Este es el superalimento producido en Perú que previene la diabetes, protege el corazón y fortalece el sistema inmunológico

A inicios de agosto de 2023, la Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo (Promperú) informó sobre la manera cómo los medios de comunicación japoneses celebraban la llegada de una fruta importada de Perú, que es una de las más solicitadas del mundo.

La popularidad de este superalimento producido en nuestro país ha ido creciendo debido a su excelente sabor y a los diversos beneficios que ofrece para la salud. Esta fruta cítrica ayuda a prevenir la diabetes, protege el corazón contra las enfermedades cardiovasculares y fortalece el sistema inmunológico: se trata de la mandarina.

Fueron precisamente los inmigrantes japoneses que llegaron a nuestro país quienes incorporaron este superalimento de origen asiático a la agricultura nacional en 1940, dando paso a lo que hoy es la mandarina peruana satsuma.

La mandarina es el fruto de diversas especies de cítricos del género mandarino, como el Citrus reticulata. Su interior está compuesto por numerosos gajos llenos de jugo, ricos en vitamina C.

Es un cítrico similar a la naranja, de color anaranjado pero de menor tamaño, sabor más aromático y con mayor facilidad para pelar en la mayoría de las variedades. Tiene una acidez ligeramente inferior y una mayor proporción de azúcares simples.

El mesocarpio o albedo de la mandarina no es sólido, sino que tiende a ser fibroso y forma “hilos” que se observan al retirar la cáscara.

La mandarina se destaca por ser una fruta rica en fibras, lo que la convierte en una aliada para mantener bajos los niveles de glucosa en la sangre. Además, su bajo índice glucémico la hace efectiva para prevenir la resistencia a la insulina y gestionar la diabetes de manera adecuada.

Esto se comprobó en un estudio de 2020 realizado por investigadores egipcios en el que se determinó que este superalimento es un potente antidiabético debido a que tiene efectos tanto sobre la producción de insulina como respecto a la sensibilidad a dicha hormona.

Hay que tener en cuenta que la insulina, una hormona secretada por el páncreas, es fundamental para que el organismo utilice y almacene la glucosa, que actúa como fuente de energía. En las personas con diabetes, el cuerpo pierde la capacidad de regular adecuadamente los niveles de glucosa en la sangre.

Debido al notable aporte de fibras de la mandarina, como la pectina, la celulosa y la lignina, que contribuyen a la reducción de la absorción de grasas provenientes de los alimentos, lo que previene enfermedades cardiovasculares tales como la aterosclerosis, el derrame cerebral, la hipertensión arterial y el infarto.

Respecto a la aterosclerosis, científicos canadienses de la Western University iniciaron una investigación acerca de una molécula presente en la mandarina llamada nobiletina, que reduce los niveles de colesterol en la sangre disminuyendo así la acumulación de placa en las arterias, que caracteriza a la aterosclerosis.

Asimismo, el elevado contenido de antioxidantes de este cítrico ayuda a combatir los radicales libres, lo que mejora la salud arterial y previene el desarrollo de la hipertensión.

Esto último se debe a que la mandarina posee un alto contenido de potasio, un mineral esencial para la eliminación del exceso de sodio a través de la orina, lo que contribuye a la prevención y control de la presión arterial alta.

La mandarina se distingue por su gran cantidad de compuestos antioxidantes, entre ellos la vitamina C, los carotenos y el ácido cítrico, los cuales juegan un papel crucial en la prevención de la formación excesiva de radicales libres. Estos elementos fortalecen el sistema inmunológico, ayudando a prevenir enfermedades como la gripe, los resfriados y las alergias.

En un estudio sobre los múltiples efectos de la vitamina C en el caso de enfermedades crónicas, publicado en una revista especializada en antioxidantes, se llegó a la conclusión de que este nutriente esencial contenido en la mandarina puede ayudar a proteger el sistema inmunológico de virus y bacterias al actuar sobre las células T, un tipo de glóbulos blancos que protegen su cuerpo.

Esto se debe a que la vitamina C influye en el desarrollo y la función de las células T y bloquea las vías que conducen a su muerte. Por lo tanto, ayuda a mantener un nivel saludable de estas células para combatir infecciones.

Además, el contenido de fibras en la mandarina actúa como prebiótico, favoreciendo el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino. Esto ayuda a que se mantenga una flora intestinal saludable y al mismo tiempo reduce el riesgo de infecciones.

La mandarina peruana se destaca por su sabor dulce y refrescante, lo que la convierte en una excelente opción para consumir como fruta fresca o utilizar en jugos y postres.

Según una investigación publicada por el Ministerio de Agricultura y Riego de Perú (MIDAGRI), las características más demandadas por el mercado extranjero en la mandarina incluyen la ausencia de semilla—una cualidad presente en las variedades Mandarina Satsuma y W. Murcott, así como un atractivo color rojo-naranja, cáscara suave que facilita su pelado sin ensuciar las manos y una pulpa jugosa.

La producción de la mandarina peruana se concentra en las regiones de San Martín, Madre de Dios, Junín, Ica, Cusco, Ayacucho y Lima. Gracias a su clima y condiciones geográficas favorables, Perú ha logrado producir mandarinas altamente demandadas en el mercado internacional.