4 claves para producir colágeno de manera natural, prevenir el envejecimiento de la piel y reducir las arrugas

En la cultura popular tanto de Perú como de otros países de Latinoamérica, se suele emplear la palabra “colágeno” para hacer referencia de manera coloquial a una persona que se relaciona sexual o amorosamente con alguien más joven. Sobre todo en el caso de las mujeres de mediana edad o maduras que se involucran con hombres más jóvenes, se cree que dicha juventud masculina va a renovarla y revitalizarla.

Esta asociación entre colágeno y juventud da cuenta de que es de amplio conocimiento que esta proteína cumple un rol importante en la prevención del envejecimiento de la piel. Pero, aunque elegir a alguien más joven no aumenta la producción natural del colágeno, sí existen otras formas de cuidar la piel y reducir las arrugas.

El colágeno es la proteína más abundante en el cuerpo humano, presente en los huesos, la piel, los músculos y los tendones. Los médicos emplean el colágeno en técnicas de curación de heridas, y también se encuentra en diversas preparaciones cosméticas para el cuidado de la piel.

Debido a que actúa como un andamio que proporciona fuerza y estructura al organismo, el colágeno es un componente fundamental del tejido conectivo y juega un papel clave en mantener unidas las células del cuerpo, además de proporcionar resistencia y elasticidad a la piel al mismo tiempo que previene su envejecimiento al disminuir las arrugas y las líneas de expresión.

Existen dos tipos de colágeno: el endógeno y el exógeno. El colágeno endógeno es el colágeno natural que el cuerpo produce de manera interna, mientras que el colágeno exógeno es sintético y proviene de fuentes externas, como los suplementos.

Por un lado, el colágeno endógeno cumple varias funciones vitales, y su degradación o agotamiento se asocia con diversos problemas de salud, como el escorbuto. Por otro lado, las personas utilizan el colágeno exógeno con fines cosméticos, como mejorar la elasticidad de la piel.

Debido a que desempeña un papel importante en muchas estructuras como la piel, los tendones, los vasos sanguíneos, el cartílago, el hueso y el tejido conectivo, que une las células entre sí; el colágeno es un componente clave de la matriz extracelular, una red de moléculas que mantiene unidos los tejidos del cuerpo. Por eso los niveles saludables de colágeno contribuyen a:

• la salud de las articulaciones
• la protección de los riñones y otros órganos
• la elasticidad de la piel
• un sistema cardiovascular saludable

En la piel, el colágeno proporciona fuerza y elasticidad. A medida que las personas envejecen, sus niveles de colágeno disminuyen, las fibras de colágeno se vuelven más delgadas y débiles y esto puede contribuir al envejecimiento de la piel. Sin embargo, existen algunos factores que se pueden tener en cuenta para producir colágeno de manera natural, que incluyen desde la alimentación hasta el ejercicio:

1. Alimentación saludable: una dieta abundante en vitaminas y minerales esenciales es crucial para impulsar la producción de colágeno en el organismo. Alimentos como frutas cítricas, brócoli, espinacas, zanahorias, pescado, huevos y productos lácteos bajos en grasa aportan los nutrientes necesarios, como la vitamina C, vitamina A, proteínas y aminoácidos, que son fundamentales para la síntesis de colágeno. También se recomienda la gelatina, que es una proteína hecha de colágeno animal, generalmente de vacas y cerdos.
2. Hidratación y protección solar: una buena hidratación es esencial para la salud de la piel y la producción de colágeno. Además, proteger la piel del daño provocado por los rayos UV del sol mediante el uso de un protector solar adecuado puede prevenir la degradación prematura del colágeno, ayudando a mantener la piel joven y saludable.
3. Evitar el tabaco y el exceso de alcohol: el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol pueden dañar el colágeno presente en la piel y reducir su producción. Por ello, es fundamental evitar estos hábitos para preservar la salud de la piel y favorecer una producción de colágeno más eficaz.
4. Ejercicio físico y descanso adecuado: la práctica regular de ejercicio y un descanso adecuado son esenciales para la salud general de la piel y pueden favorecer la producción de colágeno. El ejercicio mejora la circulación sanguínea, lo que facilita la entrega de nutrientes a las células de la piel, mientras que un sueño reparador permite al cuerpo realizar procesos de reparación y regeneración celular, incluida la síntesis de colágeno.