El cuidado que se debe tener frente al COVID-19 se tornó en miedo. La asistencia de personas a clínicas, sanatorios y hospitales para continuar sus estudios de diagnósticos y controles médicos cayó drásticamente, al punto que despertaron el alerta en los médicos especializados que advirtieron sobre este riesgo, que podría causas 9 mil muertes más por enfermedades cardio y encefalovasculares en 2020.
“El abandono de los estudios de diagnóstico es preocupante. Sabemos que un paciente sin diagnostico no puede acceder a un tratamiento y por lo tanto pone en riesgo su salud. Hoy preocupa tanto o más en el ámbito de la salud el abandono de consultas, estudios y tratamientos que el COVID, debido a que se estima que el porcentaje de muertes por falta de diagnóstico o tratamiento redundara en miles”, destacó a Infobae la doctora Yamila Tejada, Directora del centro de diagnóstico médico por imágenes CEMEDYT.
“Discontinuar tratamientos, controles o no consultar ante síntomas que necesitan rápida respuesta, tendrá en un corto plazo, consecuencias muy graves en la población. Recientes estudios demostraron que ha aumentado el número de pacientes con ACV, infartos graves y que la detección temprana de distintos tipos de cáncer hará que el tratamiento sea menos efectivo y por consecuencia redundará en más muertes”, agregó la directora.
El médico especialista en Diagnóstico por Imágenes Lucas Acri destacó por ejemplo la importancia de la la precisión de un diagnóstico o la misma evolución de un tratamiento específico gracias a el estudio por imágenes.
“Un médico de un paciente oncológico puede saber como evoluciona la enfermedad o la metástasis luego de una operación o tratamiento. Por eso es clave que las personas no tengan miedo de concurrir a los centros de salud para controlarse”, destacó el especialista de CEMEDYT.
Y agregó: “Muchas instituciones médicas como la nuestra no configuran un centro de internación, por lo que los pacientes no deben tener temor en venir a realizarse estudios. Además, los mismos los estamos programando en forma espaciada para que las personas no se acumulen en las salas de espera”.
Ya la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) había advertido la semana última que los estudios diagnósticos no invasivos son esenciales para estratificar el riesgo y, por lo tanto, indispensables para determinar el momento oportuno de intervenciones.
José Luis Navarro Estrada, presidente de la SAC, indicó en diálogo con Infobae que en los últimos dos meses han bajado un 60% de admisiones en las instituciones médicas por infartos producidos. “Pero los infartos se siguen sucediendo. No se han detenido y eso nos genera mucha preocupación”, afirmó.
Incluso la secretaria de Acceso a la Salud de la Nación, Carla Vizzotti, recordó en la semana la importancia de mantener los controles médicos y aseguró que “es seguro asistir a los centros de salud”.
“La autorización para asistir a los controles y para consultas de emergencia está vigente y que es seguro asistir a los centros de salud, en donde se han organizado circuitos para que no tengan contacto las personas que puedan tener coronavirus con aquellas que consultan al médico por otras razones”, enfatizó la funcionaria.
Al respecto, Tejada precisó que en el centro de diagnóstico, donde se realizan estudios de resonancia magnética, tomografías, ecografías y estudios de medicina nuclear tales como spect cardiaco o centellogramas, la solicitud de turnos bajó en forma significativa.
“Los pacientes que realizan estudios de medicina nuclear la mayoría son cardíacos u oncológicos, son pacientes que no deberían de ninguna manera postergar sus estudios”, deslizó y aclaró que en Cemedyt se siguen todos los protocolos internacionales para el cuidado de los pacientes realizando triage telefónico, control de temperatura, usando todos los equipos de protección personal y desinfectando luego de cada estudio los equipos.
"Al ser un centro ambulatorio, nuestro equipamiento no se utiliza para diagnóstico de enfermos de COVID-19 como sucede en los centros con internación o guardia. Hoy la posibilidad de que los pacientes accedan a poder realizar una consulta con su médico a través de telemedicina y que el medico pueda enviarle la orden medica en forma digital es una gran ventaja para que se pueda seguir con sus controles y no se los abandone. Sin embargo, a la hora de realizar un estudio de diagnóstico la merma abrupta de pacientes se ve, los pacientes tienen miedo de ir a un centro de salud creyendo que puede contagiarse, cuando en realidad sale a la calle o a hacer compras y los riesgos son mayores, ni hablar de los riesgos de no hacer un estudio de diagnóstico que le permitirá empezar su tratamiento cuanto antes y por lo tanto más posibilidades de cura”, indicó la especialista.
Y remarcó que es muy importante poder concientizar a la población de que mientras se cuidan del COVID-19 el resto de las enfermedades no se detienen y que deben seguir realizando los estudios para un correcto diagnóstico y tratamiento de las enfermedades.
A principios de mayo se conoció un estudio de 32 clínicas, sanatorios y hospitales privados, que reveló una alarmante realidad en medio de la pandemia: disminuyeron fuertemente los estudios de diagnósticos y los controles médicos.
Las consultas totales por emergencias en centros médicos cayeron un 74% en abril de 2020 respecto al mismo periodo del año anterior (2019). Cada año mueren en Argentina 100 mil personas por enfermedades cardio y encefalovasculres, pero según una reciente publicación del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires, estaríamos en riesgo de tener entre 6 mil y 9 mil muertes más por esta causa en 2020.
Estos datos surgieron de una investigación llevada a cabo por la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de la República Argentina y de la Cámara de Entidades de Diagnóstico y Tratamiento Ambulatorio (Adecra + Cedim).
El informe destaca que durante los últimos 30 años la amplia investigación, nuevos tratamientos y mejor información y hábitos de la población han llevado a un sostenido descenso en la mortalidad cardiovascular. Cerca de la mitad de todo ese efecto positivo es atribuible al abordaje precoz de los problemas cardio y encefalovasculares a través de la implementación medicamentos, cateterismos diagnósticos, angioplastias, cirugías de by pass y otros procedimientos. La caída de un 60% en la cantidad de angioplastias coronarias y cirugías de bypass es alarmante, ya que tocan de manera directa la principal enfermedad en el mundo occidental.
De igual manera, que haya un 62% menos de internaciones por cuadros coronarios agudos abre la preocupante presunción que los pacientes, por miedo al coronavirus, estén cursando cuadros de infartos y anginas de pecho inestables en la casa, exponiéndose a secuelas y riesgo de muerte.
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