La inflamación es una respuesta natural del cuerpo ante lesiones o infecciones, pero cuando se vuelve crónica puede desencadenar una serie de problemas de salud, desde enfermedades cardiovasculares hasta trastornos autoinmunes.
Según un artículo del sitio web de noticias sobre medicina, Medical News Today, la hinchazón abdominal puede caracterizarse por la indigestión o la acumulación de gases en el estómago y los intestinos.
En la vida moderna, muchas personas enfrentan niveles elevados de inflamación debido a factores como el estrés, una dieta inadecuada y la falta de ejercicio. Para combatir esta condición, la nutrición juega un papel crucial, ya que los alimentos que consumimos pueden tener un impacto directo en los procesos inflamatorios de nuestro cuerpo.
Según el sitio de investigación Houston Methodist Leading Medicine (Medicina Líder Metodista de Houston), de Texas, la dieta que seguimos puede ser un factor clave en la inflamación.
La endocrinóloga del Hospital Houston Methodist, la Dra. Karla Saint Andre y otros expertos en salud recomiendan incorporar alimentos antiinflamatorios en nuestra alimentación, independientemente de si ya se tienen problemas preexistentes.
Evita la inflamación con estos alimentos
Al elegir productos frescos, naturales y cargados de vitaminas y minerales, estamos brindando a nuestro organismo los nutrientes necesarios para funcionar de manera eficiente.
A continuación la lista completa de supermercado para reducir malestares intestinales, según la nutrióloga Agustina Isasi (@agustinaisasi_oficial).
- Proteínas: huevo, pechuga de pollo, pavo, atún fresco, pescado blanco, salmón, tofu, mariscos, caldo de huesos y jamón.
- Grasas y semillas: aceite de coco, palta, aguacate, aceitunas verdes, aceite de oliva extra virgen, semillas de chía, semillas de linaza, nueces, castañas, almendras, maní tostado, semillas de girasol sin cáscara, semillas de zapallo, semillas de sésamo blancas e integrales y mantequilla clarificada.
- Carbohidratos: quinoa y harina de quinoa, batata o boniato, papa, pan de masa madre, arroz integral o cualquier variedad de arroz, fideos de arroz, harina de maíz blanco, lentejas, arvejas y choclo (solo en latas).
- Frutas: frutos rojos (arándanos, frutillas, frambuesas), uva, piña, limón, kiwi, naranja, mandarina y plátanos.
- Verduras: tomate, cherry, morrón rojo, berenjena, espinacas, espárragos, betabel, zanahoria, calabaza, chayote, brotes de soja y lechuga.
- Especias antiinflamatorias: Chai sin té negro, cúrcuma con pimienta negra, jengibre, canela, vainilla, clavo de olor, menta, tomillo, regaliz, orégano, té de valeriana, té verde, té blanco, diente de león y cacao amargo en polvo.
¿Cuáles son los peores alimentos para la inflamación?
Para reducir la inflamación, es fundamental evitar alimentos que la promuevan. Entre estos se incluyen carnes rojas, carne procesada, granos refinados, bocadillos, refrescos azucarados, alimentos fritos, alcohol en exceso y productos con lácteos o gluten (si se tiene intolerancia).
Estos alimentos, aunque son densos en calorías, carecen de nutrientes esenciales y favorecen el aumento de peso, lo que incrementa la grasa visceral. Esta grasa, acumulada en la zona abdominal y alrededor de los órganos, es biológicamente activa y secreta sustancias que generan inflamación, lo que puede contribuir a trastornos como la diabetes tipo 2. Además, los aditivos de los alimentos procesados, como el azúcar refinada, sal y grasas saturadas, también agravan la inflamación al ser difíciles de procesar por el cuerpo.
El consumo excesivo de azúcares añadidos, grasas saturadas, sal y conservadores en los alimentos procesados desencadena la producción de sustancias proinflamatorias, lo que contribuye a la inflamación crónica. Según Saint Andre, nuestros cuerpos están diseñados para metabolizar alimentos naturales como frutas, verduras y granos enteros, los cuales, cuando se consumen en porciones adecuadas, no favorecen el aumento de peso.