Por qué cuidar los dientes podría reducir el riesgo de enfermedades

Mantener una buena higiene bucal es crucial para evitar complicaciones médicas

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Una mala higiene bucal puede desencadenar problemas de salud graves (Imagen Ilustrativa Infobae)
Una mala higiene bucal puede desencadenar problemas de salud graves (Imagen Ilustrativa Infobae)

Una caries dental puede parecer algo menor, fácilmente solucionable con una visita al dentista. Sin embargo, la realidad es que una mala higiene bucal puede desencadenar problemas de salud graves e incluso poner en riesgo la vida. En Reino Unido, los dentistas están observando un preocupante aumento en los casos de infecciones transmitidas por la sangre, como la sepsis, que se vinculan con una higiene bucal deficiente. Este tipo de infección, si no se detecta y trata a tiempo, puede propagarse rápidamente por el organismo y resultar potencialmente mortal.

Un caso ilustrativo es el de un paciente que evitó acudir al dentista durante mucho tiempo, a pesar de saber que necesitaba tratamiento. La negligencia llevó a que desarrollara una infección grave, perdiendo finalmente varios dientes y parte de la mandíbula. Como resultado, el paciente tuvo que ser ingresado en cuidados intensivos y estuvo cerca de perder la vida. Según el dentista Paul Woodhouse, miembro de la Asociación Dental Británica, en dialogo con The Telegraph este tipo de situaciones son más comunes de lo que se piensa y demuestran cómo una simple caries puede transformarse en un problema de salud mucho más grave.

Relación entre la salud bucal y las enfermedades cardiovasculares

La salud de las encías y el corazón están más relacionados de lo que parece (Getty Images)
La salud de las encías y el corazón están más relacionados de lo que parece (Getty Images)

La salud de las encías y el corazón están más relacionados de lo que parece. Estudios poblacionales han demostrado que las personas con enfermedad de las encías —causada por la acumulación de bacterias alrededor de los dientes y en las estructuras de soporte— tienen hasta dos o tres veces más riesgo de desarrollar problemas cardiovasculares graves, como ataques cardíacos y derrames cerebrales. Estos descubrimientos han llevado a los científicos a investigar cómo la mala higiene bucal puede afectar la salud cardíaca.

Uno de los protagonistas de esta relación es una bacteria llamada Porphyromonas gingivalis (P. gingivalis), que es capaz de liberar toxinas inflamatorias en el torrente sanguíneo. Estas toxinas pueden contribuir al endurecimiento de las arterias, un proceso conocido como aterosclerosis, que a su vez puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, se cree que la inflamación crónica provocada por estas bacterias puede dañar directamente al corazón.

La Dra. Neesha Patel, periodoncista en la clínica Pure Periodontics de Londres, en charlas con The Telegraph, afirmó que “la boca es una especie de puerta de entrada a todo el cuerpo”, y que la salud bucal afecta directamente a otros sistemas. Woodhouse, miembro de la Asociación Dental Británica, también destaca que las personas con problemas cardíacos preexistentes o que se han sometido a una cirugía a corazón abierto tienen un mayor riesgo de complicaciones por las bacterias de las encías. Si estas bacterias ingresan al torrente sanguíneo, pueden adherirse a las válvulas cardíacas reparadas y provocar inflamaciones como la endocarditis, una afección grave que puede dañar el corazón.

El vínculo entre la higiene bucal y la neumonía

El cuidado de los dientes puede desempeñar un papel crucial en la prevención de enfermedades (Imagen Ilustrativa Infobae)
El cuidado de los dientes puede desempeñar un papel crucial en la prevención de enfermedades (Imagen Ilustrativa Infobae)

El cuidado de los dientes no solo afecta la salud bucal, sino que también puede desempeñar un papel crucial en la prevención de enfermedades respiratorias como la neumonía. Esta enfermedad puede verse influenciada por la acumulación de placa dental, una película pegajosa de bacterias que comienza a formarse en los dientes poco después del cepillado. Si esta placa no se elimina en un plazo de 24 horas, se endurece y puede convertirse en sarro, lo que dificulta su eliminación y aumenta el riesgo de infecciones.

Las investigaciones han demostrado que esta placa dental persistente puede ser un desencadenante o un factor que empeora la progresión de la neumonía. Las bacterias presentes en la boca pueden desplazarse rápidamente hacia el tracto respiratorio y, desde allí, llegar a los pulmones, aumentando el riesgo de desarrollar infecciones respiratorias graves.

La Dra. Neesha Patel, especialista en periodoncia, subrayó en The Telegraph que los pacientes con condiciones que los hacen más susceptibles, como un sistema inmunológico debilitado, asma grave o aquellos que esperan un trasplante de pulmón, presentan un mayor riesgo de infecciones agudas relacionadas con la mala higiene bucal. Por ello, señala la importancia de controlar y tratar cualquier enfermedad periodontal en estos pacientes, para reducir su riesgo de desarrollar neumonía u otras complicaciones respiratorias.

La relación bidireccional entre la higiene bucal y la diabetes

Las personas con un control deficiente de su glucosa en sangre pueden experimentar un crecimiento excesivo de bacterias dañinas en la boca
Las personas con un control deficiente de su glucosa en sangre pueden experimentar un crecimiento excesivo de bacterias dañinas en la boca

Aunque puede parecer sorprendente, existe un fuerte vínculo bidireccional entre la diabetes y la enfermedad de las encías. La conexión radica en cómo estas dos afecciones se agravan mutuamente. Una mala higiene bucal puede afectar negativamente los niveles de azúcar en sangre y, al mismo tiempo, el mal control de la diabetes puede perjudicar la salud bucal, facilitando el desarrollo de infecciones periodontales.

Las personas con un control deficiente de su glucosa en sangre pueden experimentar un crecimiento excesivo de bacterias dañinas en la boca, que favorece la aparición de enfermedades periodontales. Estas infecciones crónicas, a su vez, pueden liberar endotoxinas que desencadenan un aumento de la inflamación en el torrente sanguíneo. Este proceso inflamatorio provoca picos en los niveles de azúcar en sangre, lo que dificulta aún más el control de la diabetes.

El dentista Paul Woodhouse explicó en uno de sus estudios que “si las bacterias de la boca permanecen allí durante mucho tiempo, comienzan a producir sustancias llamadas endotoxinas”, lo que activa la respuesta inflamatoria del cuerpo. Los productos inflamatorios inundan la zona afectada y las toxinas que se dispersan en el torrente sanguíneo pueden causar complicaciones en diferentes sistemas del organismo. La relación entre la diabetes y la enfermedad periodontal es un claro ejemplo del “dilema del huevo y la gallina”, ya que ambas afecciones se potencian entre sí, haciendo más complejo el manejo de ambas condiciones.

La conexión entre la higiene bucal y el deterioro cognitivo

El cuidado de la salud bucal podría jugar un papel importante en la preservación de las facultades mentales durante la vejez (Imagen Ilustrativa Infobae)
El cuidado de la salud bucal podría jugar un papel importante en la preservación de las facultades mentales durante la vejez (Imagen Ilustrativa Infobae)

El cuidado de la salud bucal podría jugar un papel importante en la preservación de las facultades mentales durante la vejez. Cada vez más investigaciones apuntan a una conexión entre las bacterias bucales y el desarrollo de enfermedades como la demencia y el Alzheimer. Aunque la relación exacta todavía se está estudiando, los hallazgos iniciales resultan convincentes y han abierto nuevas fronteras en el estudio del deterioro cognitivo.

Un estudio realizado con 28.000 pacientes en Taiwán reveló que aquellos que padecían enfermedad de las encías crónica durante más de una década tenían 1,7 veces más probabilidades de desarrollar Alzheimer. La presencia de la bacteria Porphyromonas gingivalis (P. gingivalis), que se asocia comúnmente con la enfermedad periodontal, parece ser un factor clave en esta relación. Investigaciones adicionales han encontrado toxinas producidas por esta bacteria en los cerebros de pacientes fallecidos con Alzheimer, lo que indica que estas toxinas podrían viajar desde la boca hasta el cerebro, causando daños estructurales a lo largo del tiempo.

El Dr. Tomas Welsh, director médico del Instituto de Investigación para el Cuidado de Personas Mayores, destacó en The Telegraph que hay una mayor cantidad de estas enzimas dañinas en las regiones cerebrales que suelen estar más afectadas por la enfermedad de Alzheimer y menos en otras partes del cerebro. Esta acumulación sugiere un posible papel de las toxinas bacterianas en el desarrollo del deterioro cognitivo.

En respuesta a estos hallazgos, algunas compañías farmacéuticas han intentado desarrollar tratamientos que bloqueen la actividad de las toxinas de la bacteria P. gingivalis y eviten que lleguen al cerebro. No obstante, hasta ahora, estos esfuerzos han tenido un éxito limitado y la relación entre la salud bucal y la demencia sigue siendo un área activa de investigación.

El impacto de la higiene bucal en las articulaciones dolorosas

Las personas que padecen artritis reumatoide pueden experimentar un empeoramiento en la salud bucal (Imagen Ilustrativa Infobae)
Las personas que padecen artritis reumatoide pueden experimentar un empeoramiento en la salud bucal (Imagen Ilustrativa Infobae)

La artritis reumatoide y la mala salud bucal tienen una relación bidireccional, similar a la que ocurre con la diabetes. Las personas que padecen artritis reumatoide pueden experimentar un empeoramiento en la salud bucal, y a la vez, una mala higiene bucal puede agravar esta dolorosa condición que afecta a las articulaciones.

La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmunitaria que provoca inflamación en las articulaciones, causando dolor e hinchazón. La presencia de bacterias y toxinas derivadas de la enfermedad periodontal aumenta la inflamación en el torrente sanguíneo, lo que puede exacerbar los síntomas de esta afección. Como explicó Paul Woodhouse en sus estudios “cuantas más sustancias químicas inflamatorias haya en el torrente sanguíneo, más probabilidades hay de sufrir problemas inflamatorios en el cuerpo”. Esto significa que, si existen problemas en las encías, las articulaciones pueden experimentar un mayor nivel de inflamación y dolor.

Las personas con artritis reumatoide también tienden a tener una mayor incidencia de enfermedad periodontal, lo que sugiere que ambas afecciones pueden compartir mecanismos inflamatorios comunes. Un correcto cuidado de la higiene bucal podría, por tanto, tener un efecto positivo en la disminución de la inflamación articular y en el control de los síntomas de la artritis.

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