La Asociación Médica Estadounidense (AMA) pidió una prohibición inmediata de todos los cigarrillos electrónicos y dispositivos de vapeo al alertar de los peligros probados de su consumo.
El grupo adoptó esta postura radical en una reunión de formulación de políticas en San Diego con el objetivo de peticionar ante las autoridades estatales y federales para frenar su uso.
Para reforzar su postura, la AMA citó un aumento en el uso de cigarrillos electrónicos por parte de adolescentes menores de edad. “Es simple, debemos mantener los productos fuera del alcance de los jóvenes”, enfatizó el doctor Patrice Harris, presidente de AMA.
El grupo de médicos dijo el reciente brote de enfermedades pulmonares en los Estados Unidos relacionado con el vapeo reimpulsó la medida y que el brote ha arrojado luz sobre el hecho de que tenemos muy poca evidencia sobre las consecuencias para la salud a corto y largo plazo de los cigarrillos electrónicos y los productos de vapeo. “Unas 2100 personas se han enfermado y 42 han muerto”, resumió el experto.
La AMA ha buscado previamente prohibiciones de sabores y anuncios de cigarrillos electrónicos. Algunos observadores dicen que la posición de la AMA tiene pocas posibilidades de lograr una prohibición radical por la presión de la industria.
“Sería efectivo si buscaran una prohibición de todos los productos de tabaco que se fuman, incluidos los cigarrillos electrónicos”, precisó Jonathan Foulds, especialista en adicción al tabaco de la Universidad Penn State. “Pero en este momento, los cigarrillos electrónicos de nicotina están compitiendo y reemplazando el producto legal más dañino en este país”, agregó.
Intento de defensa del vapeo
Gregory Conley, presidente de la Asociación Estadounidense de Vapeo, un grupo de defensa pro-vapeo, dijo que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han dejado en claro que su enfoque “no es productos de vapeo de nicotina comprados en la tienda, sino cartuchos de aceite de THC contaminados ilícitos vendidos por drogas distribuidores”.
"Sería un error para los fumadores adultos y sus familias escuchar a estos prohibicionistas equivocados, ya que la evidencia continúa indicando que los fumadores adultos que cambian a productos de vapeo de nicotina mejoran en gran medida su salud", remarcó Conley.
La política de AMA exige la prohibición de productos de vapeo no aprobados para ayudar a las personas a dejar de fumar. Pero hasta ahora, ninguno ha sido revisado o aprobado para ese uso por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).
Stephanie Caccomo, oficial de prensa de la FDA, dijo que la agencia está "comprometida a hacer todo lo posible para evitar que los niños usen productos de tabaco y continuará desarrollando un enfoque de políticas que se alinee con esa preocupación".
Los cigarrillos electrónicos aparecieron por primera vez en los Estados Unidos hace más de una década y han crecido en popularidad a pesar de la poca investigación sobre sus efectos a largo plazo.
Parecería una novedad de la reciente industria del cigarrillo electrónico, que se popularizó hacia 2010 y se presentó como un camino para que los fumadores dejaran de contraer cáncer por la combustión de los cigarrillos tradicionales. Los dispositivos como Juul —el e-cigarette que controla dos tercios del mercado en los Estados Unidos— se promovieron como la deconstrucción de aquel producto tóxico: una revolución para devolver al tabaco la sensualidad de un bien de lujo sin peligro para la salud.
Pero la idea de las sales de nicotina son una creación de R.J. Reynolds, que lanzó famosas marcas de cigarrillos tradicionales como Camel y Pall Mall. Son producto de una investigación de la década de 1970, cuando la tabacalera se propuso “obtener nuestra cuota del mercado joven” para “sobrevivir y prosperar en el largo plazo”. Como los adolescentes encontraban desagradable la aspereza de la experiencia fumadora, se buscó una combinación química de ácidos que la suavizara.
En todos estos años, la FDA ha sido ampliamente criticada por retrasar repetidamente su propia fecha límite para comenzar a revisar miles de productos de vapeo en el mercado.
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