente 2” de la vacuna SputniK V que elabora en Argentina el laboratorio Richmond lista para ser distribuida y aplicada.
En tanto, agregó que el laboratorio AstraZeneca “anunció” al Gobierno nacional que “antes de fin de mes” se estarán “recibiendo 2,2 millones de dosis”. Vizzotti explicó que “se avanzó mucho en agosto” en el plan de vacunación, tal como el Gobierno nacional se lo había propuesto y detalló que se comenzó el mes “con 7 millones de segundas dosis aplicadas”, alcanzando “los 11 millones y medio” en la actualidad. “La idea, dijo, es ir bajando el intervalo de aplicación de 90 a 60 días en quienes iniciaron esquema con Sputnik V, además de darles la segunda dosis a quienes ya están en fecha de hacerlo o, incluso, superaron el período de 90 días”, completó la funcionaria.
Desde el inicio de la campaña de inmunización, la Argentina recibió 48.210.120 vacunas, de las cuales 16.304.000 corresponden a Sinopharm; 13.118.795 a Sputnik V (9.775.635 del componente 1 y 3.343.160 del componente 2); 11.415.700 a las de AstraZeneca y Oxford cuyo principio activo se produjo en la Argentina; 3.500.000 a Moderna; 1.944.000 a AstraZeneca por el mecanismo COVAX de la OMS; 580.000 a AstraZeneca-Covishield y 200.000 a Cansino. Asimismo, la farmacéutica nacional Richmond produjo en el país 1.147.625 dosis de Sputnik V: 995.125 de componente 1 y 152.500 del componente 2.
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