Esta es la fruta que reduce el colesterol, controla la diabetes y fortalece el sistema inmunológico

En el departamento de Piura, ubicado en el norte del Perú se encuentra el distrito de Tamarindo, uno de los siete que forman parte de la provincia de Paita. El nombre de esta zona norteña se deba a un exponente de su flora: el árbol de tamarindo.

Esta fruta goza de popularidad en nuestro país, sobre todo en la preparación de jugos. Pero el tamarindo, además de distinguirse por su sabor agridulce, también posee diversos beneficios para la salud porque reduce el colesterol, controla la diabetes y fortalece el sistema inmunológico.

El tamarindo, cuyo nombre científico es Tamarindus indica, es un árbol de crecimiento lento y longevo que, en condiciones óptimas, puede llegar a medir hasta 30 metros de altura.

Aunque es originario de África, el tamarindo ha sido adaptado a diferentes regiones. Los españoles, quienes hallaron tesoros más valiosos que el oro y la plata en las tierras americanas al introducir delicias como el tomate, el pimiento, la patata o el maíz en Europa, también llevaron alimentos en la dirección opuesta. Fue por ellos que el tamarindo llegó al Nuevo Mundo, integrándose velozmente en la cocina local.

Las flores del tamarindo son de un color amarillo con matices naranjas y se agrupan en pequeños racimos. Los frutos son vainas de color canela, cada una de las cuales contiene entre 5 y 8 semillas rodeadas de una pulpa rojiza que es ácida y dulce.

A la pulpa del tamarindo se le han atribuido múltiples propiedades medicinales: sus frutos producen efectos astringentes y antisépticos. Mientras que las infusiones de tamarindo son beneficiosas en estados febriles, y su pulpa se emplea en pacientes convalecientes para mantener la función intestinal. Externamente, las hojas del tamarindo se usan para lavar ojos ulcerados y para hacer gárgaras.

Por otro lado, en la gastronomía del Perú los tamarindos son muy valorados, ya que son un ingrediente esencial en la salsa dulce que acompaña a diversos platos del chifa, que es una fusión de la cocina china y la peruana.

El tamarindo contiene una alta concentración de antioxidantes y saponinas que ayudan a disminuir los niveles de colesterol “malo”, o LDL, en la sangre, lo que contribuye a la prevención de enfermedades cardiovasculares como la aterosclerosis, el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular.

Hay que tener en cuenta que el colesterol LDL (lipoproteínas de alta densidad) se encarga de transportar las partículas de colesterol a través del cuerpo. Cuando el colesterol LDL se acumula en las paredes de las arterias, provoca su endurecimiento y estrechamiento. Por eso el consumo regular de tamarindo puede ser útil para disminuir el riesgo de sufrir enfermedades del corazón.

Además, en un estudio de 2018 publicado en una revista de ayurveda y medicina integrativa, se demostró que el Tamarindus indica ayuda a reducir la acumulación de grasa visceral y mejorar la hiperlipidemia, que es un exceso de grasa en la sangre.

Consumir pequeñas porciones de tamarindo diariamente puede contribuir al control de la diabetes. Esto se debe a su actividad hipoglucemiante, ya que la fruta es rica en fibras que disminuyen la absorción de azúcar en el intestino.

A pesar de su contenido relativamente elevado de azúcar, el tamarindo tiene un bajo índice glucémico, lo que ayuda a prevenir picos de glucosa en la sangre. Los expertos sugieren un consumo moderado, recomendando preferiblemente media taza de tamarindo, enfocándose en particular en la pulpa.

En una investigación realizada en 2022, se comprobó que las semillas del Tamarindus indica tienen una potente actividad antidiabética que disminuye los niveles de glucosa en los adipocitos, que son células encargadas de almacenar los lípidos.

El tamarindo es una fruta rica en vitaminas C y A, micronutrientes esenciales para estimular y fortalecer las células de defensa del cuerpo, ayudando a prevenir y a recuperarse más rápidamente de enfermedades como la gripe y el resfriado.

Además, el tamarindo tiene propiedades antibacterianas que actúan contra bacterias como la Salmonella typhi, el Bacillus subtilis y la Staphylococcus aureus, responsables de diversas enfermedades infecciosas en el organismo, como la fiebre tifoidea, la otitis y las infecciones de la piel (forúnculos), respectivamente.

Más información:

Además de ayudar a reducir el colesterol, controlar la diabetes y fortalecer el sistema inmunológico, el tamarindo ofrece otros beneficios para la salud, tales como:

• Alivio del estreñimiento: la fibra contenida en el tamarindo mejora la movilidad intestinal y ayuda a prevenir el estreñimiento.
• Propiedades antimicrobianas: el tamarindo posee propiedades antimicrobianas que pueden ser útiles para combatir infecciones gastrointestinales.
• Propiedades antiinflamatorias: los compuestos fenólicos y antioxidantes presentes en el tamarindo tienen efectos antiinflamatorios que pueden aliviar los síntomas de enfermedades inflamatorias crónicas como la artritis.
• Actividad antifúngica: el tamarindo también tiene propiedades antimicrobianas y antifúngicas, lo que lo hace eficaz en la prevención de infecciones causadas por bacterias y hongos.
• Desintoxicación del hígado: el tamarindo se utiliza tradicionalmente para desintoxicar el hígado y mejorar su funcionamiento. Sus antioxidantes contribuyen a proteger el hígado del daño causado por el estrés oxidativo.
• Mejora de la salud ocular: rico en vitamina A, el tamarindo es esencial para la salud de los ojos y puede ayudar a prevenir problemas de visión como la degeneración macular y las cataratas.
• Incremento de los niveles de hierro: el tamarindo contiene hierro, un mineral vital para la producción de glóbulos rojos, que puede ayudar a prevenir la anemia por deficiencia de hierro.
• Propiedades antioxidantes: gracias a sus antioxidantes, el tamarindo combate el daño celular causado por los radicales libres, ralentizando los signos del envejecimiento y disminuyendo el riesgo de enfermedades crónicas.

Para consumir el tamarindo de manera regular, existen varias opciones de preparación:

1. Fresco: se puede comer el tamarindo directamente de la vaina al abrir la cáscara exterior dura y comer la pulpa agridulce que rodea las semillas. Este método es una forma natural de disfrutar de los nutrientes del tamarindo, como la vitamina C y el potasio.
2. Agua de tamarindo: el agua de tamarindo es una bebida refrescante y popular no solo en Perú sino también en otros países como Costa Rica y México. Para prepararla, hay que remojar la pulpa de tamarindo en agua caliente hasta que se ablande. Luego, se debe colar la mezcla para eliminar las semillas y las fibras, añade azúcar al gusto y enfriar. Esta bebida es excelente para la hidratación y ayuda a la digestión.
3. Salsa de tamarindo: la salsa de tamarindo se utiliza en una variedad de recetas culinarias. Se puede añadir a guisos, salsas para carnes, o incluso como un toque agridulce en ensaladas. Estas preparaciones aprovechan los antioxidantes del tamarindo y su capacidad para mejorar la digestión.
4. Dulces y postres: el tamarindo también se utiliza en la preparación de dulces como helados. Aunque el contenido de azúcar puede ser alto, se siguen obteniendo algunos de los beneficios antioxidantes y digestivos de esta fruta.
5. Té de tamarindo: el té de tamarindo es otra forma saludable de consumir esta fruta. Se puede preparar un té caliente o frío, sumergiendo la pulpa de tamarindo en agua caliente, dejándola reposar, y luego colándola. Se debe agregar miel o limón para mejorar el sabor.

Una de las principales ventajas del agua de tamarindo para el estómago es su capacidad para aliviar la indigestión y favorecer la salud digestiva en general. Esta bebida es rica en fibra dietética, especialmente en fibra soluble, que contribuye a regular el tránsito intestinal y a prevenir el estreñimiento. Además, la fibra actúa como un prebiótico natural, proporcionando alimento a las bacterias beneficiosas del intestino y ayudando a mantener un equilibrio saludable de la flora intestinal.

Junto con su contenido en fibra, el agua de tamarindo también está cargada de compuestos antioxidantes y antiinflamatorios, como los polifenoles y carotenoides. Estos compuestos desempeñan un papel importante en la reducción de la inflamación del tracto digestivo, lo que puede aliviar síntomas asociados a condiciones como la colitis y el síndrome del intestino irritable.

Otro beneficio importante del agua de tamarindo es su capacidad para estimular la producción de enzimas digestivas, como la amilasa y la lipasa, que descomponen los alimentos y facilitan su absorción en el intestino delgado. Esto es especialmente útil para personas con dificultades para digerir ciertos alimentos o que sufren malestar estomacal después de comer.

Además de sus efectos directos en el sistema digestivo, el agua de tamarindo también contribuye a la hidratación y al equilibrio electrolítico, gracias a su contenido de agua y minerales como potasio y magnesio. Esto es fundamental para mantener la salud del tracto gastrointestinal y prevenir la deshidratación, que puede empeorar los problemas digestivos.

El tamarindo es una excelente fuente de vitaminas del grupo B, vitamina C y E. Esta fruta también contiene minerales como calcio, hierro, potasio, magnesio, zinc y fósforo. Estos nutrientes son fundamentales para fortalecer el sistema inmunológico, mantener la salud de los huesos y asegurar una función muscular óptima.

El tamarindo es un ingrediente versátil que aporta un toque agridulce a diversos platos en la gastronomía mundial. Su pulpa se utiliza para realzar el sabor de salsas y adobos, como en el pad thai tailandés, donde equilibra lo salado, dulce y picante. También es común en la cocina india, donde se emplea en chutneys y curry.

En la cocina latinoamericana, el tamarindo es popular en bebidas como las aguas frescas mexicanas y en dulces que combinan su acidez con azúcar y chile. Además, se usa en marinadas para carnes, como en el adobo de tamarindo, donde ablanda la carne.

El cultivo del tamarindo comienza con la selección de semillas maduras, las cuales se extraen de las vainas secas del árbol. Estas semillas se remojan en agua durante un día para ablandar su cáscara y luego se siembran en un suelo bien drenado y fértil. La germinación puede tardar de una a dos semanas, y una vez que las plántulas alcanzan unos 15 centímetros de altura, están listas para ser trasplantadas al campo.

A medida que este producto de la naturaleza madura, necesita un riego moderado, especialmente durante los primeros años de vida. La poda regular ayuda a darle forma y a mejorar la producción de frutos, que suelen aparecer entre el tercer y cuarto año. Las vainas de tamarindo se forman en racimos, y cuando están maduras, adquieren un color marrón oscuro. Estas vainas se cosechan manualmente, generalmente durante la temporada seca, y luego se dejan secar al sol antes de ser procesadas o consumidas.

Para saber cuándo cosechar, aprieta suavemente la cáscara. Si se desprende con facilidad, el fruto estará maduro. Además, la pulpa cambia a un tono marrón oscuro.