Este es el superalimento peruano que ayuda a bajar de peso, reduce el colesterol y controla la diabetes

Solo en 2017, este superalimento peruano fue exportado a 35 países en diversas presentaciones como harina, jarabe, jugo, concentrado, extractos, fresco y orgánico. En la actualidad, este tubérculo andino se encuentra disponible también en polvo, cápsulas, jarabe y miel.

Los peruanos recurren a él debido a los diversos beneficios para la salud que ofrece. Entre ellos se destaca que esta raíz ayuda a bajar de peso, reduce el colesterol y controla la diabetes. Se trata del yacón, un superalimento peruano que existe en nuestro país desde aproximadamente 1.200 años a.C. y que fue domesticado por la población del Tahuantinsuyo.

El yacón, cuyo nombre científico es Smallanthus sonchifolius, es un tubérculo que se cultiva en las regiones cálidas y templadas de la Cordillera de los Andes. En el Perú, su cultivo se extiende por departamentos como Amazonas, Cajamarca, San Martín, Pasco, Cusco, Apurímac y Puno.

El nombre del yacón proviene de la palabra quechua yakun una forma sustantiva derivada de yaku, que significa agua, haciendo referencia a lo jugoso que es este tubérculo andino.

La planta del yacón puede alcanzar entre 1,5 y 3 metros de altura. Su tallo es cilíndrico, de color verde-morado. Las hojas miden unos 33 cm de largo y 22 cm de ancho, mientras que sus flores, pequeñas, varían entre el naranja y el amarillo brillante.

La cáscara del yacón es áspera y marrón, similar a la de la yuca, pero con una textura interna más dulce y crujiente. Su pulpa puede ser blanca, amarilla, morada, naranja e incluso presentar puntos fucsias en algunas cosechas.

Toda la planta del yacón es aprovechable: su raíz es usada en la preparación de jugos, mientras que sus hojas se utilizan en la elaboración de infusiones.

El yacón contribuye al control del peso debido a su alta cantidad de fibra. Pero, además, a diferencia de otros tubérculos, el yacón tiene un bajo contenido de almidón, que es donde se concentran los carbohidratos, lo que lo hace un alimento bajo en calorías.

Gracias a sus fibras solubles, que incrementan la sensación de saciedad, y a su bajo contenido calórico, este superalimento peruano ayuda a bajar de peso y mejora la función intestinal, promoviendo los movimientos intestinales y equilibrando o eliminando bacterias patógenas. Por este motivo se recomienda incluir el yacón en ensaladas o jugos.

En un estudio de 2019, publicado en la revista Clinical Nutrition ESPEN, se comprobó que la harina de yacón es efectiva para la pérdida de peso, así como para la reducción de grasa corporal.

Las hojas del yacón son ideales para quienes padecen de colesterol alto. Gracias a su alto contenido de fructooligosacáridos (FOS), este tubérculo contribuye a disminuir el colesterol y los triglicéridos.

Los FOS son un tipo de fibra soluble compuesta por azúcares vegetales, presentes en varias frutas y verduras. Al no ser digeridos en el estómago ni en el intestino delgado, los FOS llegan intactos al colon, donde sirven como alimento para las bacterias beneficiosas, lo que les otorga un efecto prebiótico.

El consumo de FOS puede reducir los niveles de colesterol y ayudar a mantener un peso saludable. En otras palabras, la ingesta de estos compuestos puede mejorar el metabolismo de los lípidos y regular los niveles de colesterol, convirtiéndose en una estrategia eficaz para reducir la hipercolesterolemia.

El yacón es útil para controlar la diabetes debido a las propiedades hipoglucemiantes presentes en sus hojas.

Aunque este tubérculo contiene azúcares simples, su efecto hipoglucemiante, junto con su sabor dulce, bajo contenido calórico y mínimo impacto en los niveles de glucosa en sangre, lo convierte en una excelente opción para sustituir alimentos hipercalóricos o excesivamente dulces en la dieta de personas con diabetes. Además, el alto contenido de fructooligosacáridos (FOS) del yacón favorece la absorción de glucosa en los tejidos periféricos y contribuye al control del azúcar en la sangre.

Tal como se explica en una investigación de 2019 publicada en la revista Nutriens, el yacón contiene inulina, un tipo de azúcar no digerible que tiene un impacto favorable en la concentración de glucosa en sangre cuando se consume con otros alimentos, por ello las raíces de este tubérculo son utilizadas para tratar la diabetes.

El consumo de inulina como suplemento se ha asociado positivamente con una reducción de la glucosa en ayunas y la concentración de insulina en ayunas en pacientes con diabetes tipo 2. Por eso el uso del yacón como edulcorante natural se está volviendo cada vez más común.

Más información:

En 100 gramos de yacón se encuentran las siguientes cantidades de vitaminas y minerales:

• Calcio: 22 mg
• Fósforo: 665 mg
• Zinc: 0.64 mg
• Hierro: 0.60 mg
• Vitamina B1: 0.04 mg
• Vitamina B2: 0.04 mg
• Vitamina B3: 0.50 mg

El yacón, con su sabor dulce y afrutado, es un tubérculo versátil que se consume principalmente en países andinos como Perú, Bolivia, y Ecuador, así como en regiones de Argentina, Brasil, Japón y Nueva Zelanda. Se puede disfrutar crudo, pelando su cáscara para revelar una carne dulce, que se vuelve aún más dulce después de secarse al sol.

Además de comerse como fruta cruda, el yacón también se usa en jugos y en ensaladas tanto crudo como cocido. Su textura crujiente lo hace ideal para preparar chips, salteados e incluso postres como tartas y galletas. El yacón también es procesado para elaborar harina, chancaca, edulcorantes naturales y encurtidos. Las hojas del yacón, por otro lado, se pueden usar para preparar infusiones, y su raíz se utiliza para hacer extractos, los cuales se comercializan en cápsulas por sus posibles beneficios para la salud.

En los mercados andinos, el yacón se vende junto a frutas como la chirimoya y la piña, destacando más por sus cualidades de fruta que como tubérculo, diferenciándose de otras raíces como la papa, oca y olluco.

El consumo excesivo de yacón puede causar problemas renales y hepáticos, trastornos digestivos como indigestión, exceso de gases, distensión y dolor abdominal, especialmente en personas con Síndrome de Intestino Irritable (SII). También se pueden presentar reacciones alérgicas en algunas personas o incluso shock anafiláctico.

El yacón es una planta arbustiva originaria de los Andes, domesticada por la población del Tahuantinsuyo. Los habitantes prehispánicos del Perú la consumían debido al dulzor de sus raíces engrosadas, que podían disfrutarse frescas como “fruta” o tras ser expuestas al sol por unos días para aumentar su dulzura.

Se han encontrado cerámicas y textiles prehispánicos en la costa peruana, especialmente de la cultura Nazca, que datan de más de 1000 años de antigüedad y presentan representaciones fitomórficas del yacón.

La primera referencia documentada de este alimento fue en 1615, cuando Guamán Poma de Ayala lo incluyó en la lista de las 55 plantas cultivadas en los Andes, según su obra “Nueva Crónica y Buen Gobierno”.

En 1633, el cronista Bernabé Cobo mencionó el consumo del yacón como fruta cruda, cuyo sabor mejora al exponerse al sol, y destacó que puede conservarse durante varios días después de ser cosechada, volviéndose más agradable. Asimismo, el botánico ruso Yacovleff (1933) afirmó que el yacón se encuentra en casi todos los fardos funerarios de Paracas.

Se reconocen tres variedades principales de yacón:

• Qello llajum, que es de color crema amarillento
• Yurac Che’cche, que es de tonalidad crema grisácea
• Yurac llajum, que es de color crema blanquecino

Otras fuentes mencionan que el yacón presenta tres variedades destacadas: la blanca, la anaranjada y la morada, aunque su variabilidad puede aumentar dependiendo de las condiciones ambientales en las que se cultive, lo que influye en sus características visuales y de sabor.