Qué es el glaucoma, una enfermedad ocular que afecta a 2.5 millones de argentinos

Se trata de la principal causa de ceguera no recuperable en el mundo, entre un tres y un cinco por ciento de la población mundial lo padece. La explicación a Infobae de Germán Bianchi, jefe de trasplante de córnea, cirugía refractiva y cataratas de Clínica Nano

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Qué es el glaucoma - Consejo Argentino de Oftalmología (CAO)

La Asociación Mundial de Glaucoma y la Asociación Mundial de pacientes con Glaucoma establecieron el 12 de marzo como el Día Mundial del Glaucoma para concienciar a la población sobre la prevención de esta patología. ¿Qué es? El glaucoma es una enfermedad ocular caracterizada frecuentemente por hipertensión ocular y afectación del nervio óptico. Es una de las principales causas de ceguera en personas mayores de 40 años.

Consultado por Infobae, el doctor Germán Bianchi, médico oftalmólogo, jefe de trasplante de córnea, cirugía refractiva y cataratas de Clínica Nano, explicó: “El glaucoma es una enfermedad visual crónica e irreversible del nervio óptico. Constituye la segunda causa de ceguera en el mundo desarrollado y el 50 por ciento de las personas que lo padece no lo sabe”.

“El principal factor de riesgo para esta afección es la presión intraocular elevada, aunque también lo son la edad (a partir de los 40 años) y los antecedentes familiares. No suele dar síntomas hasta fases avanzadas, cuando el daño es significativo. Esto ocurre porque se produce una pérdida de visión lateral que el paciente no advierte”, precisó el especialista y añadió: “Los controles periódicos logran la detección precoz de esta patología silenciosa. Los tratamientos van desde los colirios con hipotensores hasta tratamientos ambulatorios láser u opciones quirúrgicas. Con control médico y diagnóstico temprano se puede vivir con normalidad”.

El glaucoma es una enfermedad
El glaucoma es una enfermedad visual crónica e irreversible del nervio óptico (Shutterstock)

Según el Consejo Argentino de Oftalmología, se trata de la principal causa de ceguera no recuperable en el mundo, entre un tres y un cinco por ciento de la población mundial lo padece y en la Argentina entre 1.5 a 2.5 millones de personas viven con esta afección.

El glaucoma representa la primera causa de ceguera irreversible en el mundo. En un estudio de la Organización Mundial de la Salud, se había proyectado que para el 2020, podría haber casi 80 millones de personas afectadas por glaucoma, la mayoría con glaucoma crónico y un cuarto con otras variedades de glaucoma. Se estima, que en mayores de 80 años, entre el 10 al 12% de la población tiene glaucoma, acorde a diferentes series de estudios. Respecto a datos regionales, hay discrepancia y falta de investigación coordinada para poder dar un dato preciso, pero se estima que entre 1.5 a 2.5 millones de personas en Argentina tienen glaucoma y que más de la mitad de ellos lo desconoce.

De acuerdo a lo explicado por el doctor Bianchi a este medio, “los términos médicos terminados en “oma” generalmente nos preocupan, ya que los relacionamos con enfermedades malignas como el cáncer. Algunos ejemplos son “Mieloma, Melanoma y Carcinoma”. Pero...¿Qué es el Glaucoma? Si bien este término es el nombre de una patología, que a veces puede ser grave, no se trata de ningún tipo de tumoración, sino que es el nombre de una enfermedad ocular, en la cual se va dañando el nervio óptico, generalmente de forma lenta y progresiva, si la patología no es tratada y controlada de forma oportuna. El principal factor de riesgo del glaucoma, es la hipertensión ocular y una de sus principales características, es que en la mayoría de los casos tiene poca expresión clínica de forma inicial y puede ir progresando así durante varios años. Y si la persona no hace sus controles oftalmológicos anuales de rutina, cuando la afectación visual es percibida por el paciente, la perdida de visión en ese momento generalmente ya es irreversible. Pero vamos a ver varios aspectos de esta patología”.

El glaucoma constituye la segunda
El glaucoma constituye la segunda causa de ceguera en el mundo desarrollado y el 50 por ciento de las personas que lo padece no lo sabe (Shutterstock)

Hay diversos tipos de glaucoma. Según especifican los especialistas, están los que llamamos glaucomas agudos, donde la presión aumenta de forma brusca, de un día para el otro. “Esto ocurre por una alteración anatómica en la parte anterior del ojo, donde poco a poco va alterando el lugar por donde circula y se evacúa en líquido llamado humor acuoso. Cuando se termina de obstruir su drenaje, la presión aumenta bruscamente, lo cual puede suceder en personas con ojos más pequeños, lo que se asocia principalmente a un defecto de refracción llamado hipermetropía. Y también influye, el paso de los años, donde el cristalino se ha haciendo más prominente y contribuye a achicar el espacio de la cámara anterior del ojo”, especificó Bianchi.

“En el glacuoma agudo, hay mucha sintomatología, el ojo duele mucho, se pone rojo e incluso se pueden producir intensas cefaleas, con nauseas y vómitos. Es una urgencia oftalmológica y tomada a tiempo, puede ser absolutamente resuelta, con un rápido procedimiento quirúrgico, en el cual mediante un láser se le realiza un pequeño agujero al iris, lo que permite crear un drenaje extra al humor acuoso y en la mayoría de los casos resolver el problema”, detalló el experto a Infobae.

Existe también el glaucoma crónico, donde el tamaño del globo ocular puede ser pequeño ocurrir también en personas con hipermetropía, pero es más frecuente en personas con miopía. Es el tipo de glaucoma que casi no presenta síntomas inicialmente. “En su evolución sin tratamiento ni control, se afecta el nervio óptico y esto se comienza a manifestar con una alteración de la visión periférica. O sea, la persona ve bien hacia adelante, pero no puede ver a los costados”, explicó Bianchi.

Hay diversos tipos de glaucoma
Hay diversos tipos de glaucoma (Shutterstock)

Hay otros tipos de glaucomas, como aquellos asociados a fármacos (por ejemplo personas que utilizan corticoides de forma crónica). También hay glaucomas secundarios a traumatismos, a tumores y a reacciones inflamatorias e infecciones intraoculares. E incluso, hay glaucomas de baja presión. O sea, donde la presión intraocular es normal, pero que igualmente se desarrolla una neuropatía óptica glaucomatosa. Independientemente de las distintas clasificaciones de glaucoma, el concepto principal es acorde a características anatómicas del ojo, cuando ocurre una afectación del drenaje del líquido de la parte anterior del ojo, se es muy posible que se genere esta enfermedad.

De acuerdo al oftalmólogo y jefe de trasplante de córnea, cirugía refractiva y cataratas de Clínica Nano, “si bien esta patología puede presentarse desde el nacimiento, en casos de glaucoma congénito, es una enfermedad mucho más frecuente en adultos luego de los 40 a 50 años. Pero, si la persona viene realizando controles oftalmológicos de rutina, anuales, lo más probable es que el diagnóstico surja de uno de esos controles, en un estadío temprano. En ese momento, se indican gotas que bajan la presión intraocular, que se colocan una o dos veces al día. Son tratamientos crónicos, que deben mantenerse siempre. Les explicamos a los pacientes, “es como si fuera una pastilla para el corazón, que nunca debe dejar de tomarla”. Hay casos donde con las gotas no alcanza para lograr bajar la presión a niveles seguros y para esas situaciones, hay tratamientos láser y cirugías que son muy efectivas, pero se le remarca a la persona, que siempre deberá cuidarse la presión ocular y posiblemente, a pesar de que se le haga una cirugía, deberá seguir poniéndose gotas para controlar la presión.

En conclusión y según el oftalmólogo, “se trata de una patología, que tomada a tiempo puede ser perfectamente controlada. El problema, es que cuando se toma tardíamente, se pude controlar a partir de ese momento, o enlentecer la pérdida visual, pero como el daño se produce en el nervio óptico, lo que se ha perdido de visión, no se podrá recuperar. El nervio óptico es como un cable, que está en el fondo del ojo y transporta toda la información recibida y procesada en las células de la retina, hacia las áreas visuales del cerebro. Es decir, uno puede tener el ojo bien, pero si el cable que lleva la información visual está defectuoso, la visión estará alterada. Por ahora, no tenemos un ‘cable de repuesto’ para solucionar esta enfermedad. Por lo tanto, se remarca la importancia del control oftalmológico anual de rutina. A su vez, si una persona tiene familiares directos que tengan glaucoma, el riesgo de que padezca glaucoma estará incrementado.

“Es una patología que si se detecta tempranamente se puede controlar, sino, se transforma en un enemigo invisible que podrá ir afectando la visión lenta y progresivamente. Un control oftalmológico anual de rutina puede permitir un diagnóstico precoz y evitar la pérdida de visión por glaucoma”, enfatizó.

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