¿Vestir ropa con rayas afecta la salud?, estudios revelan los efectos de este textil

La ropa es mucho más que una simple necesidad: es una extensión de la personalidad de quien la lleva. Desde camisas y pantalones hasta shorts y chaquetas, las opciones son infinitas, y las prendas con rayas se son un básico en los armarios de muchas personas. Ya sea por su estilo o por lo que representan, las rayas se mantienen vigentes a lo largo de los años, trascendiendo generaciones y modas.

Según la revista de moda Elle, el estampado de rayas en la sastrería clásica, conocido como “dandi”, tiene una historia ligada al poder y la evolución de sectores como la banca en la era victoriana. Durante este periodo, la banca se consolidó como una industria en pleno auge, y sus empleados, todos hombres, adoptaron trajes oscuros con finas líneas claras como parte de su vestimenta profesional.

La separación entre las rayas variaba según el poder o el estatus del empleado dentro de la institución financiera. Estos trajes eran confeccionados por los renombrados sastres de Savile Row, y pronto el estilo dandy británico cruzó el océano, llevando la “raya diplomática” a un mundo ajeno a la banca. Este patrón de rayas no solo era una cuestión de moda, sino también un símbolo del poder económico de quien lo llevaba. Un traje bien cortado con raya diplomática era sinónimo de influencia y estatus.

Sin embargo, la moda no es el único aspecto en el que se ha investigado sobre la ropa de rayas. Un estudio llamado “La ilusión de Helmhotz aplicada en la moda: las rayas horizontales no te harán parecer más gorda”, de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, disponible en PubMed Central, revela que usar prendas con este patrón podría tener efectos inesperados en la salud humana.

Según la investigación realizada por Peter Thompson y Kyriaki Mikellidou del Departamento de Psicología de la Universidad de York, se descubrió que un cuadrado formado por líneas horizontales parece más alto y estrecho que uno formado por líneas verticales. El médico y físico alemán, Hermann von Helmholtz, ya había señalado que este tipo de ilusiones, donde el espacio lleno parece más grande que el vacío, son comunes en la vida cotidiana. También observó que los vestidos de mujer con rayas horizontales hacen que la figura parezca más alta, una afirmación que desafía la creencia popular moderna.

“Descubrimos que un rectángulo de rayas verticales debe extenderse verticalmente un 7,1% para que coincida con la altura de un cuadrado de rayas horizontales y que un rectángulo de rayas horizontales debe hacerse un 4,5% más ancho que un cuadrado de rayas verticales “, menciona el texto.

Sin embargo, al realizar experimentos con cilindros tridimensionales y maniquíes, no se encontró evidencia que respalde la idea de que las rayas horizontales “engordarían” a la persona. En todos los casos, los resultados confirmaron la observación original de Helmholtz, apoyando la idea de que las rayas horizontales afectan la percepción de altura, pero no necesariamente la de grosor.

Un estudio realizado por el Centro Médico de la Universidad de Utrecht, en los Países Bajos y la Universidad de Nueva York, reveló que la ropa con rayas, especialmente en blanco y negro, puede estar asociada con la aparición de dolores de cabeza intensos o incluso migrañas.

Este fenómeno se debe a que los patrones de rayas generan una respuesta en el cerebro que afecta a las oscilaciones gamma, las cuales están vinculadas a la incomodidad que experimenta la cabeza al observar dichas prendas.

Los investigadores monitorearon a diversas personas mientras observaban imágenes con patrones de rayas, y descubrieron que la visualización de estas rayas provocaba un incremento en las oscilaciones gamma en el cerebro. Este aumento de actividad cerebral estaba directamente relacionado con la aparición de dolores de cabeza en los participantes, mientras que otras imágenes, como paisajes de nubes o escenas naturales, no causaban el mismo efecto.

Los expertos explicaron que las ondas cerebrales de alta frecuencia pueden desencadenar molestias en la cabeza cuando se activan por la observación de patrones complejos como las rayas en blanco y negro. Esto puede generar una sensación de incomodidad que, en algunos casos, evoluciona hasta convertirse en un dolor de cabeza agudo o incluso provocar convulsiones en personas más sensibles a estos estímulos visuales.

El libro “Las vestiduras del Diablo” (2005) del historiador francés, Michel Pastoreau, menciona que las telas rayadas tienen históricamente un significado oscuro y han sido utilizadas en Occidente como un código oculto que señalaba a los portadores como personas indeseables, excluidas y marginadas.

Las rayas se asociaban con figuras como prostitutas, verdugos, criminales, leprosos, brujas, prisioneros y hasta el diablo, representando a aquellos que se consideraban fuera del orden social. Este rechazo hacia las rayas también se refleja en la naturaleza, donde ciertos animales con patrones rayados, como serpientes y avispas, nos alertan sobre peligrosidad, sugiriendo una conexión instintiva entre las rayas y el peligro.