El 40% de los adultos en el Perú se encuentran en alto riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y estas constituyen la segunda causa de muerte entre los peruanos, según la plataforma educativa Cuidando tu corazón, que tiene como objetivo brindar información para promover la salud cardíaca.
Entre las enfermedades cardiovasculares existe una patología altamente mortal que, en la mayoría de casos, no suele presentar síntomas previos: el paro cardíaco.
También llamado paro cardiaco repentino o súbito, se trata de una condición en la que el corazón deja de latir de manera abrupta. Cuando esto sucede, la circulación de sangre hacia el cerebro y otros órganos vitales se detiene. Si no se realiza alguna intervención, el paro cardíaco generalmente provoca la muerte en pocos minutos. Sin embargo, un tratamiento rápido con un desfibrilador puede salvar la vida de la persona afectada.
¿Cuáles son los síntomas de un paro cardíaco?
Lo primero a tener en cuenta sobre el paro cardíaco es que no es lo mismo que el ataque cardíaco, son condiciones distintas. Un ataque cardíaco ocurre cuando se obstruye el flujo de sangre hacia el corazón, pero en general, el corazón no deja de latir de manera repentina. Por otro lado, en un paro cardíaco, el corazón deja de latir abruptamente, interrumpiendo el flujo sanguíneo hacia el cerebro y otros órganos.
Generalmente, el primer indicio de un paro cardíaco es la pérdida del conocimiento, o desmayo, que ocurre cuando el corazón deja de latir. Se puede reconocer cuando una persona está experimentando un paro cardíaco si:
- se desploma o desmaya de manera repentina y queda inconsciente
- no respira o su respiración es ineficaz o irregular.
- no responde a gritos o sacudidas
- no tiene pulso
Algunas personas pueden experimentar latidos cardíacos rápidos, mareos o aturdimiento justo antes de desmayarse. En ciertos casos, las personas pueden presentar dolor en el pecho, dificultad para respirar, náuseas o vómitos hasta una hora antes de que ocurra el paro cardíaco.
¿Por qué ocurre un paro cardíaco?
El corazón posee un sistema eléctrico que regula la frecuencia y el ritmo de sus latidos. Un paro cardíaco puede suceder cuando este sistema eléctrico falla y provoca latidos irregulares, conocidos como arritmias. Existen diferentes tipos de arritmias, las cuales pueden hacer que el corazón lata demasiado rápido, demasiado lento o con un ritmo desordenado. Algunas arritmias pueden llevar a que el corazón deje de bombear sangre al cuerpo, lo que resulta en un paro cardíaco.
Entre los posibles desencadenantes de un paro cardíaco se encuentran el consumo excesivo de alcohol, el esfuerzo físico o estrés físico, incluidos los deportes competitivos; el consumo reciente de drogas como cocaína o marihuana, beber demasiado café, ingerir demasiada cafeína en forma de pastillas o bebidas energéticas, el estrés emocional grave o la infección por influenza (gripe) durante el mes anterior.
Factores de riesgo para sufrir un paro cardíaco
El riesgo de sufrir un paro cardíaco es mayor en las siguientes personas:
- Personas con enfermedad de las arterias coronarias porque la mayoría de quienes sufren un paro cardíaco tienen esta enfermedad, que generalmente no presenta síntomas, por lo que es posible no estar consciente de su presencia.
- Personas mayores, ya que el riesgo aumenta con la edad.
- Hombres, debido a que el paro cardíaco es más frecuente en hombres que en mujeres.
- Personas con antecedentes de arritmias o quienes sufren latidos cardíacos irregulares en su historia clínica o familiar.
- Personas con antecedentes de paro cardíaco o quienes tienen trastornos hereditarios que pueden provocar arritmias.
- Personas con problemas relacionados con el uso de drogas o alcohol.
- Individuos que han tenido un infarto.
- Personas con insuficiencia cardíaca.
Prevención de un paro cardíaco
Es posible disminuir el riesgo de sufrir un paro cardíaco al adoptar un estilo de vida saludable para el corazón. Si se padece enfermedad de las arterias coronarias u otra afección cardíaca, tratar dicha enfermedad también puede reducir el riesgo de sufrir un paro cardíaco. En caso de haber sufrido un paro cardíaco, la implantación de un desfibrilador cardioversor puede disminuir las probabilidades de experimentar otro evento similar.