Estar al aire libre ofrece múltiples beneficios para la salud, por eso, en verano muchas personas aprovechan para realizar actividades afuera, aunque hay quienes se inhiben con el calor y prefieren refugiarse en lugares cerrados con aire acondicionado. ¿Cómo cuidarse y al mismo tiempo sacarle provecho al sol?
En primer lugar, los especialistas recomiendan hacer ejercicio al aire libre durante la mañana, procurando hidratarse correctamente y no estar expuestos al sol de manera directa más de 30 minutos al día.
Estar al aire libre genera una mayor sensación de vitalidad y optimismo y disminuye los niveles de tensión y estrés
En relación a la actividad física, está científicamente comprobado que practicar algún tipo de deporte regularmente es fundamental para mantener una salud óptima. En este sentido, la doctora María Valeria El Haj destacó que "el ejercicio y la exposición al sol controlada contribuyen a mantener bajos índices de masa corporal, perder peso, regular la tensión arterial, aumentar la capacidad pulmonar, brindar flexibilidad y firmeza a los músculos, y a equilibrar los niveles de azúcar en sangre, incrementando nuestra respuesta inmunológica y reduciendo la incidencia de infecciones por el aumento del número de glóbulos blancos y linfocitos en la sangre".
Por otra parte, los expertos coinciden en que el solo hecho de estar al aire libre repercute positivamente en la vida social, ya que uno se pone en contacto con otras personas, pudiendo conocer gente nueva, cultivar amistades, distraerse, charlar, etc., lo cual abre oportunidades a nivel personal y profesional. Asimismo, genera una mayor sensación de vitalidad y optimismo, disminuye los niveles de tensión y estrés, confusión y enojo, y si las actividades se hacen en familia, crea mayores conexiones y vínculos más fuertes entre padres e hijos, además de inculcarles hábitos saludables.
La directora médica de Vittal profundizó en las virtudes del sol sobre la vitamina D. "Esta vitamina es muy importante para la mineralización de los huesos, al favorecer la absorción en el intestino del calcio y el fósforo y evitar su pérdida en el riñón", destacó.
Cinco o diez minutos de exposición solar moderada bastan para recargar los depósitos de vitamina D
Si bien la mayoría de las vitaminas y minerales se adquieren mediante la ingesta de alimentos, en el caso de la vitamina D, el cuerpo es capaz de fabricarla en la piel y bastan cinco o diez minutos de sol, dos o tres veces por semana, para recargar los depósitos de esta vitamina. En la Argentina esto se ve posibilitado por el clima ya que la presencia del sol es permanente todo el año; sin embargo, en lugares con menos horas de sol, hay más incidencia de raquitismo en los niños y osteoporosis y osteomalacia en los adultos. "La exposición moderada y controlada al sol también produce mejoras en pacientes con acné y psoriasis, ayudando a reducir las áreas enfermas", concluyó El Haj.
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