En la actualidad, los pacientes oncológicos del Seguro Social de Salud del Perú (EsSalud) disminuyen dolencias gracias a terapias del dolor. Hasta el momento, la Unidad de Terapia del Dolor ha atendido a más de 8 mil pacientes de todas las edades, de los cuales 2.549 eran oncológicos.
Los pacientes con cáncer del Hospital Nacional Guillermo Almenara de EsSalud han logrado reducir los intensos dolores que padecen, gracias al tratamiento especializado y oportuno que reciben en la Unidad de Terapia de Dolor de este nosocomio.
Hay que tener en cuenta que tanto el cáncer como el tratamiento del cáncer y las pruebas de diagnóstico que se realizan al respecto, suelen producir dolor. Por eso es necesario aplicar tratamientos para controlar el malestar físico antes, durante y después de las pruebas y los procedimientos oncológicos.
Cáncer y dolor
El cáncer, su tratamiento o las pruebas de diagnóstico a menudo generan dolor. Este es uno de los síntomas más frecuentes en los pacientes oncológicos, y puede deberse a la propia enfermedad, a los tratamientos o a una combinación de factores. Los tumores, la cirugía, la quimioterapia intravenosa, la radioterapia, la terapia dirigida, las terapias de apoyo médico como los bisfosfonatos, y los procedimientos diagnósticos son algunas de las causas que pueden provocar dolor.
El malestar físico puede ser provocado directamente por el cáncer si crece o daña tejidos cercanos. A medida que el tumor se expande, puede presionar nervios, huesos u órganos, y también liberar sustancias químicas que causan dolor. El tratamiento del cáncer puede ayudar a controlar este malestar. Sin embargo, los tratamientos como la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia también pueden generar dolor.
Es más probable que los pacientes más jóvenes experimenten dolor relacionado con el cáncer y crisis de dolor en comparación con los pacientes de mayor edad. Aquellos con cáncer avanzado suelen tener un malestar más intenso, y en muchos sobrevivientes este persiste incluso después de haber concluido el tratamiento.
La terapia del dolor para pacientes con cáncer
La terapia del dolor es un tratamiento que se enfoca en aliviar el malestar y manejar el dolor con el objetivo principal de mejorar la salud y el bienestar general del paciente oncológico.
Hay varias opciones disponibles para tratar el malestar físico oncológico, y la elección del tratamiento depende de la causa del dolor y su intensidad. Es posible que se necesite combinar diferentes tratamientos para obtener el máximo alivio.
Según Mayo Clinic, algunas opciones que forman parte de la terapia del dolor incluyen:
- Analgésicos de venta libre: para dolor leve a moderado, los analgésicos sin receta pueden ser útiles. Algunos ejemplos comunes son la aspirina, el acetaminofén y el ibuprofeno.
- Medicamentos opioides: los opioides son fármacos recetados que se utilizan para tratar el dolor moderado a severo, entre ellos se encuentran la morfina. Algunos opioides son de acción corta y proporcionan alivio rápido, pero deben tomarse con mayor frecuencia. Otros son de liberación prolongada, ofreciendo alivio más duradero y requieren tomarse menos seguido. A veces, se combinan ambos tipos de opioides.
- Otros medicamentos recetados: otros tipos de fármacos pueden ser efectivos para aliviar el dolor, como los antidepresivos, los anticonvulsivos y los esteroides.
- Procedimientos para bloquear las señales de dolor: un bloqueo nervioso puede evitar que las señales de dolor lleguen al cerebro. Este procedimiento consiste en inyectar un anestésico en el nervio o alrededor de él.
- Terapias integradoras: algunos pacientes encuentran alivio con acupuntura, masajes, terapia física, ejercicios de relajación, meditación e hipnosis.
Hay que tener en cuenta que el manejo del malestar físico contribuye a la calidad de vida del paciente oncológico porque mejora su bienestar general. Esto se debe a que la terapia del dolor puede ayudarle a dormir mejor, ser más activo, recuperar el apetito, reducir el estrés y la depresión y mejorar la vida sexual.