Una dieta balanceada asegura la incorporación de nutrientes al organismo. Mantener una alimentación restrictiva sin supervisión de un especialista puede llevar a consecuencias negativas sobre la salud de los adultos y afectar el desarrollo en niños y adolescentes.
"Las dietas vegana y vegetariana surgen como variantes, cuando por diversos motivos las carnes no son una opción dentro del menú. Para suplantar lo que aportan a la nutrición del cuerpo debemos planificar la dieta, ya que la selección de los alimentos en casos tan restrictivos resulta crucial", sostuvo la licenciada en Nutrición Bárbara Rodríguez, del Departamento de Alimentación y Dietética del Hospital de Clínicas.
Cuanto mayor sea la restricción en el consumo de grupos de alimentos, mayor será el riesgo de sufrir la carencia de determinados nutrientes. "El gran déficit que encontramos en este tipo de dietas está en la vitamina B12, que sólo se encuentra en productos de origen animal y que los veganos no tienen vía de incorporación alterna", remarcó Rodríguez.
Cuanto mayor sea la restricción en el consumo de grupos de alimentos, mayor será el riesgo de sufrir la carencia de determinados nutrientes
Algo a lo que prestar atención es también la cantidad de información que circula en internet sobre alimentación vegetariana o vegana. Al respecto, la licenciada Rodríguez advirtió que no se debe uno guiar por la experiencia de los demás. "Uno tiene que entender que la dieta es personal. El trabajo asistencial del nutricionista es planificar la dieta en conjunto con la persona, evaluar su requerimiento calórico y balancear la alimentación para que no falten nutrientes. Además, en los casos en que se requiera algún suplemento, se trabajará en conjunto con un médico", puntualizó.
El calcio, la vitamina D y el zinc son otros de los nutrientes faltantes en este tipo de dietas. "Mantener una dieta sin control de especialistas y con falta de nutrientes puede traer consecuencias a largo plazo, algunas son moderadas como la caída del pelo o la debilitación de las uñas y otras son más graves como la anemia o problemas de fertilidad", advirtió Rodríguez.
"Este tipo de alimentación es poco recomendable para chicos muy chicos o adultos mayores. En el caso de los chicos, se necesita asegurar el desarrollo desde los primeros años y en este caso la alimentación juega un papel primordial. Hay que darle al cuerpo los nutrientes que necesita para desarrollarse", consideró la especialista, al tiempo que resaltó que las consecuencias de un déficit alimentario en los primeros años de vida, puede traer secuelas a nivel del neurodesarrollo.
La clave para cuidar la salud y poder llevar adelante este tipo de dietas es la educación y la visita regular al nutricionista
Otra de las etapas a tener en cuenta es el embarazo. "Hay nutrientes y vitaminas que en el embarazo deben estar presentes. En estos casos es muy importante la consulta con el profesional porque la mala planificación de la dieta afecta no sólo a la madre sino también al hijo, con consecuencias muy graves para su salud".
La clave para cuidar la salud y poder llevar adelante este tipo de dietas es la educación y la visita regular al nutricionista. "Nuestro trabajo es enseñar cómo se puede reemplazar inteligentemente los alimentos que dejan de lado estas dietas. No solo se trata de controlar la alimentación de la persona, sino enseñarle a obtener beneficios sin cambiar su preferencia", explicó Rodríguez.
"Hay que tener cuidado con las modas, sobre todo con los adolescentes, cuando dicen que quieren ser vegetarianos o veganos y no caen en la cuenta que realmente es un cambio en la cultura de la alimentación -recomendó-. Uno tiene que tener en claro por qué lo hace y que implica a nivel corporal este cambio".
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