En la última década, los casos de autismo aumentaron en un 86%: la importancia de su detección temprana

Los Trastornos del Espectro Autista -TEA- son un grupo de afecciones caracterizadas por algún grado de alteración del comportamiento social, la comunicación y el lenguaje, y por un repertorio de intereses y actividades restringido, estereotipado y repetitivo. Los mismos suelen aparecer en la infancia y tienden a persistir hasta la adolescencia y la edad adulta. En la mayoría de los casos se manifiestan en los primeros 5 años de vida”, según información de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El miércoles por la tarde se desarrolló la jornada “Autismo y Autonomía: construyendo el futuro”, en el auditorio del Centro Cites Ineco, en la que participaron la doctora Andrea Abadi, directora del Área de Neurodesarrollo y Condición del Espectro Autista del Centro Cites Ineco, y el doctor Facundo Manes, fundador y presidente honorario de Fundación INECO.

“Entre todos tenemos que luchar contra el estigma. En el mundo se calcula que hay alrededor de 500 millones de personas con trastornos neurológicos o mentales y sigue habiendo un gran estigma. Todos tenemos que hacerle frente la discriminación y ese es el sentido de esta jornada, unirnos todos: profesionales, familias, pacientes y educadores para ponerle fin a la estigmatización”, indicó Manes.

El autismo ¿un trastorno o una condición?

Si bien la OMS se refiere al autismo como un trastorno, Abadi explicó por qué, según ella, se trata de una condición: “Durante muchos años se habló de Trastorno del Espectro Autista, sin embargo, en los últimos tiempos empezamos a hablar de condición. Lo que el mundo médico y científico considera, es que el ser autista es una manera de ser y mirar la vida, es una especie de lupa o vidrio a través del cual se ve la vida de una forma diferente de la que la ve el resto normotípico”.

Por otra parte Abadi remarcó la importancia de la detección y el diagnóstico temprano de la Condición del Espectro Autista -CEA- dado que la misma mostró un crecimiento significativo en el último tiempo. “En el año 2010, la prevalencia era de 1 sobre 110, mientras que en 2018 hablamos de 1 de cada 59 nacidos”, explicó la especialista.

Según la directora el aumento en la detección de la CEA, se explica por la aparición de muchas variables. “El aumento de la educación en la materia por parte de la población y de los médicos y profesionales de la salud mental permitieron un diagnóstico más temprano, el cual otorga la posibilidad de intervenciones terapéuticas más veloces y eficientes”, remarcó la experta.

También, la directora hizo referencia sobre la prevalencia de esta condición tanto en hombres como mujeres. “Como todos los trastornos del neurodesarrollo, se da más frecuentemente en el sexo masculino que en el femenino. La realidad es que muchos sostenemos que no es que no se da en las chicas, sino que los conocimientos que se han desarrollado para la detección de la CEA se hicieron en base a las características conductuales de los varones. Sin embargo, cuando uno empieza a buscar con un poco más de énfasis, encontramos que muchas mujeres tienen características del CEA de nivel y funcionamiento alto. Los que llamábamos Asperger en algún momento”, explicó Abadi.

Según la experta, una de las principales variables a la que hay que prestar atención a la hora de detectar la Condición del Espectro Autista es lo sensorial. “Muchos niños con CEA van a tener severas dificultades para tolerar cuestiones sensoriales que pueden resultar normales para los demás: sabores, olores, texturas y sonidos, hasta es posible que esta hipersensibilidad les permita escuchar una sirena a 2 cuadras que nadie puede oír”, comentó la especialista.

También, Abadi afirmó que la gran mayoría de la comunidad científica coincide en la importancia de trabajar en forma conjunta: “Por un lado, educando a la sociedad para incluir a quienes presentan la condición, habilitando formas de comunicación que los integren, pero por el otro lado, dando estrategias de autonomía y autovalimiento que los proyecte a un futuro sin limitaciones” .

Por su parte, la directora destacó la importancia de los abordajes terapéuticos pero aclaró: “Muchas veces el traspaso de lo logrado en el consultorio a solas con un terapeuta a la realidad, no es sencillo. Los niños a veces pueden resolver cosas en la consulta, pero no llegan a generalizarlo por fuera. Por esto, después de muchos años de trabajo con niños y familias, estamos convencidos que un centro enfocado en el desarrollo de autonomía y autovalimiento es una oportunidad para superar el desfasaje entre lo trabajado en el consultorio y la vida misma”.

Cómo funciona el Centro de Innovación Tecnológica, Empresarial y Social

El centro, ubicado en el barrio porteño de Recoleta -Marcelo T. de Alvear 1632-, comenzó su funcionamiento en agosto de este año y tiene como fin la investigación de enfermedades mentales y especialmente de los niños con CEA.

“El centro consta de cuatro pilares, en cuanto a la salud tenemos un centro multidisciplinario de rehabilitación neurológica dirigido por el Dr. Máximo Zimerman a quien repatriamos de Alemania, del Hospital de Hamburgo, uno de los más grandes de Europa en este tema, y un centro para personas con Condición del Espectro Autista. La idea es proveer ayuda a toda la región y a los profesionales de distintas áreas de Sudamérica”, explicó Facundo Manes en diálogo con Infobae.

Además, el fundador de la fundación INECO explicó: “También es un proyecto educativo, sobre todo a través de las neurociencias y las ciencias del comportamiento. Contamos con laboratorios en los que se genera investigación original y brindamos apoyo a empresas de base científico tecnológicas. Por eso creemos que estos 4 pilares son fundamentales para desarrollar el país: invertir en salud, educación, ciencia y apoyar nuevas empresas. En 11 pisos pudimos lograr un modelo de país para toda la sociedad”.

Con una inversión inicial de 300 millones de pesos y el trabajo conjunto entre el Grupo Sancor Seguros y la Fundación INECO el centro podrá brindar asistencia a más de 15.000 pacientes por año, con 29 consultorios, 7 salas de tratamiento grupal, un gimnasio de 200 metros cuadrados y un patio exterior diseñado exclusivamente con fines terapéuticos el cual cuenta con una cancha de fútbol, una recreación de la vía pública y un circuito de bicicletas.

“Todas nuestras actividades y nuestra propuesta terapéutica va en función de que los chicos con CEA se puedan integrar a un aula, no es lo mismo estar en un consultorio con una psicopedagoga solo que ir a una clase con 20 compañeros dónde existen distintos ruidos y estímulos. Tratamos de hacer espacios que sean semejantes a los que los niños con esta condición se enfrentan en la vida diaria, desde la vía pública hasta una cancha de fútbol donde los chicos puedan aumentar su capacidad de sociabilización”, cerró la doctora Abadi en diálogo con Infobae.

SEGUÍ LEYENDO: