Un paso más para saber qué comemos. El proyecto de ley de etiquetado frontal de alimentos y bebidas -formalmente llamado de “Promoción de la Alimentación Saludable”- votado por el Senado hace nueve meses, salió finalmente del cajón y fue discutido en un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados ayer por la tarde. Durante más de cinco horas, legisladores de las distintas fuerzas políticas expusieron sus posturas acerca de una norma trascendente en materia de salud pública. El resultado: la iniciativa será tratada en el recinto de Diputados en agosto tal cual fue aprobado en el Senado en octubre del año pasado.
“¡Es una gran noticia!”, tuitearon las ONGs, sociedades médicas y asociaciones de consumidores que celebran el avance. “Ahora el proyecto de ley basado en la mejor evidencia científica disponible y que cuenta con el apoyo de las organizaciones y la ciudadanía tiene que ser votado en el recinto de @DiputadosAR para ser convertido en ley”, remarcaron rápidamente. Y apuntaron: “Ya nos preparamos para lo que sigue: la votación en el recinto. A la ley hay que cuidarla y defenderla hasta el último minuto”.
“Después de escuchar todas las voces en distintos plenarios de comisiones, dimos dictamen al proyecto de Etiquetado Frontal de Alimentos. El proyecto abarca tres ejes: salud, educación y acceso a la información”, expresó la diputada Cecilia Moreau (Frente de Todos), titular de la comisión de Legislación General, quien convocó al plenario de comisiones.
Con el voto recién expresado a viva voz, algunas diputadas buscaron resumir la relevancia de este paso. “Con esta ley estamos abordando los tres ejes más importantes para combatir el flagelo de la mala alimentación: cómo rotulamos, cómo comunicamos y qué productos ofrecemos en entornos escolares”, le dijo a Infobae la diputada del PRO, Gisela Scaglia. Mientras, la diputada Karina Banfi, de Juntos por el Cambio, apuntó que “este paso garantiza la salud alimentaria y porque protege especialmente aquellos que no pueden hacer valer sus derechos como son los niños, niñas y adolescentes”.
La votación
El encuentro, que combinó las modalidades presencial y virtual para reunir a los diputados integrantes de las comisiones de Legislación General; Acción Social y Salud Pública; Defensa del Consumidor; e Industria, comenzó poco después de las 15. El proyecto con media sanción del Senado obtuvo 91 votos y se convirtió en el dictamen de mayoría. Se estima que después del receso invernal, llegará al recinto de la Cámara Baja.
Con 12 acompañamientos se ubicó el proyecto de la diputada Carmen Polledo (Bloque PRO, CABA), como dictamen de minoría, que se opone a tomar como referencia el Perfil de Nutrientes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y busca aplicar el sistema de colores similar al semáforo. Y con 5 votos, la iniciativa del diputado Pablo Yedlin (Frente de Todos), que entre otras cuestiones pidió extender los plazos de adecuación de la industria.
Hubo además dos apoyos al proyecto de rechazo planteado por el diputado Alejandro García (PRO, CABA), que cuestionó la elección de sellos negros. Y se contabilizaron 6 votos para acompañar las disidencias propuestas por los diputados Carla Carrizo (UCR, CABA), Eduardo Bucca (Justicialista), Claudia Márquez (Córdoba Federal) y Carlos Cisneros (Frente de Todos). En tanto, quedaron habilitados siete diputados para firmar los dictámenes en las próximas horas porque no lo hicieron a viva voz durante la reunión.
Qué dice el proyecto
En líneas generales, el proyecto de ley -aprobado en el Senado el 29 de octubre del año pasado casi por unanimidad, con 64 votos a favor, tres en contra y ninguna abstención-, fija pautas para una alimentación saludable y establece advertencias con forma de octógonos negros en el frente de los envases que informen sobre el exceso de los nutrientes críticos: azúcar, sodio, grasas -saturadas y totales- y calorías, tomando como referencia el Perfil de Nutrientes de la OPS.
La iniciativa regula un problema urgente desde el punto de vista sanitario que es el consumo de ultraprocesados vinculado a la obesidad y a otras enfermedades no transmisibles; tiene el apoyo de buena parte de la sociedad civil y organizaciones como Unicef, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), la OPS y la Fundación Interamericana del Corazón (FIC), entre otras instituciones, apoyándose en las experiencias de normas similares ya implementadas en países de la región como Chile, Perú, Uruguay, Colombia y México.
Ante la necesidad de contar con esta ley para que la población acceda a información veraz sobre lo que se consume, en los últimos meses se lanzaron varias campañas en las redes sociales bajo las consignas #DeFrente y PonganFechaYa! y “Que no te tapen los ojos”, con el hashtag #EtiquetadoClaroYa lanzado para exigir a los diputados la aprobación del proyecto de ley.
La posición de la industria
Pero este proyecto de ley generó un fuerte rechazo en la industria alimentaria, sector que vaticina consecuencias económicas y confusión en los consumidores.
La Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), que nuclea y representa a casi la totalidad de los sectores que conforman la industria de alimentos y bebidas de Argentina, asegura que quiere ser parte de la solución solución y reitera: #QueremosUnEtiquetadoFrontal”. Pero advierten que el modelo de etiquetado propuesto por la ley “demoniza” a los alimentos y constituirá “una traba para una industria que no solo alimenta a argentinos, sino que también exporta al mundo”.
Su presidente, Daniel Funes de Rioja, le dijo a Infobae que, desde octubre de 2017, han presentado en varios ámbitos, una propuesta de etiquetado frontal entendiendo a la misma como herramienta necesaria que provee al consumidor de información para tomar sus decisiones de consumo basadas en sus necesidades nutricionales. Sin embargo, nunca hemos encontrado un espacio de intercambio para ahondar y buscar consensos a la propuesta compartida”.
Además resaltó que es “sumamente importante la armonización en el Mercosur dado que ese es el ámbito dispuesto para este tipo de regulaciones, y que el comercio intra-bloque genera importantes oportunidades de desarrollo para nuestros países. El aprendizaje que deja todo este proceso evidencia la dificultad de mantener un debate sobre un tema cuando hay puntos de disenso entre las partes involucradas”.
La COPAL cuenta con 35 cámaras sectoriales asociadas, que representan a más de 14.500 empresas de alimentos y bebidas, PyMEs y economías regionales del país
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