Un nuevo tratamiento para la diabetes previene los problemas cardiovasculares

Expertos en ambas enfermedades explicaron los alcances del medicamento y los cuidados que hay que tener para controlar los niveles de glucemia y los ataques cardíacos

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La diabetes tipo 2 es indolora. Cuando se produce el dolor es tarde, como por ejemplo cuando hay un evento cardiovascular
La diabetes tipo 2 es indolora. Cuando se produce el dolor es tarde, como por ejemplo cuando hay un evento cardiovascular

La diabetes es una enfermedad crónica, silenciosa y degenerativa que está subdiagnosticada, subtratada y es muy costosa. El mundo está viviendo una epidemia de personas enfermas por diabetes y todos los datos trazan la misma tendencia: va en aumento en todos los países, fundamentalmente por el actual ritmo y estilo de vida.

Se trata de un padecimiento crónico que afecta la producción de insulina (hormona producida por el páncreas que se ocupa de eliminar el azúcar de la sangre), y que por lo tanto produce un exceso de azúcar en la sangre de las personas. Surge cuando el páncreas no produce correctamente (Diabetes Tipo1) o bien cuando el organismo no utiliza eficazmente (Diabetes Tipo 2) la insulina que elabora, que es la hormona producida por el páncreas que se ocupa de eliminar el azúcar de la sangre). La hiperglucemia (aumento de glucosa en sangre) sostenida en el tiempo daña muchos órganos y sistemas, especialmente nervios y vasos sanguíneos.

Entre los riesgos que supone padecer esta enfermedad, las personas con diabetes tienen entre dos a tres veces más infartos de miocardio y ACV que aquellas que no la tienen. Las estadísticas a nivel global indican que la proporción de personas con diabetes tipo 2 se incrementa en casi todos los países y coinciden en que 1 de cada 2 personas que padecen diabetes no están diagnosticadas. En línea con ello, menos del 50% de las personas con la enfermedad tienen un buen control glucémico.

En Argentina, la prevalencia de diabetes es del 11% (+4M de personas), y continúa creciendo: según la Cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, realizada en 2019 por la Dirección Nacional de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades Crónicas No Transmisibles, hubo un incremento de casi 3 puntos respecto a la última medición realizada en 2013.

Si bien en la actualidad no existe una intervención efectiva y segura para prevenir la diabetes tipo 1, sí existe clara evidencia de que intervenir tempranamente en cambios de estilo de vida podría prevenir o retrasar el desarrollo de diabetes tipo 2 (afecta al 90% de los casos) puede ser efectiva. En este sentido, el monitoreo regular de los factores de riesgo de complicaciones de la diabetes y la intervención temprana, resultan en hospitalizaciones reducidas y mejores resultados clínicos.

La insulina en azul rodea a la célula en rojo -EFE/CNIO.
La insulina en azul rodea a la célula en rojo -EFE/CNIO.

En el actual contexto social donde hay una marcada prevalencia de diabetes, exceso de peso y presunta subestimación del riesgo cardiovascular asociado, comienza a haber respuestas para lograr mejores resultados terapéuticos mediante una reciente aprobación en el país de un nuevo medicamento para tratarla, como la semaglutida, un tratamiento para la diabetes tipo 2 de una única aplicación semanal, que no solo ayuda al control glucémico, sino que también brinda seguridad cardiovascular y contribuye a controlar el peso.

El doctor León E. Litwak, médico diabetólogo, asociado del Servicio de Endocrinología, Metabolismo y Medicina Nuclear del Hospital Italiano de Buenos Aires, explicó que la diabetes tipo 2 es la forma más común de diabetes, que afecta aproximadamente 1 de cada 10 adultos y la mitad de los que están diagnosticados y en tratamiento no logra un adecuado control de la glucemia con las medicaciones tradicionales. “Contar con un medicamento como semaglutida representa un avance muy importante, porque permite lograr un mejor control glucémico, que naturalmente es el principal objetivo del tratamiento de la diabetes, pero que -a la vez- ofrece beneficios cardiovasculares probados y una reducción de peso significativa y sostenida. Además, tiene una muy cómoda forma de administración, que seguramente contribuirá a una mayor adherencia al tratamiento y más aceptación por parte de los pacientes”, explicó en una conferencia de prensa moderada por el cardiólogo Jorge Tartaglione de la que participó Infobae.

Un nuevo medicamento en forma de inyección se aprobó en Argentina - Shutterstock
Un nuevo medicamento en forma de inyección se aprobó en Argentina - Shutterstock

Y agregó: “La diabetes tipo 2 es indolora. Cuando se produce el dolor es tarde, como por ejemplo cuando hay un evento cardiovascular, una patología directamente asociada a la diabetes, ya que, según estadísticas internacionales, el 70% de los diabéticos muere por enfermedad cardiovascular”.

Respecto a nuevo medicamento, la semaglutida es un agonista del receptor del GLP-1 (péptido similar al glucagón tipo 1) de administración semanal, mediante inyección subcutánea, desarrollado para el tratamiento de la diabetes tipo 2. El mismo mejora el control de la diabetes porque estimula la secreción de insulina y contribuye al descenso de peso actuando a nivel del sistema nervioso central, disminuyendo el apetito y la ingesta de alimentos, según adelantaron los expertos que lo presentaron. Además, reduce el riesgo cardiovascular modificando la progresión de la aterosclerosis (la acumulación de grasa en las arterias), la presión arterial, el nivel de lípidos y el peso corporal. En el programa de ensayos clínicos SUSTAIN, semaglutida demostró ser segura y bien tolerada: los eventos adversos reportados con mayor frecuencia fueron trastornos gastrointestinales, incluyendo náuseas, diarrea y vómitos. En general, fueron reacciones leves a moderadas y transitorias

El especialista precisó que recientemente, un estudio internacional reveló que 4 de cada 10 argentinos con diabetes tipo 2 padecen enfermedad cardiovascular, por eso es importante remarcar que el abordaje de la diabetes tipo 2 debe ir mucho más allá del control de los niveles de azúcar en sangre y contemplar, a la vez, el manejo del riesgo cardiovascular y del peso corporal.

La doctora Paola Harwicz, directora del Consejo de Cardiometabolismo de la Sociedad Argentina de Cardiología, que también participó del encuentro afirmó: “Con la llegada de nuevos medicamentos, se redefinen los objetivos terapéuticos y podemos ser más ambiciosos en lo que esperamos lograr tanto en el control de la glucemia como al optimizar el perfil cardiometabólico de la persona. Además, la intervención precoz y el adecuado control de todos los otros factores de riesgo, como la hipertensión arterial, el colesterol elevado y el sobrepeso, permiten mejorar la evolución y pronóstico de las personas con diabetes. Cuanto antes alcancemos un buen control, mayores serán las posibilidades de evitar complicaciones a largo plazo”.

Sin embargo, una encuesta mundial de la Federación Internacional de Diabetes, que incluyó a la Argentina, mostró que 1 de cada 4 adultos con diabetes tipo 2 se consideraba de bajo riesgo cardiovascular. “Los estudios muestran que la mitad de los pacientes no logra un control óptimo de su diabetes solo con medicación oral tradicional y ellos pueden beneficiarse de nuevas opciones terapéuticas que logran resultados más contundentes en el descenso de la glucemia y que aportan otros beneficios”, agregó la especialista.

“Lograr un buen control de enfermedades crónicas requiere cambios en el estilo de vida y representa un desafío grande; lo sabemos los médicos y lo experimentan todos los días nuestros pacientes. Por eso, siempre es una buena noticia empezar a contar con opciones terapéuticas que simplifiquen el tratamiento, contribuyendo a la adherencia terapéutica, y que alcancen resultados superadores a lo que ya conocíamos”, concluyó el Litwak, quien también es Codirector de la Maestría de Riesgo Cardiovascular, Diabetes y Enfermedad Vascular del Instituto Universitario del Hospital Italiano.

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