Celiaquía: una simple explicación y recomendaciones

En la Argentina se estima que hay una persona con enfermedad celíaca cada cien, según estudios del Ministerio de Salud de la Nación. Además, hay que sumar un porcentaje de potenciales personas con celiaquía que permanecen sin diagnosticar. Ante este panorama, desde hace tiempo las principales empresas alimenticias han procurado atender la demanda de alimentos libres de gluten o sin TACC.

En el caso de Mastellone, dueña de la marca La Serenísima, por ejemplo, ha sido el propio Pascual Mastellone, su fundador, quien ha tomado la decisión en los años 80 de convertir a esta empresa en pionera al elaborar la totalidad de sus productos sin TACC. Es decir, aptos para celíacos. Su visión, en aquellos años, ha permitido a millones de argentinos poder acceder a lácteos seguros y de primera calidad. Pasaron 30 años para que en 2009 se sancionara en nuestro país la ley 26.588, conocida como la Ley de Celiaquía, que promueve la atención de esta patología, la investigación y la disponibilidad de alimentos sin gluten.

La enfermedad celíaca, intolerancia permanente a las proteínas del trigo, avena, cebada y centeno, comúnmente conocidos como gluten, es una enfermedad sistémica, crónica y que se encuentra mediada por una respuesta inmune que afecta al intestino delgado en individuos genéticamente predispuestos.

El único tratamiento es llevar una dieta libre de gluten (DLG) durante toda la vida, mediante la cual se consigue la desaparición de los síntomas, lo que mejora la calidad de vida junto con la recuperación de la mucosa y la función intestinal, y la mejoría de las complicaciones asociadas como por ejemplo la anemia. Por lo tanto, se debe excluir de la dieta el trigo, la avena, la cebada y el centeno y todos los productos que pudieran contenerlos aún en pequeñas trazas porque pequeñas cantidades de gluten pueden producir lesiones de las vellosidades, aunque no siempre estas lesiones tienen por qué estar acompañadas de síntomas clínicos. Se preferirá el consumo de alimentos naturales como carnes, huevos, leches, pescado, legumbres, frutas, verduras y cereales sin gluten como maíz o arroz.

Existen diversos aspectos que pueden dificultar llevar adelante una DLG que involucran la disponibilidad y acceso a los alimentos tanto en supermercados, dietéticas, quioscos y almacenes, la compra y almacenamiento de estos y el riesgo de contaminación cruzada, la oferta de este tipo de alimentos en diversos ámbitos como el escolar, los establecimientos gastronómicos, hoteleros o de catering como así también en la interacción social y con pares.

Realizar una DLG puede no ser tan fácil en nuestro país ya que el trigo es el cereal más consumido. Además, a esto se le debe sumar que una amplia mayoría de los productos elaborados contienen gluten incorporado como espesante o aditivo para mejorar sus características organolépticas o para dar volumen a las preparaciones, aunque no parezca que pudiera contenerlo. Por otro lado, se debe tener precaución con los alimentos elaborados, transformados y/o envasados porque al ser manipulados, es posible que hayan sufrido contaminación cruzada con otros productos que si contienen gluten y se encuentren en los lugares de elaboración.

Es por esto que existen listados de productos aptos para celíacos y alimentos libres de gluten que publican diferentes asociaciones de ayuda a las personas con celiaquía junto con la información referida a los alimentos libres de gluten autorizados para su comercialización en todo el país que se consolida para su consulta en el Listado Integrado de ALG (alimentos libres de gluten), publicado en la página web de ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología médica).

Según este organismo, que llevó adelante una encuesta en 2020, respondida por más de 5.700 personas con esta patología, sobre las prácticas y percepciones de la comunidad celíaca acerca de los alimentos libres de gluten, el logo oficial en el rótulo del alimento y la presencia en el Listado Integrado de ANMAT son reconocidos como las herramientas que más seguridad les brindan al momento de realizar la compra de ALG y que mayoritariamente utilizan el listado integrado de ANMAT para seleccionar premezclas, especias deshidratadas, leche y derivados, gaseosas, arroz, azúcar y legumbres.

Volviendo al ejemplo de Mastellone, la compañía siempre ha considerado de suma importancia brindar información simple y certera a la comunidad celíaca. Como mencionamos antes, toda su línea de productos es elaborada bajo estrictas normas de calidad y todos ellos se encuentran incluidos en el listado de ANMAT, además de contar con la identificación del logo en todos nuestros envases y una denominación que incluye la descripción que se trata de productos libres de gluten y sin TACC y que permite una identificación rápida y sencilla por parte de los consumidores con enfermedad celíaca. El rumbo marcado por Pascual Mastellone hace casi 40 años es hoy el camino por donde numerosas empresas de primera línea trabajan para ofrecer alimentos aptos para celíacos, haciéndolos accesibles y de consumo masivo.

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