Entre enero y agosto de 2024, se exportaron 155 mil toneladas de café peruano a diversos países como Estados Unidos, Bélgica, Alemania y Colombia. Debido a la alta calidad de los granos de café producidos en el Perú, este producto está ganando terreno en el mundo y prueba de ello es que ya ha llegado a 52 mercados internacionales este año.
Los peruanos disfrutan a diario del excelente café nacional, que forma parte de sus desayunos y los acompaña a lo largo del día brindándoles ese efecto energizante que les ayuda a realizar sus actividades cotidianas.
Sin embargo, si se toma café en exceso a diario, esto puede afectar la salud de los riñones, órganos ubicados en el abdomen y cuya función principal es filtrar la sangre para eliminar los desechos y el exceso de agua, los cuales se expulsan del cuerpo en forma de orina. Además, los riñones contribuyen a mantener el equilibrio de diversas sustancias químicas en el organismo, como el sodio, el potasio y el calcio.
Por lo tanto, es importante conocer la cantidad adecuada de tazas de café que se pueden consumir a diario para evitar problemas renales.
Café y salud renal
El consumo de café es una práctica común en todo el mundo, pero lo que se añade a esta bebida puede tener implicaciones significativas para la salud. Los aditivos como el azúcar, la leche entera y los edulcorantes pueden aumentar considerablemente la ingesta de calorías, azúcares añadidos y grasas saturadas. Estos componentes adicionales pueden tener efectos negativos en la salud general, incluyendo la salud renal, si se consumen en exceso o con demasiada frecuencia.
En el contexto de la enfermedad renal, es crucial controlar adecuadamente la ingesta de líquidos y nutrientes. El café, debido a su contenido de cafeína, actúa como un diurético suave, lo que puede incrementar la frecuencia de la micción en algunas personas. Sin embargo, la Fundación Nacional del Riñón (NKF) señala que no se ha demostrado que cause deshidratación significativa a menos que se consuma en cantidades excesivas.
El café contiene una variedad de antioxidantes y compuestos bioactivos que han sido objeto de interés en la investigación médica por sus posibles beneficios para la salud. Estos incluyen efectos protectores sobre el sistema renal en ciertos contextos. Sin embargo, los efectos sobre los riñones pueden variar dependiendo de factores como la genética individual y la salud general de cada persona.
¿Cuántas tazas de café puedes tomar al día sin afectar tus riñones?
Para aquellos con enfermedad renal avanzada o bajo tratamiento médico específico, es vital seguir las recomendaciones de su equipo médico en cuanto al consumo de café y otros líquidos. En algunos casos, se puede aconsejar limitar la ingesta de cafeína debido a consideraciones específicas de salud renal, como la gestión de la presión arterial o la función renal comprometida.
En conclusión, debido a que no es el café en sí sino el azúcar, la leche entera, los edulcorantes u otros aditivos que se le agregan, lo que se recomienda es ingerir como máximo hasta 3 tazas de café al día. Esta cantidad no incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades renales en personas sin complicaciones previas, por lo tanto se considera segura para el consumo diario.
En otras palabras, para quienes no presentan problemas renales preexistentes, el consumo moderado de café que no supera las 3 tazas no representa un riesgo adicional para los riñones.
Síntomas de la enfermedad renal crónica
Es importante señalar que los síntomas de la enfermedad renal crónica (ERC) suelen manifestarse cuando los riñones ya han sido afectados con el paso del tiempo durante meses o años. Entre los síntomas de la ERC se encuentran los siguientes:
- Náuseas
- Vómitos
- Pérdida de apetito
- Fatiga y debilidad
- Micción más o menos abundante
- Calambres musculares
- Hinchazón en manos y pies
- Picazón y sequedad de la piel
- Presión arterial alta (hipertensión) difícil de controlar
- Dolor en el pecho, si se acumula líquido en el revestimiento del corazón
Debido a los numerosos síntomas de la enfermedad renal crónica, implica un impacto en la vida cotidiana ya que dificulta el sueño, la alimentación, el trabajo y las actividades sociales.