La viabilidad de las fechas de caducidad de los medicamentos es una de las principales dudas entre los pacientes. Muchas personas se preguntan si es seguro consumirlos después de que han vencido o cómo deben desecharlos correctamente.
De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), la fecha de caducidad indica el límite en que un producto preenvasado, si se ha almacenado correctamente, mantiene sus propiedades de calidad y seguridad para el consumo. Después de esta fecha, no debe venderse ni consumirse, ya que sus características podrían haberse reducido o eliminado.
Sin embargo, los medicamentos caducados no siempre son peligrosos, pero tampoco son completamente seguros. En algunos casos, los medicamentos no se vuelven dañinos, aunque sus efectos se vean reducidos, por eso es importante entender cómo funcionan las fechas de caducidad y cuándo es realmente riesgoso consumir un fármaco fuera de fecha.
¿Cuándo se vence un medicamento?
De acuerdo con un artículo de The New York Times, algunos medicamentos pueden mantener su efectividad mucho tiempo después de su fecha de caducidad. Lee Cantrell, farmacéutico clínico de la Facultad de Farmacia de la Universidad de California, junto a sus colegas, analizó ocho medicamentos con ingredientes activos que llevaban entre 28 y 40 años vencidos. Los resultados mostraron que el 86% de los ingredientes seguían presentes en las concentraciones esperadas.
Sin embargo, Cantrell aclaró que no se realizaron pruebas en personas y que no recomienda el consumo de medicamentos vencidos, alineándose con la recomendación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de no consumirlos.
Las fechas de caducidad en los medicamentos son establecidas por los fabricantes basándose en pruebas que determinan cuánto tiempo los productos son seguros y efectivos, según la FDA. Dan Sheridan, farmacéutico de seguridad de medicamentos en el Hospital General OhioHealth Marion de Estados Unidos, explicó que estas fechas representan una garantía de que el medicamento es eficaz al menos hasta ese momento, siempre que se almacene adecuadamente. Por lo general, estas fechas se fijan entre uno y cinco años después de la fabricación.
“Irónicamente, el botiquín del baño no es un buen lugar para almacenar los medicamentos”, dijo Sheridan. “Las altas temperaturas y la humedad pueden hacer que el medicamento se descomponga más rápidamente” mencionó Sheridan para el NYT.
Además de la fecha de caducidad, muchos medicamentos recetados incluyen una “fecha límite de uso”, que suele ser anterior a la fecha de vencimiento original. James Stevenson, farmacéutico de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Míchigan, explicó que esto se debe a que los farmacéuticos a menudo manipulan los medicamentos, lo que puede reducir su tiempo de uso. Por ejemplo, una suspensión antibiótica en polvo puede durar dos años en el estante, pero solo 14 días una vez mezclada con agua.
Aunque algunos medicamentos pueden seguir siendo efectivos después de su fecha de caducidad, Cantrell advierte que no todos los medicamentos son seguros para su uso posterior. Los antibióticos, por ejemplo, no deben usarse después de su vencimiento, ya que podrían no combatir eficazmente las infecciones. Investigaciones de la década de 1960 vincularon la tetraciclina caducada con problemas renales, posiblemente debido a la producción de sustancias químicas peligrosas al descomponerse.
En situaciones de emergencia de salud pública, la FDA a veces extiende las fechas de vencimiento de medicamentos si se determina que siguen siendo seguros y efectivos. Para verificar si las fechas de caducidad de algunos medicamentos han sido ampliadas, se puede consultar la información disponible en línea.
¿Cómo deshacerse de medicamentos que ya no sirven?
La mayoría de los medicamentos pueden desecharse en la basura, pero la FDA recomienda mezclarlos con materiales como café molido, tierra o arena para gatos. Esto reduce el riesgo de que resulten atractivos para niños o mascotas y evita que sean ingeridos accidentalmente. Una vez mezclados, deben colocarse en una bolsa o envase sellado antes de tirarlos.
Sin embargo, ciertos medicamentos con potencial de abuso, como los opioides, no deben desecharse en la basura común. La FDA permite que algunos de estos fármacos se tiren al inodoro, pero la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos advierte que esta práctica puede contaminar el agua potable, los ríos y los lagos, ya que las plantas de tratamiento de aguas residuales no eliminan completamente estas sustancias.
Como alternativa más segura, se recomienda depositar los medicamentos en cajas de recolección disponibles en farmacias o en eventos especiales organizados por la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) en colaboración con gobiernos locales, como el “Día Nacional de Devolución de Medicamentos Recetados”. Estas opciones garantizan una eliminación responsable y segura para el medio ambiente y la comunidad.