El sistema circulatorio es vital debido a que trabaja de forma interconectada con el sistema respiratorio y esta relación contribuye a que el cuerpo reciba el oxígeno necesario mientras elimina el dióxido de carbono.
Otra de las múltiples funciones de vital importancia que cumplen es la homeostasis, que es la capacidad de los organismos para mantener un ambiente interno estable a pesar de los cambios que sucedan en el exterior.
Por tal motivo, es importante mantener un sistema circulatorio sano, pues además de que se contribuye a la prevención de enfermedades cardiovasculares, que son una de las principales causas de mortalidad a nivel mundial, se evitan factores de riesgo elevado como la hipertensión, la diabetes, la obesidad o el sedentarismo.
“Estos pueden afectar negativamente su funcionamiento, pues hacen más probable la presencia de eventos adversos como infartos o accidentes cerebrovasculares” según lo que señala Healthline, un sitio web de salud con sede en Estados Unidos.
Por esta, entre otras razones se aconseja conservar hábitos saludables que involucren una dieta equilibrada y actividad física regular para que la salud cardiovascular sea la mejor posible y se eviten problemas graves a futuro pero también es importante saber cómo funciona este sistema.
Funcionamiento del sistema circulatorio
El sistema circulatorio tiene una importancia enorme en el funcionamiento del cuerpo debido a que es el encargado de bombear, transportar y distribuir tanto la sangre como los nutrientes, el oxígeno y las hormonas.
De acuerdo con la revista Muy interesante, está compuesto por tres órganos independientes que trabajan de manera conjunta: el corazón (sistema cardiovascular), los pulmones y la circulación sistémica.
El corazón se encarga de bombear la sangre que contiene glóbulos rojos, glóbulos blancos, plasma y plaquetas; además es rica en nutrientes y oxígeno que llegan a todas las partes de nuestro organismo. Suele latir entre 60 y 100 veces por minuto, contiene cuatro cámaras en las cuales fluye la sangre que en un adulto promedio son alrededor de cinco litros en el cuerpo.
Muy interesante señala que “en cada latido, la sangre entra en la aurícula derecha y pasa a través del ventrículo derecho, el cual se encarga de bombear sangre hasta los pulmones donde ésta se oxigena”.
Una vez que cumple este proceso, toma acción la circulación pulmonar que transporta la sangre entre el corazón y los pulmones, lo que significa que “envía la sangre desoxigenada a los pulmones para absorber el oxígeno y liberar posteriormente dióxido de carbono”.
Qué labor desempeña la circulación sistémica
Una vez hecho esto, la sangre oxigenada regresa al corazón para iniciar con el proceso de la circulación sistémica que es cuando las arterias, venas y vasos sanguíneos se encargan de transportar la sangre, el oxígeno y los nutrientes desde el ventrículo izquierdo del corazón hasta la aorta, que es la arteria más grande del cuerpo.
Posteriormente “la sangre viaja desde la aorta por las arterias sistémicas para después llegar hasta las arteriolas y los lechos capilares que empapan los tejidos del cuerpo. Luego la sangre desoxigenada se desplaza por los lechos capilares hasta alcanzar las venas sistémicas”, señala Muy Interesante.
Estas mismas llegan hasta las venas cava inferior y superior, que son las venas más grandes del cuerpo y finalmente las venas cavas envían la sangre desoxigenada a la aurícula derecha del corazón.
Por otro lado, es importante mencionar que “los vasos sanguíneos del cuerpo humano miden aproximadamente 100 mil kilómetros, lo que significa que miden más de dos veces la circunferencia de nuestro planeta”, detalla la revista.
También señala que por un lado está la red de arterias que transporta sangre rica en oxígeno desde el corazón a través del cuerpo, mientras que las venas se encargan de enviar la sangre pobre en oxígeno de regreso al corazón.