El centro de referencia en Argentina responsable de analizar todos los patógenos que significan una amenaza para la salud humana es la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud “Dr. Carlos Malbrán”, o mejor conocido como Instituto ANLIS – Malbrán, un organismo público descentralizado dependiente del Ministerio de Salud de la Nación
Allí fue donde se confirmó el 3 de marzo del 2020 la llegada al país del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 que genera la enfermedad COVID-19, proveniente de un pasajero que arribaba de Europa. Este laboratorio, que tuvo un arduo trabajo en 2020 analizando muestras, decodificando nuevas mutaciones del coronavirus y capacitando a profesionales de otros laboratorios de análisis de todo el país, redobló esfuerzos en este comienzo de 2021 al adquirir nueva tecnología para avanzar en la lucha contra el virus.
Así, profesionales del Malbrán confirmaron la llegada de una nueva Plataforma Genómica de última generación que permite garantizar el diagnóstico, la secuenciación genómica, la vigilancia epidemiológica y la vigilancia zoonótica -ambas en tiempo real-, la confirmación y el monitoreo de reinfecciones, y el monitoreo de la adecuación de las fórmulas vacunales para SARS-CoV-2.
El Ministerio de Salud ha adquirido para ANLIS, Carlos G. Malbrán, un nuevo equipamiento de la empresa Illumina, que incluye una plataforma robótica, un equipo de secuenciación de nueva generación con alta capacidad de generación de secuencias y una infraestructura informática para estudios de epidemiología genómica, metagenómica e inteligencia artificial a gran escala.
El monto invertido asciende casi al millón de dólares (992.600 USD) y es la única unidad de estas características en la Región. Se trata del dispositivo de secuenciación Covid Seq, que posibilita la generación de 360 GB de información de secuenciación en 12 horas. Esto genera, por ejemplo, 3 mil genomas de SARS-CoV-2 en 24 horas de operatividad, lo cual admite el estudio genómico a gran escala y a tiempo real.
Para que estos estudios puedan ser escalables, el equipo de secuenciación está asociado a una plataforma robótica que permite la obtención de material genético de distintas muestras clínicas y el procesamiento posterior en una etapa pre y post amplificación del material genético. Esta plataforma robótica puede ser programada para diversos usos, que permiten escalar también el diagnóstico molecular de la institución.
La importancia de tener un equipo de estas características en plena pandemia y con nuevas y amenazantes mutaciones, es que la secuenciación genómica que realiza es la única tecnología que permite la confirmación de reinfecciones. La magnitud de la pandemia COVID-19 y sus medidas de mitigación a nivel social, ponen de manifiesto, la urgencia por obtener una vacuna segura y efectiva en tiempo récord.
Secuenciar el virus implica conocer su plan maestro. Conocer a tu enemigo. La conocida frase del famoso tratado de estrategia del libro El arte de la guerra, de Sun-Tzu, adquiere un carácter esencial frente al virus SARS-CoV-2 que amenaza la salud de miles de personas y pone a prueba la organización y sistemas sanitarios de múltiples países: el coronavirus.
La directora científico-técnica del Instituto Malbrán, Claudia Perandones (M.N. 83.079), en diálogo con Infobae, explicó que “una de las mejores formas de conocer un organismo es secuenciar su genoma, que contiene las instrucciones necesarias para hacerlo funcionar. Cuando se produce una pandemia como la de COVID-19, conocer el genoma del agente infeccioso responsable proporciona información con gran relevancia para los investigadores. Les permite identificar qué es lo que causa la enfermedad, conocer su origen y evolución con el tiempo o desarrollar estrategias terapéuticas para hacerle frente”, señala la experta del Malbrán.
La genómica es además indispensable para el seguimiento de la diversidad de las regiones del genoma como candidatas vacunales a un nivel de precisión de nucleótidos y su comparación con las variantes emergentes en las distintas zonas geográficas.
Esta plataforma es la única aprobada por Food and Drug Administration (FDA –Estados Unidos) tanto para su uso en diagnóstico como para secuenciación genómica de coronavirus y ya está siendo utilizado por laboratorios de referencia en Estados Unidos y en el mundo con esta finalidad.
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