La semana última, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, aseguró que ya se ve “la luz al final del túnel” gracias a los resultados que se están obteniendo en los ensayos con las futuras vacunas contra el coronavirus, y sostuvo que “junto con otras medidas de salud” hay “una esperanza real” para poner fin a la pandemia.
Los infectólogos argentinos Daniel Stamboulian, Profesor Emérito de Infectología de la Facultad de Medicina de la UCES y Voluntary Profesor of Medicine of the University of Miami, junto a la doctora Isabel Cassetti, directora de Helios Salud coincidieron con Adhanom Ghebreyesus y se sumaron a la ola de esperanza que generan las próximas vacunas contra COVID-19 a aprobarse en las próximas semanas por las autoridades regulatorias de los países.
“Para mí las vacunas serán las herramientas para controlar esta pandemia”, afirmó Stamboulian. Y Cassetti reafirmó: “Creo que vamos con las vacunas, junto con las medidas complementarias higiénicas, como el distanciamiento social, el lavado frecuente de manos y el uso de barbijo, vamos a derrotar a la pandemia. Estamos muy confiados todos y pensamos que la mayoría de las vacunas van a ser muy eficaces”.
Sobre qué tipos de vacunas esperaremos para superar esta pandemia por coronavirus, Cassetti indicó que “hay distintos tiempos de vacunas y es importante recordar que ninguna de ella produce enfermedad”. “Hay vacunas elaboradas bajo la plataforma clásica y otras más novedosas, como las que contienen ARN mensajero y ADN de adenovirus, como la de AstraZeneca, Janssen y la rusa Sputnik V. Y hay vacunas inactivadas como la china de Sinopharm. Algunas en una dosis y otras en dos dosis”, recordó la experta.
Consultada sobre una fecha posible de aprobación y distribución de las mismas, Cassetti respondió: “Yo creo que con mucha predicción positiva, entre enero y marzo vamos a empezar a vacunar”.
“Hay inquietud sobre las vacunas chinas y rusa. No hay demasiada información”, disparó Satamboulián. Y Cassetti agregó: “Hay datos científicos de la vacuna en fase II con pocos candidatos. Todavía no están los resultados de fase III. Se espera que estén hacia fines de diciembre. Solo hay datos preliminares no concluyentes. La vacuna rusa puede ser una vacuna interesante ya que contiene dos adenovirus 26 y 5”.
El viernes 6 de noviembre, el Gobierno ratificó la llegada en diciembre de la vacuna rusa, conocida globalmente como Sputnik-V, pero esta adquisición forma parte de un proceso que incluye la compra de por lo menos otras cuatro vacunas más. El presidente Alberto Fernández dijo que “si todo sale bien” se podrá aplicar la vacuna rusa a unas 10 millones de personas “a partir de finales de diciembre”. No obstante, aclaró que la Argentina también firmó acuerdos con otros proveedores y que todas “tienen una altísima calidad técnica”. Sobre el final de la conferencia de prensa, detalló que además podrían llegar al país en diciembre otras 750 mil vacunas de la empresa Pfizer. También confirmó que se firmaron acuerdos para recibir las vacunas producidas por Astrazeneca-Oxford y por China a partir de marzo.
“Queremos que los argentinos puedan contar lo más rápido posible y en la cantidad suficiente con la vacuna que nos permita terminar con esta pandemia y que nos permita a todos recuperar la vida que hoy se ha visto alterada”, señaló el Presidente.
Lo que se sabe hasta ahora es que tanto Sputnik como AstraZeneca, Pfizer, Sinopharm y Janssen (los otros proveedores previstos) están a la espera de la reglamentación de la ley que declaró de interés público la investigación, desarrollo, fabricación y adquisición de la vacuna contra el COVID-19. Todas se encuentran en fase III y deberán demostrar ser eficaces y seguras, luego de atravesar rigurosos controles de calidad en los diferentes y variados ensayos a lo largo y ancho del globo.
En detalle, qué se sabe hasta ahora sobre las vacunas que llegarían a la Argentina, tanto las que ya tienen cantidad de dosis confirmadas como las que llevan adelante ensayos en el país, al que le darían prioridad a la hora de recibir las aplicaciones:
Oxford-AstraZeneca
AstraZeneca anunció la firma del acuerdo para el suministro de la vacuna COVID-19 (AZD1222) para Argentina en el marco de la lucha contra la pandemia por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2. Se trata de la entrega de más de 22 millones de dosis de la potencial vacuna, desarrollada conjuntamente por la Universidad de Oxford y AstraZeneca, que comenzará a distribuirse durante la primera mitad de 2021 si los estudios clínicos de fase 3 que actualmente se están desarrollando son exitosos en cuanto a niveles de eficacia y seguridad.
La vacuna AZD1222 fue desarrollada conjuntamente por la Universidad de Oxford y su empresa derivada, Vaccitech. Utiliza una versión debilitada de un virus del resfriado común (adenovirus) que causa infecciones en chimpancés y contiene el material genético de la proteína espiga del SARS-CoV-2. Luego de la vacunación, el sistema inmunitario queda preparado para neutralizar el nuevo coronavirus en caso de una infección.
Pfizer
Argentina podría recibir en diciembre 750.000 vacunas contra el coronavirus desarrolladas por la farmacéutica estadounidense Pfizer, dijo el presidente Alberto Fernández, que señaló que el Gobierno está preparándose para comenzar a inocular a su población: “Podríamos llegar a contar con la posibilidad de vacunar a 750.000 personas con la vacuna de Pfizer, que en diciembre podría llegar a estar en Argentina”.
El laboratorio ya solicitó a la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) una autorización de emergencia, luego de dos meses de recolección de información, plazo mínimo recomendado por las autoridades.
Sputnik V
El presidente Alberto Fernández adelantó ese viernes que “si todo sale bien” se podrá aplicar la vacuna rusa a unas 10 millones de personas “a partir de finales de diciembre”. A su vez, aseguró que las autoridades sanitarias están trabajando con sus pares rusas para lograr que la ANMAT cuente lo más rápido posible con la información necesaria para poder aprobar la utilización de la Sputnik V en el país una vez que se completen todas las etapas de prueba en Rusia.
El gobierno argentino compraría 25 millones de dosis de Sputnik V –que llegarán en dos tandas, primero 10 millones y luego 15– y que podrá eventualmente comenzar con la aplicación local a grupos de riesgo a partir del mes de diciembre próximo.
La fórmula está desarrollada en base a un “vector viral” que utiliza como vector en dos inyecciones dos adenovirus (virus muy corrientes responsables, por ejemplo, de los resfriados), transformados para agregar una parte del responsable del COVID-19. Cuando el adenovirus modificado penetra en las células de las personas vacunadas, estas últimas fabrican una proteína típica del SARS-CoV-2, haciendo que su sistema inmunitario la reconozca y la combata, según el Instituto Gamaleya.
La fórmula puede distribuirse en forma liofilizada (seca), lo que requiere una refrigeración común, entre 2 y 8°C. Esa es una ventaja compartida con la fórmula de Oxford/Astrazeneca, mientras que las candidatas de Pfizer y Moderna, por su tipo de desarrollo, requieren una supercongelación que dificulta la logística. No obstante, la primera tanda de Sputnik todavía no contará con esa tecnología de deshidratación (disponible para febrero) y se conservará a 18 grados bajo cero hasta enero.
Los estudios clínicos se están llevando adelante principalmente en Rusia, pero también en Bielorrusia, Venezuela, Emiratos, India y pronto en Brasil.
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