Diferencias y semejanzas de la vacuna de Oxford y AstraZeneca con las otras tres desarrolladas en Argentina

El desarrollo, que será producido en Argentina y fue anunciado hoy por el Gobierno, se suma a otras tres iniciativas que también están en fase de implementación y estudio en el país para derrotar al COVID-19

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Las pruebas con pacientes ya ha comenzado en varios lugares del mundo - REUTERS/Kai Pfaffenbach
Las pruebas con pacientes ya ha comenzado en varios lugares del mundo - REUTERS/Kai Pfaffenbach

Más de ocho meses después de conocido el nuevo coronavirus que provoca la enfermedad COVID-19, existe una carrera contrarreloj para hallar una vacuna que frene la actual pandemia iniciada por el SARS-CoV-2.

Para llegar a esa meta, actualmente hay más de 136 candidatas, pero solo unas pocas se encuentran en la fase clínica final de estudios, la tan ansiada Fase 3. Una de las que se encuentra en esta etapa y está catalogada como una de las más avanzadas en su desarrollo en todo el mundo es la vacuna de Oxford-AstraZéneca.

El presidente Alberto Fernández anunció la producción de la vacuna de Oxford y AstraZéneca en Argentina -  Juan Mabromata/Pool via REUTERS
El presidente Alberto Fernández anunció la producción de la vacuna de Oxford y AstraZéneca en Argentina - Juan Mabromata/Pool via REUTERS

Ayer, el presidente Alberto Fernández anunció la producción en Argentina de una vacuna contra el coronavirus. Será la del laboratorio AstraZeneca, investigada por equipos científicos de la Universidad de Oxford, que mostró buenos resultados en los ensayos clínicos de fase I y II y es una de las investigaciones más avanzadas del mundo. El lunes 20 de julio se dieron a conocer los resultados provisionales del ensayo COV001 Fase I / II en curso que mostraron que AZD1222 fue tolerado y generó respuestas inmunes sólidas contra el virus SARS-CoV-2 en todos los participantes evaluados.

Los resultados publicados en The Lancet confirmaron que una dosis única de AZD1222 resultó en un aumento de cuatro veces de los anticuerpos contra la proteína del pico del virus SARS-CoV-2, en el 95% de los participantes un mes después de la inyección. En todos los participantes, se indujo una respuesta de células T, que alcanzó su punto máximo el día 14, y se mantuvo dos meses después de la inoculación.

Las pruebas de la vacuna Oxford/AstraZeneca ya se realizan en San Pablo, Brasil - REUTERS/Amanda Perobelli/
Las pruebas de la vacuna Oxford/AstraZeneca ya se realizan en San Pablo, Brasil - REUTERS/Amanda Perobelli/

La vacuna fue capaz de generar anticuerpos en los seres humanos y no tiene eventos adversos severos, indicaron los voceros de AstraZeneca y los científicos de Oxford a Infobae: “Los datos de fase I / II en 1077 voluntarios adultos sanos entre los 18 y 55 años muestran que la vacuna no condujo a ninguna reacción inesperada y tuvo un perfil de seguridad similar a las vacunas anteriores de este tipo”.

Las respuestas inmunológicas fueron más elevadas en aquellos que recibieron una segunda dosis. “Vimos la respuesta inmunológica más fuerte en los 10 participantes que recibieron dos dosis de la vacuna, lo que indica que esta podría ser una buena estrategia para la vacunación”, indicó el profesor Andrew Pollard.

Vacuna de Pfizer-Biontech

Fotografía del logo de la empresa estadounidense Pfizer en la sede mundial de la compañía en Nueva York. EFE/Justin Lane/Archivo
Fotografía del logo de la empresa estadounidense Pfizer en la sede mundial de la compañía en Nueva York. EFE/Justin Lane/Archivo

El laboratorio farmacéutico más grande del mundo, Pfizer, anunció el 20 de julio último que comenzará a testear en la Argentina la vacuna contra el coronavirus que actualmente produce junto al laboratorio alemán Biontech y que está en fase avanzada clínica.

El comienzo de la aplicación de esta vacuna comenzó justamente esta semana en el Hospital Militar Central, un centro sanitario de alta complejidad que tiene 130 años de antigüedad y es un núcleo importante para la formación de profesionales en las distintas especialidades. El lunes 10 de agosto, llegaron allí los primeros voluntarios que quedaron seleccionados para aplicarse las primeras dosis de la vacuna en el marco del inicio de la tercera fase de pruebas de la vacuna contra el COVID-19.

“El HMC es la única sede para la prueba de la vacuna en Argentina. Los otros tres países en los que se está probando tienen varias sedes. Por ende, el trabajo que se está llevando a cabo en apoyo logístico es muy importante e intenso, sin descuidar las otras funciones que llevamos a cabo en la institución”, aseguró a Infobae el coronel Sergio Maldonado, director del Hospital Militar Central.

Varias vacunas ya testeadas en humano no evidenciaron efectos secundarios adversos graves - REUTERS/Amanda Perobelli
Varias vacunas ya testeadas en humano no evidenciaron efectos secundarios adversos graves - REUTERS/Amanda Perobelli

“El primer día fue muy satisfactorio porque pudimos empezar a vivir esta experiencia y todo salió muy bien. Empezamos esta semana de manera muy tranquila a recibir a los primeros voluntarios que serán inoculados en dos dosis. Naturalmente todo lo que tiene que ver con la administración de las pruebas lo manejan los investigadores”, enfatizó Maldonado. “Hay anotadas un poco más de 25 mil personas y eso nos llena de orgullo. Nosotros lo que hacemos es facilitar las instalaciones, equipos y parte de nuestros profesionales. Es muy importante para todos, ya que estamos ayudando a través de este convenio en la solución de esta pandemia pero también nuestro personal está adquiriendo experiencia, así que tiene un valor agregado”, finalizó.

Pese a la gran convocatoria local, el estudio prevee vacunar a pocos miles en Argentina, ya que el estudio global de Fase 3 comprende a 30.000 candidatos distribuidos en Argentina, Brasil, Alemania y 39 estados de EEUU.

Nunca hubo tanta ciencia y medicina detrás de una vacuna -  REUTERS/Joseph Campbell
Nunca hubo tanta ciencia y medicina detrás de una vacuna - REUTERS/Joseph Campbell

Ayer, se conoció que esta vacuna ha demostrado inducir una robusta respuesta inmunológica en un ensayo clínico preliminar realizado con 45 adultos sanos de 18 a 55 años y cuyos resultados se publicaron en Nature. La BNT162b1 es la más prometedora de las cuatro vacunas desarrolladas por la farmacéutica estadounidense Pfizer y la empresa alemana BioNTech, todas ellas basadas en el ARN mensajero para provocar una respuesta inmunológica. Este tipo de candidatas a vacunas son las que se consideran generalmente seguras y han facilitado el rápido desarrollo de vacunas contra el SARS-CoV-2.

Según los datos provisionales del estudio clínico en fase 1/2, realizado para evaluar la seguridad, tolerabilidad e inmunogenicidad de la vacuna, la BNT162b1, que se administra por vía intramuscular, se testó en 45 adultos sanos (23 hombres y 22 mujeres no embarazadas; 37 participantes eran de raza blanca) de 18 a 55 años de edad. Se espera que las nuevas fases incluyan poblaciones mucho más diversas, teniendo en cuenta que las minorías han sido más afectadas por la pandemia.

Los candidatos -asignados al azar- recibieron 10 microgramos (μg), 30 μg o 100 μg de BNT162b1, o un placebo; además, los participantes de los grupos 10μg y 30μg también recibieron una segunda dosis el día 21. Los autores constataron que el BNT162b1 era, por lo general, bien tolerado, aunque algunos participantes experimentaron, en los siete días siguientes a la vacunación, efectos secundarios de leves a moderados, que aumentaron con el nivel de la dosis. Las reacciones adversas más frecuentes fueron dolor local en el lugar de la inyección, fatiga, dolor de cabeza, dolor muscular, escalofríos, fiebre y trastornos del sueño.

Laboratorios de todo el mundo están en una carrera por el desarrollo de la vacuna eficaz contra COVID-19.  REUTERS/Stringer/File Photo
Laboratorios de todo el mundo están en una carrera por el desarrollo de la vacuna eficaz contra COVID-19. REUTERS/Stringer/File Photo

No obstante, la vacuna provocó una respuesta inmunológica robusta en los participantes, que aumentó con el nivel de la dosis y con una segunda dosis. Los anticuerpos contra el SARS-CoV-2 permanecían 21 días después de la primera vacunación en todos los niveles de dosis, y se registró un aumento sustancial de los anticuerpos neutralizantes contra el SARS-CoV-2 siete días después de que se administrara la segunda dosis de 10-μg o 30-μg. Los niveles de anticuerpos neutralizantes de los participantes fueron de 1,9 a 4,6 veces más altos que los de los pacientes que se recuperaban de la infección por el SARS-CoV-2.

Aunque esta comparación proporciona un punto de referencia para evaluar la respuesta inmunológica provocada por la vacuna y su potencial para proporcionar protección, se necesitan ensayos de fase 3 para determinar la eficacia de la BNT162b1.

Vacuna de la UBA y la Universidad de Winconsin

A principio de la pandemia por la aparición del virus SARS-CoV-2 que genera la enfermedad COVID-19, Ubatec, que es la Agencia de vinculación tecnológica de la Universidad de Buenos Aires (UBA), firmó un convenio con la Universidad de Wisconsin en Estados Unidos, para participar del proyecto de desarrollo de una vacuna eficaz contra el coronavirus.

El doctor Gabriel Capitelli, médico veterinario y doctor en Medicina de la UBA; la doctora Silvia Colavecchia, bióloga y jefa del proyecto y Silvia Mundo, médica veterinaria y profesora titular de la cátedra de Inmunología de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA.
El doctor Gabriel Capitelli, médico veterinario y doctor en Medicina de la UBA; la doctora Silvia Colavecchia, bióloga y jefa del proyecto y Silvia Mundo, médica veterinaria y profesora titular de la cátedra de Inmunología de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA.

“Decidimos aunar esfuerzos y codesarrollar una vacuna contra el coronavirus. Pero no solamente contra este nuevo llamado SARS-CoV-2, sino también contra otros, como el síndrome respiratorio agudo severo (SARS), el síndrome respiratorio de Medio Oriente (MERS) y demás emergentes en el futuro. Esto es posible ya que se trabaja en una tecnología de desarrollo que produciría una alta concentración de anticuerpos protectores”, explicaron en una entrevista exclusiva con Infobae, los tres investigadores que están detrás de este desarrollo: el doctor Gabriel Capitelli, médico veterinario y doctor en Medicina de la UBA; la doctora Silvia Colavecchia, bióloga y jefa del proyecto y Silvia Mundo, médica veterinaria y profesora titular de la cátedra de Inmunología de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA.

El desarrollo de la vacuna está relacionado con los puntos clave de los virus llamados epitopes, hacia los cuales hay que dirigir la respuesta inmune para proteger al individuo. Se trata de una vacuna de diseño en el sentido que hay desarrollado un pensamiento, un análisis sobre la estructura genética del virus, identificando cuál es el sector de su estructura a apuntar para que se puedan generar anticuerpos que protejan al individuo que se contagia”, agregaron los investigadores, que resaltaron que la vacuna usa la plataforma MVA, Modified Vaccinia Ankara, que ya fue probada en la cepa altamente atenuada de la viruela, que se utilizó para la erradicación de esa enfermedad hace 50 años. De hecho, esta ha sido hasta ahora la única enfermedad en humanos erradicada en el mundo.

El desarrollo de la vacuna de la UBA está relacionado con los puntos clave de los virus llamados epitopes
El desarrollo de la vacuna de la UBA está relacionado con los puntos clave de los virus llamados epitopes

“De esta manera, se está utilizando un virus inocuo, que no produce ninguna infección, como un caballo de Troya, llevando información genética en su interior de otro virus. Así, los antígenos del coronavirus no son infectantes, ya que son porciones de virus. Distintas son las vacunas atenuadas o inactivadas. Sólo se introduce en el cuerpo la llave para que el cuerpo lo reconozca y genere la inmunidad a través de la producción de anticuerpos que neutralicen cualquier infección natural posterior”, comentaron los científicos sobre la vacuna que actualmente se está probando en el país en animales como gatos y murciélagos.

Vacuna de la UNSAM

Un equipo de la Universidad Nacional de San Martín se encuentra trabajando a contrarreloj en el proyecto propio de la vacuna contra el COVID-19, que se encuentra en fase preclínica.

“Hay varios grupos en el mundo que están muy adelantados en la búsqueda de una vacuna contra COVID-19, pero podrían no tener éxito, o tenerlo, pero no poder producir la suficiente cantidad de dosis. Inclusive podrían no compartir los derechos sobre la patente. Nosotras en la UNSAM tenemos experiencia en el desarrollo de vacunas contra enfermedades infecciosas. Nos asociamos con otros investigadores de la UNSAM para probar en el laboratorio el concepto de nuestra propia vacuna. Si de acá a 6 u 8 meses obtenemos buenos resultados, buscaremos mucho más financiamiento para comenzar la etapa clínica”, dijo Juliana Cassataro, la científica que lidera el equipo compuesto por 12 personas, 10 de las cuales son mujeres en el Instituto de Investigaciones Biotecnológicas Dr. Rodolfo Ugalde (IIB-INTECH) de la Universidad de San Martín (UNSAM).

La doctora Juliana Cassataro, es la científica que lidera el equipo compuesto por 12 personas de la UNSAM
La doctora Juliana Cassataro, es la científica que lidera el equipo compuesto por 12 personas de la UNSAM

La especialista en inmunología, enfermedades infecciosas y desarrollo de vacunas, ganó un subsidio de 100 mil dólares otorgado por la Unidad Covid-19, compuesta por el Ministerio de Ciencia, la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y el Conicet, para desarrollar una vacuna contra el coronavirus.

“Somos un grupo multidisciplinario de inmunólogos, virólogos y expertos en estructura de proteínas, que ya veníamos trabajando en vacunas. Nos presentamos a la convocatoria de la Unidad Coronavirus del MINCyT, porque ya veníamos trabajando en vacunas orales contra enfermedades infecciosas. Veníamos viendo que hay algunos grupos en el mundo que están muy adelantados y la pregunta que nos planteamos fue si valía la pena empezar algo desde acá”, explicó Cassataro a Infobae.

La vacuna está basada en la producción de proteínas o regiones de proteínas presentes en la superficie de SARS-CoV-2 que son clave para que ese patógeno se una al receptor ACE2 de las células y comiencen así el proceso de infección. La investigadora reforzó la idea de que la vacuna a desarrollar consista en proteínas puras del nuevo coronavirus que, al ingresar al organismo, no infecten las células, pero sean reconocidas por el sistema inmunológico para que generen anticuerpos necesarios para defenderse del virus real.

Cassataro junto a su equipo científico en el laboratorio
Cassataro junto a su equipo científico en el laboratorio

“Utilizaremos tecnología innovadora para aplicar distintas formulaciones no solo inyectables sino también por vía oral”, afirmó Cassataro, que trabajará especialmente en formulaciones desarrolladas que representen a los antígenos (moléculas que generan una respuesta inmunitaria) de las cepas de SARS-CoV-2 que están circulando en Argentina.

Los virólogos eligieron cuáles son las partes del virus (SARS-CoV-2) que se van a usar en la vacuna, para asegurar que tenga los antígenos de la cepa que circula en nuestra región. Actualmente, se encuentran probándolos con diferentes adyuvantes o formulaciones en ratones para ver la inmunogenicidad, y ver cuál de todos los que prueban da la respuesta que se buscan, que es encontrar anticuerpos neutralizantes del virus.

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