40% de peruanos sufre de ojo seco y no lo sabe: el uso prolongado de pantallas digitales y la contaminación son las principales causas de esta enfermedad ocular

Un problema de salud ocular silencioso afecta a una gran parte de la población en el Perú: el ojo seco. El 40% de los peruanos sufren de esta afección, pero lo más alarmante es que muchos no son conscientes de su padecimiento, según el Instituto Nacional de Oftalmología (INO). Esta condición ocular puede parecer inofensiva a primera vista, pero sus síntomas pueden llegar a ser muy molestos y afectar gravemente la calidad de vida diaria de quienes la padecen.

El ojo seco, que afecta a millones de personas en todo el mundo, se caracteriza por la falta de lágrimas suficientes para lubricar y nutrir el ojo. Sus síntomas incluyen irritación, enrojecimiento, sensación de arenilla y visión borrosa.

La situación en el Perú se ha agravado debido al uso creciente de pantallas digitales, la contaminación y la falta de higiene ocular adecuada. A pesar de ser un problema común, la mayoría de los afectados no es consciente de su condición, subestimando la importancia de un diagnóstico y tratamiento oportunos.

1. Uso prolongado de pantallas digitales: El tiempo extendido frente a computadoras, smartphones y tabletas reduce la frecuencia del parpadeo, causando sequedad ocular.

2. Contaminación ambiental: La presencia de humo, polvo y otros contaminantes en el aire puede irritar los ojos y contribuir a la sequedad ocular.

3. Higiene ocular inadecuada: No mantener una buena higiene, especialmente al usar maquillaje o lentes de contacto, aumenta el riesgo de infecciones y ojo seco.

4. Aire acondicionado y ventiladores: Estos dispositivos pueden reducir la humedad en el aire, lo que contribuye a la sequedad de los ojos.

5. Uso de lentes de contacto: El uso prolongado de lentes de contacto puede interferir con el flujo de lágrimas, agravando los síntomas de ojo seco.

6. Enfermedades autoinmunes o crónicas: Algunas afecciones, como el síndrome de Sjögren y la artritis reumatoide, están asociadas con una producción reducida de lágrimas y ojo seco.

El desconocimiento generalizado sobre el síndrome de ojo seco es preocupante, ya que según investigaciones de la Universidad de Guadalajara, el 70% de la población mundial lo padece en algún grado. Menos de la mitad de los afectados busca atención médica, lo que puede resultar en complicaciones graves como infecciones o daños en la superficie ocular.

El QF. Roberto Orihuela destaca que el impacto del ojo seco va más allá de la incomodidad física, afectando el rendimiento laboral y la calidad de vida. Desde Laboratorios Lansier recomiendan realizar pausas regulares al usar pantallas, mantener una buena hidratación, y usar lágrimas artificiales recomendadas por un oftalmólogo.

Las medidas preventivas juegan un papel crucial en la lucha contra el ojo seco. Realizar cambios en el estilo de vida y en el ambiente puede ayudar significativamente a reducir los síntomas y prevenir su aparición. Laboratorios Lansier recomienda las siguientes acciones:

• Realizar pausas regulares de 20 minutos durante el uso de pantallas digitales para descansar la vista.
• Mantener una hidratación adecuada, bebiendo suficiente agua a lo largo del día.
• Utilizar humidificadores en ambientes secos para mantener la humedad adecuada.
• Evitar corrientes de aire directo en los ojos, como el aire acondicionado, ventiladores y calefacciones.
• Proteger los ojos del sol con gafas adecuadas para reducir la exposición a los rayos UV.

Una vez diagnosticado el ojo seco, es importante seguir un tratamiento adecuado para gestionar los síntomas y prevenir complicaciones adicionales. Entre las opciones de tratamiento recomendadas por los especialistas se incluyen:

• Usar lágrimas artificiales o colirios recomendados por un oftalmólogo para mantener la lubricación ocular.
• Realizar chequeos oculares regulares por lo menos una vez al año para detectar y tratar a tiempo cualquier problema de salud visual.
• Consultar a un especialista antes de probar tratamientos caseros para evitar complicaciones.
• Seguir una rutina de higiene ocular adecuada, especialmente al usar lentes de contacto o maquillaje en las pestañas.
• Adoptar un estilo de vida saludable que incluya una alimentación balanceada y ejercicio regular.

“Es fundamental ser cauteloso cuando se va de vacaciones. Si tienes problemas oculares, es recomendable consultar a un oftalmólogo antes del viaje para que pueda recetar las medicinas adecuadas”, aconseja el dr. Gerardo Arana, especialista de Oftálmica Clínica de la Visión.

Por ello, brinda las siguientes recomendaciones para prevenir cualquier molestia visual:

1. Empaque un par adicional de gafas. Si tiene problemas de visión, es crucial llevar un par extra de gafas o lentes de contacto para emergencias. “Si padece alguna enfermedad ocular, asegúrese de llevar sus gotas de tratamiento o lubricantes oculares recetados por su oftalmólogo. Además, es importante contar con medicación adicional como repuesto”.

2. No use lentes de contacto en el avión. El ambiente cerrado y el aire acondicionado constante pueden causar ojo seco. “La sequedad es más evidente en personas con alergias o que usan lentes de contacto. Por ello, es recomendable utilizar lubricantes oculares o evitar el uso de lentillas”, señala el especialista.

3. Tenga en cuenta el clima. Si viaja a un destino soleado o nevado, es clave usar gafas con filtros UV, ya que el reflejo del sol o la nieve puede causar sequedad y lesiones oculares, como conjuntivitis o queratitis. “Si su destino es lluvioso, proteja su visión del agua estancada y el barro, ya que el agua sucia puede contener bacterias, hongos y virus que dañan la vista”, advierte el Dr. Arana.

4. Aplique el bloqueador con precaución. En destinos soleados o nevados, el uso de bloqueador es necesario debido a la radiación, pero es importante evitar que entre en contacto con los ojos, ya que contiene sustancias muy irritantes.

5. No comparta artículos personales. Lentes y toallas pueden transmitir enfermedades. “Esto es especialmente importante en las playas, donde debemos protegernos del viento, sol y arena. Además, al entrar al mar, use gafas de buceo para evitar la irritación ocular causada por el agua salada”.

6. Cuide sus ojos si ha tenido una cirugía ocular. Consulte con su oftalmólogo sobre cuándo puede viajar en avión y qué actividades puede realizar durante su viaje. La recomendación dependerá de la gravedad de la enfermedad que motivó la cirugía.