En abril de 2023, el Departamento de Justicia de Estados Unidos dio a conocer una acusación, alojada en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, en contra de 23 miembros del Cártel de Sinaloa presuntamente ligados a la producción y tráfico de fentanilo.
Como parte de las conductas y actos de violencia atribuidos a la célula de Los Chapitos, las autoridades revelaron una serie de violentos experimentos con fentanilo perpetrados por Néstor Isidro Pérez Salas, alias ‘El Nini’ —actualmente detenido en EEUU— y Jorge Humberto Figueroa Benítez, alias ‘El 27′ —quien se mantiene prófugo—.
Los documentos judiciales señalan que, si bien Los Chapitos tendrían la capacidad de calcular la pureza de sus drogas, ‘El Nini’ y ‘El 27′ habrían optado por realizar ensayos con seres humanos. Aparentemente, estos sujetos le habrían suministrado fentanilo a personas que estaban atadas y privadas de su libertad sólo para ver sus efectos.
La acusación consultada por Infobae México expone que, en alguna fecha de 2022, al ‘Nini’ y ‘El 27′ se les dio la orden de ejecutar a una mujer, pero en lugar de perpetrar el asesinato de manera inmediata decidieron experimentar con el letal opioide.
“En lugar de dispararle, le inyectaron múltiples dosis de fentanilo con menor potencia hasta que, finalmente, tuvo una sobredosis y murió”, puede leerse en el expediente.
Una reciente investigación publicada en The New York Times revela que los experimentos con fentanilo son una práctica constante al interior del Cártel de Sinaloa y son aplicados por igual en personas y en animales.
Un hombre identificado como Pedro López narró a las periodistas Natalie Kitroeff y Paulina Villegas que integrantes del cártel acudían con frecuencia a un campamento de personas sin hogar para ofrecer 30 dólares —alrededor de 600 pesos mexicanos— a quien se dejara inyectar una dosis de fentanilo.
Debido a las restricciones impuestas a los proveedores de China, el cártel ha comenzado a crear nuevas combinaciones con la intención de incrementar la potencia del opioide, acorde con el reportaje del NYT.
Entre las sustancias con las que mezclan el fentanilo se encuentran anestésicos usados para procedimientos dentales, así como sedantes para animales. La xilacina, un fármaco de uso veterinario que se aplica generalmente en caballos, es uno de los tranquilizantes que los ‘cocineros’ agregan a la mezcla “si el lote es muy débil”.
La xilacina es un sedante no opiáceo hasta 50 veces más potente que la morfina. Debido a que funciona como depresor del sistema nervioso central, el tratamiento de una sobredosis cuando esta sustancia está presente resulta más complicada.
La combinación de fentanilo con xilacina es conocida coloquialmente como ‘tranq dope’, aunque también ha recibido el nombre de ‘droga zombie’.
“Tú le inyectas esto a una gallina y si tarda entre un minuto y minuto y medio en morir, eso significa que la dosis resultó bastante buena. Si no muere o le toma mucho tiempo, le añadimos xilacina”, narró un presunto miembro del Cártel de Sinaloa a las periodistas del New York Times.
“Si un conejo sobrevive más de 90 segundos, la droga se considera muy débil como para vendérsela a los consumidores”, señalaron presuntos ‘cocineros’ y fuentes de seguridad citadas por las reporteras.