Argentina llegó a las 300.000 personas infectadas y a las 5811 fallecidas por COVID-19, la enfermedad que genera el nuevo coronavirus SARS-CoV-2.
Pero otro dato es muy relevante, además del mencionado. Y es el del número de fallecidos y muertos por esta pandemia en nuestra primera línea de defensa: el personal de la salud argentino. Ya suman más de 17.000 los contagios y 60 muertos por coronavirus en el personal de salud nacional, según difunden cifras la Federación Sindical de Profesionales de la Salud (Fesprosa) y ATE.
Si bien no existen datos oficiales del sector, se calcula que el número total de trabajadores ronda los 750.000, es decir que casi un tres por ciento tienen o han tenido COVID-19.
La presidenta de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud (Fesprosa), María Fernanda Boriotti, advirtió que el número de fallecidos del sector puede ser mayor, porque no tienen la última cifra. También cuestionó que “hay serias dificultades para que el ministerio entregue los números y datos de lugar de trabajo, sexo y provincias donde están los trabajadores infectados”, si bien la mayoría se sabe que son de Buenos Aires, por cómo se diseminó el virus.
“Epidemiología del ministerio de la nación se había comprometido a entregar semanalmente todos los datos, pero no cumplió. No se entregan desmenuzados como estamos solicitando”, reclamó la líder sindical.
“De los casos confirmados se suman los trabajadores aislados por contacto o contacto estrecho. Son 15 días sin estar trabajando o en caso de confirmación hasta la evolución final del proceso. Eso deja muy diezmado a todos los equipos”, explica Boriotti y citó el ejemplo del Hospital Posadas donde hay entre un 25% y 30% de la planta sin trabajar (450 infectados y 1400 aislados).
En Argentina no hay datos oficiales de la cantidad total de trabajadores de salud. Boriotti calcula que son unos 750.000 en todo el país. Se arriba a este número con los aproximadamente 600.000 que recibirán el Bono Estímulo del gobierno, al que consideró “un dolor de cabeza que dejó a mucha gente afuera y todavía no se ha terminado de cobrar”, más otros 150.000 que están por fuera de los beneficiados.
“Nos preocupa la carga de trabajo que tiene en general el trabajador de salud, lo que lo hace más vulnerable. Una persona que trabaja más de 40 horas semanales en este marco de pandemia, con el grado de estrés que implica, genera un desgaste que lo hace más proclive a contagiarse”, manifestó la presidenta de Fesprosa.
Carga laboral y estrés médico
Miedo a contagiar a familiares o seres queridos, angustia, ansiedad e insomnio son algunos de los efectos que diferentes profesionales de la salud están experimentando desde el comienzo de la pandemia de Covid-19 a raíz del trabajo que realizan. El dato se desprende de una encuesta realizada por la Fundación Cardiológica Argentina a más de 2000 trabajadores sanitarios (médicos, enfermeros, psicólogos, kinesiólogos, entre otros).
“Se necesita urgente un plan de mitigación de esta clase de impactos en el personal de la salud en el contexto de la pandemia”, advirtió el doctor Carlos González Malla, médico clínico y miembro de la FCA y uno de los autores del sondeo.
“A lo largo de todo el país los profesionales de la salud han mostrado una absoluta entrega. Sin embargo, hoy muchos enfrentan situaciones de discriminación por el trabajo que realizan y debemos convivir a diario con el miedo a contagiar a nuestros seres queridos. Se trata de una realidad adversa que merece la atención tanto de las autoridades nacionales como de los directivos de instituciones sanitarias y de la población en su conjunto”, expresó el doctor Jorge Tartaglione, presidente de la FCA.
El relevamiento arrojó que el 82% de los encuestados considera que “su trabajo en el sector de la salud le generó algún tipo de impacto emocional a raíz de la pandemia”.
Entre los principales efectos que han experimentado desde el inicio de la circulación del SARS-Cov-2, mencionaron el miedo a contagiar a un familiar o ser querido, la ansiedad, el insomnio y la tristeza.
Reducción de ingresos e impacto social
Respecto del golpe que la actual situación tiene a nivel económico sobre los profesionales de la salud, el 70% de los encuestados refirió que sus ingresos se vieron disminuidos desde marzo a la fecha y en un 38% de los casos esas reducciones fueron de entre el 25 y el 50%.
Sin embargo, en la gran mayoría de los casos (74%) la institución en la que trabajan no dispuso ningún tipo de medida para mitigar la caída de la remuneración de estos trabajadores. “El hecho de trabajar en salud implica hoy estar expuestos a consecuencias emocionales, sociales y económicas. Y hay poco apoyo de los lugares donde uno trabaja como para sobrellevar la pandemia”, subrayó González Malla.
Otros dos datos llamativos son que el 44% debió mantenerse aislado de algún miembro de la familia por la actividad que realiza en salud mientras que un 26% dijo haber sido víctima de discriminación producto de su actividad sanitaria, siendo la vía pública y el propio hogar los lugares donde más se dieron este tipo de situaciones.
“Sufrir insomnio y ansiedad pueden afectar la capacidad de juicio y esto, a su vez, acarrea consecuencias serias en el ejercicio de la medicina”, remarcó González Malla
El Ministerio de Salud de la Nación, creó el “Plan Nacional de Cuidado de Trabajadores y Trabajadoras de la Salud”, cuya resolución salió publicada el 8 de junio en el Boletín Oficial. “La finalidad principal es reducir el número total y la proporción de trabajadores de la salud infectados por COVID-19, en base a una estrategia común en todas las jurisdicciones”, explican desde su página web.
El plan cuenta con una encuesta anónima y confidencial que busca conocer el riesgo de contraer el virus durante el proceso laboral y aplicar las estrategias que fueran necesarias para reducirlo, como por ejemplo, organizar el ingreso y el egreso del personal de salud por una puerta única y distinta del circuito de atención de paciente; evaluar triage de síntomas a todo personal de salud al ingreso a la institución; entre otras cosas.
Entre sus recomendaciones, el plan sugiere a las instituciones armar equipos fijos de trabajo para minimizar los contactos. Eso se dificulta, ya que muchos trabajadores de la salud tienen más de un empleo y deben trasladarse de un lugar a otro, con lo cual, a veces se dificulta saber dónde pueden haberse expuesto al virus.
Recomendaciones del Ministerio de Salud
En el contexto actual de pandemia de COVID-19 la capacidad de respuesta del sistema de salud puede ser tensionada por la llegada masiva de pacientes que soliciten atención médica. Ante este escenario se debe planificar la organización del sistema de salud para garantizar la gestión integral de la respuesta, el funcionamiento de los mecanismos de coordinación, el manejo integral de la información, las capacidades logísticas, y los recursos necesarios para su ejecución, así como para una respuesta integral a los pacientes, protegiendo la salud y bienestar de los trabajadores de la salud.
Los equipos de salud en su totalidad son quienes tienen un papel fundamental en la identificación, notificación y asistencia, como también en la planificación y organización de las acciones.
Con la finalidad de facilitar la respuesta, se desarrollaron una serie de documentos técnicos con recomendaciones para los equipos de salud tanto asistenciales como de gestión. Dada la dinámica del conocimiento en el contexto de la pandemia de COVID-19, los mismos se encuentran en permanente actualización.
Los materiales están realizados en base a la mejor evidencia disponible al momento, adaptada a la realidad y necesidad nacional, focalizados en la protección del personal de salud y la identificación, diagnóstico, prevención, notificación y asistencia de pacientes en el contexto de COVID-19.
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