Los beneficios de comer durazno: desde combatir el estreñimiento hasta prevenir el cáncer

Caracterizado por su forma redonda y dividida por una hendidura, su suave cáscara amarilla con tonalidades rojizas y su jugosa pulpa con una única semilla en el centro, el durazno es una de las frutas más consumidas a nivel mundial, no solo por su dulce sabor, sino también por sus enormes nutrientes.

De nombre científico es prunus persica y forma parte de la familia de las rosáceas, lo que los hace parientes cercanos de la mayor parte de las frutas más comunes como lo son la manzana, la fresa, la pera, el membrillo, la zarzamora, la ciruela, la cereza, la frambuesa e incluso de las rosas.

El durazno es originario de Asia, particularmente de China, donde era considerada como un símbolo de larga vida e inmortalidad, de ahí llegó a Europa a través de Roma, donde se extendió al resto del continente y luego a América, tras la conquista.

Los bastos nutrientes con los que cuenta el durazno lo hacen un alimento ideal para prevenir e incluso combatir distintas enfermedades, padecimientos y malestares para quien la consuma, de acuerdo con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) de España.

Los duraznos contienen una importante cantidad de fibra, incluso cuenta con ambos tipos tanto soluble e insoluble, lo que mejora el tránsito intestinal, evitando el estreñimiento y protege frente al cáncer de colon, así como enfermedades cardiovasculares.

El color característico de esta fruta se debe a la presencia de betacarotenos, el cual es considerado un antioxidante, es decir, que funciona como un inhibidor de la producción de radicales libres y de la peroxidación lipídica, convirtiéndolo en un preventivo frente al cáncer.

A este betacaroteno también se le atribuyen beneficios en la piel, así como el fortalecimiento de uñas, dientes y cabello, incluso beneficia la salud de los ojos.

Otro de los componentes del durazno son las cumarinas, a la cual se le han atribuido efectos anticancerígenos, así como propiedades de protección vascular, también beneficia la microcirculación venosa.

El resto de sus componentes son vitamina C, en pequeñas cantidades. Además del betacaroteno, el durazno registra otros carotenoides con actividad provitamínica A, como lo son la alfacaroteno y la criptoxantina. Entre los minerales, el más elevado es el potasio, aunque también cuenta con calcio y magnesio.

Más allá de la fruta, el extracto obtenido a partir de las hojas del durazno contiene ácido mandélico, el cual presenta una potente actividad espermicida y antimicrobiana. Mientras que las semillas de durazno son usadas como sustituto del aceite de almendras en productos cosméticos.

Aunque es una fruta altamente usada, existen una serie de contraindicaciones que deben seguirse ante su consumo humano para evitar efectos secundarios no deseados.

En el caso del durazno, las personas que son alérgicas a ciertas frutas de la familia Rosaceae, como las cerezas o las ciruelas, podrían experimentar alergias cruzadas con duraznos. En casos de alergias alimentarias, se debe evitar el consumo de duraznos y consultar con un profesional de la salud.

Al contener sorbitol, un tipo de azúcar polialcohol, algunas personas con intolerancia a los sorbitoles pueden experimentar síntomas gastrointestinales como hinchazón, gases y diarrea al consumir duraznos en grandes cantidades.

Como bien mencionamos, el durazno es rico en fibra y el consumo excesivo puede causar problemas gastrointestinales como diarrea, especialmente si se consume en grandes cantidades.

Las personas con antecedentes de cálculos renales deben moderar su consumo de duraznos, ya que contienen oxalatos que pueden contribuir a la formación de cálculos renales en algunas personas susceptibles.

Algunas personas pueden ser sensibles a las histaminas presentes en ciertas frutas, incluyendo los duraznos, lo que podría causar síntomas como picazón, enrojecimiento o hinchazón.

Como con muchas frutas, es posible que los duraznos contengan residuos de pesticidas si no se lavan adecuadamente antes de consumirlos. Se recomienda lavar bien los duraznos o elegir opciones orgánicas si se tiene preocupación por los pesticidas.