Dolor en el pecho es uno de los síntomas de infarto que la gran mayoría de las personas tiene identificado, así como las dificultades para hablar o coordinar movimientos rápidamente son relacionadas con el accidente cerebrovascular. Pero existe una serie de señales que da el cuerpo y que no son tenidas en cuenta. Se trata de síntomas más sutiles a los que se les suele restar importancia.
Y si de cuidar la salud se trata, tal como dice el refrán, "más vale prevenir que curar", por lo que conviene conocer algunas señales que envía el cuerpo para estar atentos y consultar a tiempo.
Existe una serie de síntomas sutiles a los que se les suele restar importancia
1. Fiebre alta o persistente
La fiebre juega un papel importante a la hora de combatir una infección, es la manera que tiene el organismo de "combatir" virus y bacterias. Sin embargo, tener fiebre de forma recurrente o muy alta puede esconder algo más serio.
Si la temperatura supera los 39,4 ºC o dura más de tres días no se debe dudar en acudir al médico.
Infecciones en el tracto urinario, tuberculosis y linfomas son dolencias relacionadas con la fiebre alta o persistente.
2. Quedarse sin aliento
Tener dificultades para respirar después de haber hecho ejercicio intenso, cuando las temperaturas son altas o se está a una altura elevada puede ser considerado "normal", según advirtieron especialistas de la Clínica Mayo, en los EEUU.
Pero quedarse sin aliento de forma repentina y severa es motivo de consulta médica.
Los problemas de respiración pueden derivar en una enfermedad de pulmón crónica: bronquitis, asma, neumonía, o un coágulo en el pulmón. También están relacionados con problemas cardíacos y de pulmón.
Durante los ataques de pánico, un episodio intenso de ansiedad en el que se cree estar en peligro sin causa real, también se experimentan dificultades para respirar.
3. Pérdida de peso inesperada
Al contrario de lo que algunos pueden pensar, perder muchos kilos en poco tiempo sin razón aparente no es una buena noticia.
Alguien que no padece obesidad y pierde más de 4 kilos (o un 10% del peso corporal) en un período de 6 a 12 meses, debe visitar al doctor.
Hay muchas enfermedades graves relacionadas con la pérdida de peso como el hipertiroidismo, la diabetes, la depresión, enfermedad hepática o incluso algún tipo de cáncer.
Quedarse sin aliento de forma repentina y severa es motivo de consulta médica
4. Cambios en las deposiciones
Este es uno de los síntomas que más cuestan detectar, según el personal médico de la Clínica Mayo, y se debe a que las heces varían mucho según la persona y la alimentación. Aun así, hay características que pueden ayudar a reconocer cuándo algo no está funcionando bien.
Se debe consultar al médico cuando las deposiciones son con sangre, negras o alquitranadas, se tiene diarrea o estreñimiento persistente, o bien se necesita ir al baño con urgencia de forma sistemática.
Los cambios en los hábitos intestinales pueden deberse a una infección bacteriana como la salmonella, a una infección viral o parasitaria. Otras causas posibles incluyen la irritabilidad del intestino o, más grave aún, el cáncer de colon, según advierten desde el centro sanitario estadounidense.
5. Alteraciones de personalidad
Aquellas personas a quienes de repente les resulta difícil pensar con claridad, tienen problemas para concentrarse o su comportamiento cambia por un período prolongado deben solicitar ayuda a un profesional sanitario.
Estos cambios de humor o personalidad pueden tener su origen en una mala nutrición, en problemas mentales o en una infección que esté pasando inadvertida.
6. Sentirse lleno después de comer muy poco
No necesitar comer mucho para sentirse satisfecho no es una característica saludable.
La saciedad precoz puede traer consigo náusea, vómitos, hinchazón o pérdida de peso.
Los expertos recomiendan en estos casos visitar al médico para evaluar el reflujo gastrointestinal del esófago y úlceras. La saciedad también está relacionada en casos más graves con el cáncer de páncreas.
7. Destellos de luz
Las típicas manchas de luz que suelen verse cuando a alguien acaban de tomarle una foto con un flash muy potente pueden ser motivo de preocupación fuera de esa situación.
Ver flashes de luz puede ser indicio de migraña o, en los peores casos, puede ser un síntoma de desprendimiento de retina.
En estos casos, la consulta inmediata es fundamental para prevenir una pérdida de la visión permanente.
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