Este triste hecho le sucedió a la Argentina, que se consolidó como el país con la tasa más alta del mundo de pruebas positivas de COVID-19, con casi 6 infectados de cada 10 evaluados, según un amplio análisis basado en los datos que provee el sitio Our World In Data, vinculado a la Universidad de Oxford.
Cabe recordar que en la semana del 12 de junio último, la revista Time y el Eurasia Group, la consultora de riesgo político fundada por Ian Bremmer en 1998, destacaron a 11 países de distintas regiones del planeta por su respuesta ante la pandemia del nuevo coronavirus. Según el informe, la Argentina era el único representante latinoamericano entre las mejores naciones elegidas, gracias a su capacidad para administrar con éxito tres frentes: la gestión sanitaria de la crisis, la conducción política y la respuesta económica.
Pero en poco más de tres meses todo cambió y ahora la enfermedad COVID-19 parece estar desbordada en nuestro país. Argentina alcanzó 809.728 casos confirmados el lunes, con un promedio móvil de siete días de alrededor de 12.500 nuevas infecciones diarias. Los fallecidos en total son 21.468, informó el Ministerio de Salud. Así, Argentina es el octavo país con más casos del mundo.
Según el informe, los bajos niveles de pruebas y las pocas restricciones que hoy existen en la denominada “cuarentena más larga del mundo”, incrementaron la alta tasa positiva en las últimas semanas, que subió de alrededor del 40% en agosto a apenas un 60% hace 7 días. “¿Hay aislamiento? No hay ninguno. ¿Hay (suficientes) pruebas? No, no los hay”, explicó el doctor Carlos Kambourian, pediatra de la ciudad de Buenos Aires.
Para ilustrar la baja cantidad de test por COVID-19 que se realizan en el país, Reuters toma el ejemplo del estado de Nueva York, que tiene una población de 20 millones de personas, menos de la mitad de los 45 millones de Argentina, pero realiza 100.000 pruebas al día, cuatro o cinco veces más que nuestro país. En el estado de Nueva York, la tasa positiva es un poco más del 1%.
En las últimas 24 horas, en Argentina fueron realizados sólo 20.263 testeos y desde el inicio del brote se realizaron 2.084.513 pruebas diagnósticas para esta enfermedad, lo que equivale a 45.937 muestras por millón de habitantes.
Actualmente hay 3.978 personas internadas en unidades de terapia intensiva. La ocupación de camas llegó al 62,4% a nivel nacional y se encuentra en un 63,1% en el AMBA.
Esta mañana, el subsecretario de Estrategias Sanitarias, Alejandro Costa, señaló que el promedio de casos de COVID-19 en los últimos 7 días fue de 12.452 contagios diarios, con una tasa de mortalidad de 463 personas cada millón de habitantes y de letalidad del 2,6% sobre los casos confirmados.
Daniel Gollán, ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires explicó que se registra una “ralentización” de casos de coronavirus en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), la zona más crítica del país por su alta densidad de población, pero afirmó que en el interior provincial los contagios aumentan de forma “progresiva y constante”. Mientras en julio se detectaban unos 490 casos diarios, hoy son 1.281 que representan “el 29% de los contagios totales de esta semana”.
“Hay una ralentización en la zona AMBA. La cantidad de casos empieza a bajar y estamos en los contagios que teníamos a mediados de julio”, explicó Gollan al encabezar una conferencia de prensa en La Plata en donde brindó detalles de la situación epidemiológica y subrayó que pese al descenso progresivo “la meseta es alta” y advirtió que no se pueden relajar los cuidados porque “se dispararían los casos”.
El gobierno de Argentina fue elogiado por un duro cierre temprano que comenzó el 20 de marzo, pero desde entonces se ha visto obligado a aflojar las restricciones para ayudar a reactivar una economía que ya está en recesión en los últimos dos años, mientras los niveles de pobreza y desempleo han aumentado.
Kambourian agregó que se había avanzado poco en el fortalecimiento de los servicios de salud: “Ciertamente, las estrategias para detener este tipo de pandemias no se están aplicando”. Una fuente del Ministerio de Salud de Argentina dijo que la gran cantidad de pruebas positivas fue el resultado de su programa “DetectAr”, donde los test se enfocan en los contactos de las personas que se sabe están infectadas.
Argentina está ubicada en el octavo lugar con mayor cantidad de casos de COVID-19 en el mundo, y actualmente se encuentra entre los cinco primeros en cuanto a casos nuevos y muertes promedio de 7 días. América Latina ha sido la región más afectada del mundo en términos de casos y muertes por COVID-19, según destacan los especialistas.
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