El dolor agudo actúa como una señal de advertencia que el cuerpo emite para alertar sobre algún daño, y representa una de las razones más comunes por las que las personas buscan atención médica.
Sin embargo, cuando persiste más allá de tres meses, se convierte en dolor crónico, una enfermedad en sí misma que afecta la vida de más de 3 millones de peruanos de Lima Metropolitana y más de un millón de ellos no reciben ningún tipo de tratamiento, de acuerdo a un estudio de 2023 realizado por la Asociación Peruana para el Estudio del Dolor (ASPED).
El Dr. Rodrigo Díez Tafur, subespecialista en Medicina del Dolor, atribuye esta realidad a la escasez de especialistas y al desconocimiento general sobre la enfermedad y las opciones de tratamiento que van más allá de los fármacos. El especialista explica que “lamentablemente, en nuestro país no contamos con formación en dolor durante el pregrado y postgrado. Se conoce muy poco sobre lo que implica la formación como subespecialista en esta área médica”. Por eso el Dr. Díez subraya la importancia de impulsar la formación de subespecialistas en dolor, con un enfoque integral que permita a los pacientes un mayor acceso a una atención de calidad.
Datos clave del dolor crónico
El Dr. Díez comparte algunos aspectos clave sobre el dolor crónico para concienciar sobre la importancia de su atención:
- El dolor puede ser incapacitante: según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el impacto del dolor crónico es significativo, ya que una de cada tres personas pierde la capacidad de realizar sus actividades cotidianas, lo que afecta su vida laboral, social y emocional, y a menudo repercute en su salud mental.
- Existen siete tipos de dolor crónico: de acuerdo con la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), el dolor crónico se clasifica en tipos: primario, caracterizado por alteraciones funcionales sin causa física identificable; oncológico; postquirúrgico o postraumático; neuropático, por daño nervioso; orofacial y cefalea; visceral, originado en los órganos internos; y musculoesquelético, que afecta músculos y huesos.
- El diagnóstico es esencial para un tratamiento adecuado: se requiere una evaluación detallada del paciente, incluyendo una historia clínica completa y pruebas clínicas exhaustivas para determinar las características del dolor y el enfoque terapéutico más adecuado.
- Abordaje multidisciplinar: el tratamiento del dolor crónico implica un equipo multidisciplinario dirigido por un subespecialista que puede implementar tratamientos intervencionistas mínimamente invasivos, farmacológicos, y apoyarse en otros profesionales para brindar tratamiento psicológico, fisioterapia y cuidados de enfermería ambulatoria, incluyendo consultas con otras especialidades, si es necesario.
- Alternativas mínimamente invasivas: hoy en día existen técnicas mínimamente invasivas como la endoscopia espinal, las bombas intratecales de liberación de fármacos, y la estimulación de la médula espinal o el ganglio de la raíz dorsal, que emiten descargas eléctricas en la columna para aliviar el dolor, y deben ser indicadas por un especialista.
El dolor crónico
El dolor es una señal del sistema nervioso que indica que algo puede no estar funcionando bien. Se trata de una sensación desagradable que puede manifestarse como pinchazos, hormigueos, escozor, ardor o malestar. Este dolor puede ser agudo o sordo y puede localizarse en una zona específica o extenderse por todo el cuerpo. Existen dos tipos principales de dolor: agudo y crónico.
El dolor agudo advierte sobre una posible lesión o problema que requiere atención. En cambio, el dolor crónico es distinto, ya que puede persistir por semanas, meses o incluso años. Puede originarse por una lesión o infección inicial, o tener una causa continua, como la artritis o el cáncer. En algunos casos, no hay una causa evidente, y factores ambientales y psicológicos pueden agravar el dolor crónico.
El dolor crónico es común en adultos mayores, y las mujeres informan sufrirlo con mayor frecuencia que los hombres, además de tener un mayor riesgo de padecer afecciones que lo generan. Algunas personas enfrentan dos o más condiciones que provocan dolor crónico.
Si bien el dolor crónico no siempre tiene cura, existen tratamientos que pueden ayudar a aliviarlo, entre ellos, los analgésicos. También hay opciones de tratamiento no farmacológico, como la acupuntura, la fisioterapia y, en ciertos casos, la cirugía.