Qué es el cáncer anal, cuáles son sus síntomas y cómo prevenirlo

El cáncer de ano es un padecimiento muy poco común, pero igual de preocupante que el resto de enfermedades cancerígenas, por suerte hay varios tratamientos para combatirla

El cáncer de ano es uno de los menos frecuentes pero de alto riesgo (Infobae)

El cáncer de ano es un tipo poco frecuente de cáncer que se hace presente en el conducto anal, es decir, en el tubo corto al final del recto por el cual las haces salen del cuerpo.

El cáncer anal nace, de acuerdo con la organización sin fines de lucro Mayo Clinic, cuando una mutación genética convierte las células normales y sanas en células anormales.

Las células sanas crecen y se multiplican a una cierta velocidad para finalmente morir en un momento determinado, mientras que las células anormales crecen, se multiplican fuera de control y no mueren.

Estas células anormales acumuladas forman un tumor, invaden los tejidos cercanos, hasta pueden diseminarse a otras partes del cuerpo y hacer metástasis.

Según Mayo Clinic, el cáncer anal está estrechamente relacionado con una infección de transmisión sexual llamada virus del papiloma humano (VPH), incluso se cree que esta ETS es la causa más común de cánceres anales.

Pese a ser poco común, esta enfermedad es igual de preocupante que el resto de los padecimientos cancerígenos, por eso es importantes saber detectar sus síntomas, cómo prevenirlo y cuáles son los tratamientos para combatirlo.

Detectar el cáncer a tiempo puede aumentar las posibilidades de combatirlo (Infobae)

Síntomas y factores de riesgo

De acuerdo con la organización sin fines de lucro, solo hay unos cuantos síntomas para detectar el cáncer de ano como lo son sangrado del ano o del recto, dolor en la zona anal, una masa o bulto en el canal anal y picazón en el ano.

Aunque los síntomas son pocos, hay varios factores de riesgo que aumentan la probabilidad de padecer esta enfermedad cancerígena como tener una edad avanzada ya que la mayoría de los casos ocurren en personas mayores de 50 años.

La actividad sexual está altamente ligada al cáncer anal. Las personas que tienen muchas parejas sexuales a lo largo de su vida tienen un mayor riesgo de cáncer anal, al igual que quienes practican sexo anal receptivo y sobre todo cuando no se tiene protección en ambas situaciones.

Fumar puede aumentar el riesgo de tener el padecimiento, así como las personas que han tenido cáncer cervical, vulvar o vaginal.

La infección por virus del papiloma humano también aumenta el riesgo de varios tipos de cáncer, tales como el cáncer anal y el cáncer cervical.

En esta lista también aparecen las personas que toman medicamentos para inhibir el sistema inmunitario, incluidas las que han recibido trasplantes de órganos, pueden tener un mayor riesgo de cáncer anal.

El cáncer ocurre cuando surgen celular anormales, que crecen desproporcionadamente y no mueren, provocando tumores y dañando tejidos (Archivo)

Cómo prevenirlo

Según Mayo Clinic, no existe alguna forma segura de prevenir el cáncer anal, sin embargo, hay varias prácticas que se deben tomar en cuenta para reducir el riesgo de padecerlo, sobre todo para aquellos que se encuentran en el factor de riesgo.

La primera es mantener relaciones sexuales seguras, principalmente si se practica sexo anal, esto puede ayudar a prevenir enfermedades de transmisión sexual como el VPH y el VIH, dos virus de transmisión sexual que pueden aumentar el riesgo de cáncer anal.

Otra recomendación es vacunarse contra el virus del VPH, se recomienda para adolescentes, incluidos niños y niñas, pero también se puede administrar a adultos.

La organización sin fines de lucro también recomienda dejar de fumar.

Diagnóstico

Si detectas varias señalas que puedan sugerir que padeces cáncer de ano, debes acudir al médico para confirmarlo o descartarlo, para ello existen varias pruebas o procedimientos para diagnosticar la enfermedad.

Entre las pruebas diagnósticas están la examinación del conducto anal y recto para detectar anomalías, en el que el médico insertará un dedo enguantado y lubricado en el recto para averiguar si hay algo inusual, como tumores.

También se puede hacer una inspección visual del conducto anal y el recto, con un tubo corto e iluminado conocido como anoscopio.

De igual forma se pueden tomar imágenes de ondas sonoras para detectar anomalías, es decir, una ecografía, insertando una sonda, que es similar a un termómetro, en el conducto anal y el recto.

Otra de las formas es hacer una biopsia, es decir, extraer una muestra de tejido para analizarla en un laboratorio y determinar si las células son cancerosas.

Existen varias pruebas o procedimientos para diagnosticar la enfermedad (Europa Press)

Tratamiento

Para combatir la enfermedad hay varios tratamientos que dependerán del tipo de cáncer, su estadio y grado, así como el tamaño y si las células cancerosas son susceptibles a las hormonas, incluso depende del estado de salud de la paciente.

De acuerdo con Mayo Clinic, los médicos suelen tratar el cáncer anal con una combinación de quimioterapia y radiación para mejorar las posibilidades de curación.

Los medicamentos de quimioterapia se inyectan en una vena o se toman como pastillas. Las sustancias químicas viajan por el cuerpo y eliminan las células de crecimiento rápido, como las cancerosas, sin embargo, también dañan las células sanas que crecen rápidamente, incluidas las que están en el tubo gastrointestinal y en los folículos pilosos. Esto causa efectos secundarios como náuseas, vómitos y pérdida de cabello.

La radioterapia, por su parte, utiliza haces de alta potencia, como rayos X y protones, para destruir las células cancerosas. La radiación puede dañar el tejido sano cerca de donde se dirigen los rayos y provocar enrojecimiento de la piel y llagas en el ano y alrededor, endurecimiento y encogimiento del canal anal.

La detección temprana de la enfermedad incrementa la posibilidad de curar el cáncer (Archivo)

Otro tratamiento es la cirugía, sobre todo cuando el cáncer se detecta en una etapa temprana. En este procedimiento, el cirujano extirpa el tumor y una pequeña cantidad de tejido sano que lo rodea.

Si el cáncer no ha respondido a la quimioterapia y la radiación, el médico puede recomendar una operación más extensa llamada resección abdominoperineal, que a veces se conoce como resección abdominoperineal, en el que se extrae el canal anal, el recto y una porción del colon. Luego, se fija la porción restante de tu colon a una abertura en tu abdomen, a través de la cual los desechos saldrán de tu cuerpo y se acumularán en una bolsa de colostomía.

Una opción más es la inmunoterapia, que utiliza al sistema inmunitario para combatir el cáncer. Los tratamientos de inmunoterapia generalmente se reservan para personas con cáncer anal avanzado.

Finalmente están los cuidados paliativos, los cuales consisten en atención médica especializada que se centra en proporcionar alivio del dolor y otros síntomas de una enfermedad grave.

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