Día Mundial de la Alegría: ¿cuál es la diferencia entre alegría y felicidad?

En 2024 los peruanos somos más felices de lo que fuimos el año pasado, de acuerdo a Datosmacro, un portal de información económica y sociodemográfica que ha publicado un Índice Mundial de la Felicidad.

Según dicho índice, en 2023 Perú ocupaba el puesto 75 entre los 195 países que existen en el mundo, mientras que este año ha alcanzado el lugar 68. Debido a que Datosmacro no menciona los parámetros con los cuales se ha medido el grado de felicidad de cada nación, cabría preguntarnos en qué se basa la felicidad o cuál es su origen en los seres humanos.

Pero si vamos más allá surgirían también otras preguntas relacionadas: ¿ser feliz es lo mismo que estar alegre? o, de no ser así, ¿cuál es la diferencia entre felicidad y alegría? En el contexto del Día Mundial de la Alegría, que se celebra cada 1 de agosto, exploraremos los conceptos de ambas palabras que nos remiten al bienestar emocional que todos anhelamos experimentar.

El Día Mundial de la Alegría fue creado en 2010 por Alfonso Becerra, un gestor cultural colombiano, durante un Congreso de Gestión Cultural en Chile. Su objetivo era destacar la importancia de la alegría en la vida cotidiana.

Inicialmente, esta festividad se celebraba en Chile, Brasil y Argentina, pero hoy en día se ha extendido a varias regiones del mundo. En este día se alienta a realizar actividades que aumenten el estado de ánimo.

La alegría es una emoción agradable y una sensación de satisfacción. Generalmente, la alegría surge de un acontecimiento positivo, y se manifiesta a través de un buen estado de ánimo y una tendencia a la risa o a la sonrisa.

La felicidad es una emoción o estado de ánimo que un ser consciente experimenta al alcanzar un momento de satisfacción, bienestar o al lograr ciertos objetivos deseados.

Este estado de ánimo, y los factores que lo influyen, son considerados subjetivos, lo que significa que cada persona puede tener su propio concepto de felicidad. Con esto en mente, las razones detrás de dicho estado de ánimo deben ser entendidas a través de la experiencia personal. Esto distingue a la felicidad de otras sensaciones como el dolor, el frío o el hambre, las cuales tienden a ser más uniformes entre individuos.

La diferencia entre felicidad y alegría se encuentra en su duración e importancia. La felicidad es un estado duradero, asociado con prosperidad o dicha, mientras que la alegría es un estado temporal, relacionado con júbilo, bienestar o gozo.

La felicidad es un estado emocional que genera un efecto duradero y estable debido a la importancia que se le da a sus causas. Por ejemplo, una persona puede ser feliz por tener una familia, y otra puede sentir felicidad al alcanzar un puesto de trabajo deseado.

La felicidad depende de la actitud hacia la vida y de los objetivos que nos planteamos, influenciados por nuestras asociaciones mentales y experiencias personales.

Por otro lado, la alegría es un estado emocional pasajero y espontáneo, considerado una emoción, es decir, una reacción física instintiva. Aunque temporal, la alegría es esencial para enfrentar la vida y es un medio para alcanzar la felicidad.

Una personalidad alegre o una persona alegre es alguien que sonríe y se ríe con facilidad, lo que, según estudios psicológicos, es una actitud clave para superar momentos difíciles en la vida.

Una persona feliz es aquella que ha encontrado la felicidad. Como la felicidad es un estado duradero, una persona infeliz puede experimentar momentos de alegría, y una persona alegre puede no haber alcanzado la felicidad.